El fracaso argentino, una “causalidad” que se veía venir

El fracaso argentino, una “causalidad” que se veía venir

Lo he dicho mil veces y lo repetiré mil veces más si es necesario. Los resultados en la vida, sea en el marco que sea, no se dan por casualidad sino por causalidad.

Las causas de la eliminación de la Selección Argentina de fútbol de los Juegos Olímpicos son tan claras como lamentables, teniendo en cuenta la historia y la jerarquía que supo conseguir a lo largo de la historia.

De este fracaso hay que excluir tanto al técnico Julio Olarticoechea como a los jugadores, quienes se entregaron al máximo luego de un proceso previo digno de una Asociación poco menos que amateur, salpicando de la manera más grosera que se pueda imaginar una imagen construida a lo largo de más de un siglo con campeonatos y subcampeonatos del mundo en su haber, sumado a la enorme cantidad de futbolistas formados en su tierra. No por nada tres de los mejores cinco de la historia son de sangre Albiceleste: Distéfano, Maradona y Messi.

 

 

Con la AFA sumida en una crisis sin precedentes la preparación fue un caos. Ante la falta de un conductor, fue el Vasco Olarticoechea quien sacó pecho y consciente de la adversidad a la que se enfrentaba no dudó en hacerse cargo de la responsabilidad.

Tal era el desorden que reinaba que a menos de una semana de partir a la gira previa, apenas contaba con ¡¡¡8 jugadores!!! 

 

 

¿Se puede pretender que una empresa tenga éxito cuando ni siquiera se puede contar con el mínimo número de futbolistas que se necesita para formar el equipo?

A Olarticoechea y a los propios jugadores convocados poco les importó saber que las probabilidades de llegar lejos en los Juegos eran escasas debido a la falta de preparación. El amor propio y el orgullo por defender los colores patrios fueron más fuertes. ¡Si lo sabrá el propio técnico, el mismo que supo levantar la Copa del Mundo en México 1986! Acá los culpables no fueron ellos. Acá los culpables fueron quienes jamás los apoyaron, quienes hicieron un papelón histórico en diciembre pasado cuando no fueron capaces de elegir al nuevo presidente de la Asociación del Fútbol Argentino.

Acá los culpables fueron los incapaces dirigentes que destrozaron la ilusión de la tercera medalla olímpica (sea cual fuere), los mismos que siguen destruyendo el fútbol argentino. Por causa de todas estas barbaridades, Argentina quedó afuera de los Juegos Olímpicos. Aplausos para el Vasco y sus muchachos. Todo el repudio a una dirigencia que sólo infunde vergüenza.

 

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