De nuevo, al diablo con las instituciones

Para cualquier país que se dice democrático las elecciones para que los ciudadanos designen a sus representantes a los puestos de elección popular son importantes y excepcionalmente se cancelan, y cuando llega a suceder, posteriormente se repone el procedimiento. En México no se han cancelado los procesos electorales en más de cien años lo que estaría indicando que, a pesar de las dificultades ocasionales,  las urnas reciben el voto que lleva al poder a los candidatos.

Es un hecho que en el pasado las urnas eran vigiladas por el ejército lo que daba certidumbre y seguridad a los electores para que asistieran a depositar su voto. Solo en años recientes el ejército dejo de cumplir esta función que tomo en sus manos la organización ciudadana que se despliega en el interior de cada casilla en la que están presentes los funcionarios y representantes de partidos y candidatos, lo que implica un sistema de seguridad y vigilancia para garantizar el respeto al voto y evitar el robo de las urnas.

La inseguridad existente en algunas entidades como Tamaulipas, Michoacán, Oaxaca y Guerrero, por la actividad de la delincuencia organizada, opositores de la CNTE Y CETEG a la reforma educativa y las demandas de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Iguala, que generan un clima social de incertidumbre al que se agrega, en el caso de Guerrero y Oaxaca, la demanda de que sean suspendidas las elecciones en estas entidades, llevó al Instituto Nacional Electoral a convocar a los dirigentes de los 10 partidos para firmar un “acuerdo de civilidad”, al que se negó Morena, y garantizar el desarrollo de las elecciones en un ambiente de certidumbre y seguridad para los asistentes a las urnas el próximo 7 de junio.

En la secretaria de Gobernación se reunieron los dirigentes de ocho de los diez partidos que participan en las elecciones, a ellos el secretario, Miguel Ángel Osorio Chong, les ofreció el apoyo federal y pidió que le hicieran llegar la solicitud de custodia de manera individual y en privado, para preservar la seguridad de los aspirantes a puestos de representación popular. Asimismo, les solicitó que el tema de la seguridad no sea motivo de politización.

Los dirigentes de los partidos se comprometieron a transmitir a la ciudadanía una señal de confianza sobre la seguridad, con la finalidad de que acudan a las urnas con tranquilidad. “Se intentará blindar la elección no sólo para tratar de impedir el uso de dinero de procedencia ilícita o la intervención del crimen organizado, sino para alentar la participación ciudadana el 7 de junio.”

No asistió a la reunión en Gobernación Movimiento Ciudadano que se excusó por tener un acto interno, mientras Morena se negó a asistir, no obstante, su dirigente Andrés Manuel López Obrador califico la reunión como “faramalla”, dijo que, como al viejo estilo de la mafia del PRI, reunieron a los partidos en la Secretaría de Gobernación.

Respecto de la seguridad para los candidatos a los puestos de elección popular, López Obrador dijo que es el INE el que debe solicitarla y no Osorio Chong. “Para que se mete este funcionario”. Calificó la reunión en Gobernación como un retroceso a los años 60. “Pero la culpa no sólo es del funcionario, sino también de los dirigentes de estos partidos paleros. Cómo se prestan a esas cosas, cómo se atreven a ir y hacerles el juego, lo hacen porque están al servicio de la mafia del poder.”

Con el objetivo de que se lleven a cabo las elecciones en un ambiente de tranquilidad, el INE y la Comisión Nacional de Seguridad instalaron una mesa permanente de comunicación para definir la estrategia a seguir en lugares que podrían considerarse conflictivos. Están presentes todas las fuerzas relacionadas con la organización de las elecciones.

El tema de la seguridad es importante en el proceso electoral, algunos candidatos ya sufrieron agresiones, otros fueron amenazados y unos más renunciaron para evitar atentados. Las entidades en las que la delincuencia organizada podría actuar para que los ciudadanos se abstengan de votar son Guerrero, Oaxaca, Tamaulipas, Chiapas, Veracruz, Morelos, Coahuila, Jalisco, Sinaloa y Quintana Roo. Donde la violencia parece disminuir, pero no desaparece.

Lo que se haga para garantizar la seguridad de los electores es válido. Lo importante es avanzar en la consolidación de nuestra todavía muy joven democracia. Lo que no se puede hacer es mandar al diablo a las instituciones. Significa abrir la puerta al desorden.   

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