El dramático pasado del 'jurado 737' que podría trastocar el juicio contra James Holmes

James Holmes fue ya hallado culpable de 24 cargos de asesinato en primer grado por haber perpetrado una masacre en una sala de cine de Aurora, Colorado, el 20 de julio de 2012. Una tragedia que conmovió y resonó a nivel global y enlutó al país.

Ahora, su caso se encuentra en la etapa de definición de la condena que se le impondrá a Holmes luego de que se desecharon las alegaciones de locura temporal, y la decisión podría ser la pena de muerte. Pero un miembro del jurado que halló culpable a Holmes y que le impondrá un castigo por sus crímenes tiene una historia singular y en cierto modo extraordinaria, una situación que incluso podría trastocar todo el proceso judicial.

James Holmes, culpable de la atroz masacre en un cine de Aurora, Colorado. (AP)
James Holmes, culpable de la atroz masacre en un cine de Aurora, Colorado. (AP)

De acuerdo al portal Vocativ, la persona identificada como ‘jurado 737’ (para preservar su anonimato), que es parte de los que participan en el proceso contra Holmes, era un estudiante de la escuela Columbine cuando, el 20 de abril de 1999, los jóvenes estudiantes Eric Davis Harris y Dylan Bennet Klebold irrumpieron con armas de alto calibre y asesinaron a 13 personas, en su mayoría alumnos, para luego suicidarse. Incluso, el ‘jurado 737’ habría sido quien inicialmente presentó a Harris y Klebold años antes, cuando los tres iban a la escuela intermedia, indicó Vocativ. Por añadidura, la chica que según ese portal iba a ser la pareja del ‘jurado 737’ en su baile de graduación, la joven Rachel Scott, fue la primera de las víctimas del ataque.

Así, como lo señaló la televisora CBS incluso desde antes de que se confirmara la integración del jurado del juicio contra Holmes, se cuestionó que la presencia del hombre podría introducir un conflicto de interés o un prejuicio al desarrollo del proceso. Según la CBS, el jurado al principio habría dicho “¡No puedo hacerlo!” pero al final habría concluido que sí podría actuar de modo imparcial.

Y aunque desde entonces ha habido dudas sobre su posible parcialidad en el proceso, por el hecho de que existe incertidumbre sobre si una persona tan cercana a un caso de tiroteo masivo –y que incluso conocía a los asesinos y a una de las víctimas en aquella tragedia- podría realmente actuar al margen de prejuicios e ideas previas al decidir sobre la suerte de Holmes, autor de otra matanza igualmente atroz, al final eso no frenó su participación en el caso. Incluso, fue designado ‘jury foreman’ (portavoz del jurado) en el juicio y se mantuvo en él una vez terminada la fase de determinación de culpabilidad e iniciada la etapa de sentencia.

Con todo, y más allá de que la polémica revelación de su identidad, hecha por la revista Newsweek en contravención a una orden de secrecía del juez del caso, como lo informó entonces el periódico USA Today, no habría habido a lo largo del proceso objeciones mayores de parte de los abogados de Holmes. A los reporteros de Newsweek se les prohibió el acceso a la sala del juicio de Holmes por haber revelado la identidad del hombre, aunque esa publicación señaló que el hecho fue accidental.

James Holmes (izq.), de pie al escuchar su veredicto de culpabilidad por la masacre de Aurora. (Reuters)
James Holmes (izq.), de pie al escuchar su veredicto de culpabilidad por la masacre de Aurora. (Reuters)

Pero según expertos consultados por Vocativ, entre ellos un ex juez de la Corte Federal de Apelaciones de Colorado que además fue uno de los abogados del gobierno en la fallida apelación de Timothy McVeigh, autor del bombazo terrorista que devastó el edificio federal de Oklahoma City en 1995, el pasado del ‘jurado 737’ podría, de confirmarse que actuó con prejuicio, propiciar una apelación por parte de Holmes o incluso la invalidación (‘mistrail’) de todo el juicio.

Así existe la posibilidad de que la defensa de Holmes alegue esa presunta parcialidad y pida la anulación del caso o proceda a una apelación con opciones de éxito, dado que de probarse se trataría de una falla de procedimiento que pondría en entredicho toda la legitimidad del juicio.

Pero es muy pronto aún para dilucidar el asunto, si es que llega a plantearse, y por lo pronto la opinión pública está atenta en la actual fase de sentencia y en la probable decisión de sancionarlo con la pena de muerte. En los próximos días el ‘jurado 737’ podría leer ese último veredicto.