Mateo Kovacic pone a Croacia en pie con una vaselina de tacón

La vaselina de tacón es una de las jugadas más endiabladamente difíciles de ejecutar en un partido de fútbol. Es una de esas filigranas por las que pagas en los videojuegos, un movimiento al alcance tan solo de los futbolistas más técnicos del planeta. Es evidente que Mateo Kovacic, la joya del vivero croata, milita en ese club.

El talentoso futbolista del Inter de Milán lo demostró durante el amistoso que disputó frente a la selección de Gibraltar (2-0) el pasado domingo. Con cierta fortuna, aprovechando sin duda la debilidad de la zaga gibraltareña pero con evidente maestría, acabó colándola en la red con un globito de espuela.

Sin duda, un gol raro de ver en cualquier encuentro de cualquier época.

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