La espectacular y cinematográfica fuga de dos peligrosos asesinos

Es la persecución más intensa y amplia en Estados Unidos, pero aún es infructuosa y con un compás de espera inquietante: las autoridades están a la caza de dos peligrosos reos, sentenciados por asesinato, que escaparon el pasado fin de semana de una prisión de máxima seguridad en Nueva York. La forma como lo lograron y su, hasta ahora, exitosa evasión son como de guión de película, aunque la amenaza que representa que estos dos criminales estén fugitivos es muy real y mayúscula.

Richard Matt (izq.) y David Sweat escaparon de la cárcel Clinton Correctional Facility en Nueva York. (AFP)
Richard Matt (izq.) y David Sweat escaparon de la cárcel Clinton Correctional Facility en Nueva York. (AFP)

El escape de la prisión Clinton Correctional Facility, ubicada en el norte del estado de Nueva York, abría sido sensacional e inesperado. Como relata el periódico The New York Times, en la prisión, apodada ‘La pequeña Siberia’, nadie se percató de la huida sino hasta las 5:30 am del sábado 6 de junio, cuando los custodios descubrieron que los reos Richard Matt (de 49 años) y David Sweat (de 35 años) no estaban en sus camas.

Los reos habían colocado sobre ellas una suerte de muñecos para engañar a los guardias y habían huido por un agujero cavado en la pared y, luego, por dentro de una tubería de dos pies de ancho que pasa por debajo de las murallas de la prisión hasta salir al exterior de la cárcel. Todo, aunque parezca increíble, muy parecido a la huida de la famosa película ‘Shawshank Redemption’, estelarizada por Tim Robbins y Morgan Freeman en 1994.

Pero, a diferencia de esa cinta, los fugitivos no eran personas inocentes o sepultadas en prisión por faltas menores sancionadas con rigor extremo.

La alcantarilla por la que los reclusos David Sweat y Richard Matt escaparon del penal de máxima seguridad. EFE/DARREN MCGEE OFICINA DEL GOBERNADOR
La alcantarilla por la que los reclusos David Sweat y Richard Matt escaparon del penal de máxima seguridad. EFE/DARREN MCGEE OFICINA DEL GOBERNADOR

Como informa la televisora NBC, Matt fue sentenciado a pasar al menos 25 años en prisión por secuestrar, asesinar y desmembrar a un hombre en 1997. Matt arrojó el cadáver al río Niágara y luego huyó a México, donde fue encarcelado por apuñalar y matar a otra persona y conducido de vuelta a Estados Unidos. Y años atrás, en 1986, ya había escapado de prisión.

Sweat, por su parte, fue condenado a cárcel de por vida sin opción a libertad condicional por acribillar a un alguacil en 2002. Previamente, Sweat y dos cómplices habían irrumpido en una tienda de armas y se habían apoderado de varias pistolas y rifles, para después asesinar al oficial. Ambos son considerados muy peligrosos.

El problema es que las propias autoridades han reconocido que tienen pocos indicios del paradero de los evadidos (que gozaron de bastante ventaja) y que estos podrían estar prácticamente en cualquier parte en una amplia área del este del país, e incluso podrían haber ya huido al extranjero. Un muy citado tuit muestra al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, inspeccionando el hoyo en la celda por donde Matt y Sweat comenzaron su huida.

Un boquete abierto en una celda por el que los reclusos David Sweat y Richard Matt escaparon del penal de máxima seguridad. EFE/DARREN MCGEE OFICINA DEL GOBERNADOR
Un boquete abierto en una celda por el que los reclusos David Sweat y Richard Matt escaparon del penal de máxima seguridad. EFE/DARREN MCGEE OFICINA DEL GOBERNADOR

Entre los pocos indicios figura el testimonio de dos vecinos del área cercana a la prisión, quienes contaron a la televisora ABC que cuando volvían a su casa pasada la medianoche vieron en su patio a dos hombres, uno de los cuales parecía portar un portaguitarras. Cuando los confrontaron, uno de ellos dijo “estamos perdidos. No sabemos en donde estamos. Estamos en la calle equivocada” y luego ambos salieron corriendo. No fue hasta después que, tras reportar el incidente a la policía y divulgarse la noticia de la fuga, cayeron en cuenta de que esa noche se habían topado cara a cara con Matt y Sweat.

"Tuvimos suerte de salir vivos" de ese encuentro, dijo luego uno de los testigos, cuyas identidades se han mantenido reservadas. Y, ciertamente, las autoridades consideran que los fugitivos son asesinos que podrían volver a matar, lo que ha puesto en alerta a los residentes del norte de Nueva York. Un vecino de la ciudad de Plattsburgh, a cinco millas de la prisión, dijo llanamente a CNN que allí los vecinos han cerrado con cerrojo las puertas de sus casas y alistado las pistolas y los cuchillos en caso de necesidad.

Así, mientras la persecución continúa sin que hasta ahora se hayan divulgado resultados concretos, las autoridades indagan la posibilidad de que los reos hayan contado con ayuda dentro de la prisión para escapar, pues como indicó CNN, nadie había logrado huir de allí en 170 años.

Expertos consultados por CNN sugieren, por ejemplo, que Matt y Sweat podrían haber tenido acceso a planos de la prisión para organizar su huida y que las herramientas con las que cavaron paredes y fracturaron tuberías podrían haber sido proporcionadas por una empresa contratista que realizó labores de mantenimiento en la prisión. Además, una empleada de la cárcel ha sido interrogada para conocer si proveyó de un teléfono celular o herramientas a los reos hoy fugitivos, aunque de acuerdo a CNN no se le han fincado cargos a esa persona. Se ha incluso especulado que la mujer podría haber ayudado a los fugitivos por razones sentimentales.

La tubería grande de acero que Matt y Sweat cortaron para escapar de prisión. (AP/Gobierno de NY)
La tubería grande de acero que Matt y Sweat cortaron para escapar de prisión. (AP/Gobierno de NY)

Sea como sea, el problema es que Matt y Sweat siguen libres y son muy peligrosos. El detective retirado Gabriel DiBernardo, que hace años participó en la investigación del asesinato perpetrado por Matt, dijo al ‘Times’ que el fugitivo era "la persona más cruel y maligna con la que se ha topado en 38 años como oficial de policía".

Matt y Sweat son, así, los más buscados actualmente en Estados Unidos. Pero su paradero y sus intenciones siguen en el misterio.