La gran maquinaria (de propaganda) roja

"Reproduzcan este programa, transmítanlo por todas las emisoras, repártanlo en volantes". Así lo ordena el presidente Chávez en contacto telefónico de más de una hora con la televisora del Estado. Este guión se repite casi a diario.

En el set le escuchaban atentos la conductora del programa Dando y Dando, diputada del partido de gobierno Tania Díaz, y el jefe del Comando Carabobo Jorge Rodríguez, quien era entrevistado luego del simulacro electoral previo al 7-O.

Hugo Chávez desata su artillería y pierde la noción del tiempo en desmenuzar el programa de Gobierno de Henrique Capriles, y les dice "hay que repetirlo todos los días, no importa la persona, lo importante es que la gente sepa por qué proyecto está votando, el candidato de la oposición le promete un progreso y mantener las misiones, la gente tiene que saber que eso es mentira".

De repente se percata de que pasó el tiempo límite del programa, pero Díaz le invita a seguir y no preocuparse, pues a la transmisión en vivo, aunque no en cadena, se han conectado cerca de 100 estaciones, todas comunitarias.

En la televisora de la Asamblea Nacional, ANTV, se entrevista a los funcionarios del gobierno que acuden al simulacro electoral, pero en un día de transmisión sólo un diputado de la oposición fue entrevistado a la salida de su centro electoral. Y el cierre del noticiero fue el acto de Capriles Radonski en Barlovento, aunque solo fueron televisados treinta segundos de su discurso.

Los periodistas que conducen los noticieros y programas pro chavistas se refieren al candidato Henrique Capriles como "el candidato de la derecha fascista". Esta es la introducción o cierre de toda información que tenga que ver con él.

Quienes dan cobertura a los actos de campaña de Capriles en representación de la red de medios públicos, calculan cuanto tiempo de su discurso destina a responder acciones del presidente, cuanto a hablar de ofertas electorales y siempre califican su discurso como "vacío" y "sin profundidad", y señalan en sus comentarios que "una vez más insistió en desconocer los logros del Gobierno revolucionario en materia de educación".

Los medios oficiales no invitan a los dirigentes opositores a los programas de entrevista, y tampoco les toman en cuenta en declaraciones en el Parlamento. Generalmente tras las declaraciones de la bancada chavista, los micrófonos de VTV o ANTV se apagan.

Tampoco hay presencia de propaganda electoral de la oposición en estos medios, que son sostenidos con el aporte fiscal de todos los venezolanos.

Hegemonía comunicacional
En la lucha por romper lo que el Gobierno llama "dictadura mediática" de las empresas de comunicación privadas, han proliferado los periódicos, agencias, radios y televisoras de corte oficialista, todos englobados en el Sistema Nacional de Medios Públicos, creado en el 2008.

Expertos como el investigador Marcelino Bisbal han señalado que esto se remonta al 2002, cuando el Estado vio su debilidad comunicacional tras los sucesos del 11 de abril. Entonces se enrumbó por la senda del "Estado-comunicador".

Según datos del Ministerio de Comunicación en Venezuela, al cierre del 2011 operaban legalmente en el país 938 emisoras de radio y de televisión, de las cuales 660 son privadas, 235 comunitarias, y 43 son públicas. Esto no incluye las emisoras de radio clandestinas. Así como 334 medios impresos.

De existir en 1998 una sola televisora pública, Venezolana de Televisión (VTV), el Estado pasó a tener seis: Tves, ViveTV, AvilaTV, ANTV y TeleSur.

El portal web www.monitorelectoral.org/cadenometro/ ha hecho un seguimiento, luego del 13 de enero del 2012, a las horas que usa el presidente Hugo Chávez para hacer cadena y uso de la red pública.

De acuerdo con ese análisis, hasta el 9 de agosto, el Presidente ha estado en cadena nacional durante 78 horas y 12 minutos. Esto sin incluir las 9 horas 49 minutos que habló desde el Parlamento el día que entregó su memoria y cuenta.

Acotan que desde el 23 de enero del 2012, y contra toda norma del protocolo electoral, Chávez comenzó a utilizar las cadenas televisivas para promover su candidatura.