El retrato que Mozart regaló a su primer amor

No es la primera vez que hablamos aquí del genial compositor Wolfgang Amadeus Mozart a propósito de alguno de los numerosos retratos que se realizaron de él, tanto durante su vida como en las décadas siguientes a su fallecimiento. Una cuestión ésta que, por cierto, siempre ha estado rodeada de ciertos interrogantes debido a uno u otros motivos.

El binomio Mozart-pintura vuelve a estar de actualidad, después de que la célebre casa de subastas Sotheby’s anunciara la salida a venta de un diminuto retrato del compositor, realizado cuando éste tenía tan sólo 21 años, una época en la que el músico austriaco era aplaudido y admirado ya en toda Europa.

La peculiaridad de este retrato –más allá de su reducido tamaño de tan sólo cuatro centímetros de alto–, reside en el hecho de su finalidad. Y es que fue el propio compositor quién encargó dicha obra con la intención de enviárselo a su prima Maria Anna Thekla Mozart, la primera mujer que robó el corazón del talentoso joven.

Entre los años 1777 y 1781, Wolfgang estuvo perdidamente enamorado de su prima, que en aquel entonces tenía 18 años (tres menos que él). En aquel periodo de tiempo Mozart estuvo continuamente de gira por diferentes países europeos, pero no dejó de escribir a su amada, a la que enviaba largas cartas a menudo repletas de chistes, bromas, textos cariñosos e incluso pensamientos un tanto procaces y “picantes”.

Es precisamente en esta correspondencia donde se descubre la decisión de los jóvenes de intercambiar sendos retratos de cada uno, de modo que ambos pudiesen llevar siempre consigo un recuerdo del otro. La pintura que subastará Sotheby’s en noviembre muestra a Mozart vestido con una chaqueta roja, peluca empolvada y un gran lazo negro sujetando su pelo a la espalda.

Por desgracia, se desconoce el nombre del artista que realizó el diminuto retrato del músico, y que los estudiosos han podido fechar en los últimos meses de 1777. Lo que sí parece claro, puesto que la pequeña pintura estaba destinada a servir de recuerdo para su joven amada, es que el retrato constituye uno de los pocos testimonios conservados sobre el aspecto real del compositor, y sobre todo en aquellos años de juventud.

Puede parecer una cuestión baladí,  teniendo en cuenta la cantidad de retratos que se conservan del artista. Sin embargo, es un asunto de gran importancia, pues aunque se conocen más de sesenta pinturas que representan a Mozart, los expertos han concluido que tan sólo unas pocas obras muestran de forma fidedigna el rostro del músico.

Esto se debe a que incluso muchas de las pinturas, dibujos y grabados que se realizaron durante la vida del compositor fueron creadas por artistas que nunca estuvieron en contacto personal con él, mientras que otras se realizaron décadas después de su muerte, y sin utilizar como material de partida retratos fiables del salzburgués.

De hecho, en la actualidad los historiadores han determinado que tan sólo ocho pinturas y dibujos con retratos de Mozart fueron creadas por pintores que conocieron personalmente al compositor. Uno de ellos, al que se atribuye el mayor parecido –a raíz de los comentarios de la propia esposa de Mozart–, es el retrato creado por Joseph Lange, cuñado del músico, en torno a 1789.

Por este motivo, no es de extrañar que la pequeña pintura que Sotheby’s subastará haya generado un gran interés entre los expertos, y ya se habla de un precio de venta para la pieza de entre 200.000 y 300.000 libras (entre 250.000 y 375.000 euros).

Aunque finalmente el romance entre Mozart y su prima no prosperó, y el genio acabó casándose con la joven Constanze Weber, su querida Maria Anna nunca olvidó el romance que les había unido en su juventud. De hecho, ella conservó siempre el retrato de su primo, y no se separó de él hasta su muerte, cuando con 82 años lo legó a uno de sus herederos.

Historia original: Yahoo España