El admirable maestro que lleva a sus estudiantes todos los días hasta su casa

Compartir con los niños, conocer sus sueños y hacerles saber que son importantes para uno, suelen ser en la actualidad términos raros, cuando tanto tiempo le dedicamos al uso altamente individual de la tecnología.

Sin embargo, todavía hay quienes creen en estos valores. Es el caso de Carl Schneider, uno de los cinco profesores de la Whitney Achievement Elementary School, el personaje protagónico de una serie de fotos que en estos momentos circula profusamente por las redes sociales.

Este educando fue uno de los que se sumó a un proyecto totalmente voluntario que se propone acompañar hasta sus casas a los niños de un barrio obrero de Memphis, en Tennessee, muchos de ellos tan pequeños como sus mochilas.

Cuando acaban las clases y en teoría debería regresar a su casa, Schneider transita por las calles de la ciudad con un manojo de niños de primaria a cuestas, conversando con ellos, preguntándoles sobre sus inquietudes, mostrándoles las leyes del tránsito, advirtiéndoles sobre la seguridad vial, pero sobre todo escuchándolos.

Mientras esto ocurre, los menores van llegando a las puertas de sus casas; un gesto que la comunidad les agradece, pues los padres de estos niños trabajan a tiempo completo en fábricas, en factorías, como empleadas domésticas o como cajeras de un supermercado…

Fue entonces que, en medio de su labor anónima, Carl Schneider quedó atrapado por la cámara de una mujer que pasaba y que inmediatamente subió la imagen a su cuenta de Facebook.

No ha sido poco el revuelo posterior. Desde entonces han llegado innumerables mensajes de elogio y aprobación.

Según trascendió, el profesor Schneider dijo sentirse “muy feliz” de que su imagen esté recorriendo las redes sociales, sobre todo porque ella misma enfatiza en la labor de una comunidad educativa que asume de manera voluntaria el traslado de 200 alumnos, hijos de familias de modestos recursos.
Este ha sido el plan trazado por Debra Broughton, directora de Whitney Achievement Elementary School. Gracias a esta estrategia, desde hace tres cursos muchos de sus estudiantes no tienen que transitar a solas por las aceras de Memphis, camino a casa.

"Tengo un estudiante que está en un programa de mejora del comportamiento –relató Scnheider- y de esta forma tengo la oportunidad de encontrarme con su padre todos los días y hacerle saber cómo se ha comportado, lo que podemos hacer conjuntamente en casa y en la escuela para seguir progresando... Para los padres también es muy importante vernos y hablar con nosotros de esta forma".