¿Sustituirías durante un mes tu jabón, champú y desodorante por una población de bacterias?

Reconócelo si piensas en bacterias recorriendo tu piel te apetecerá de inmediato meterte en la ducha y frotarte con esponjas exfoliantes y geles desinfectantes. Nos pasa a todos, es propio de una sociedad obsesionada con la limpieza. Pero ¿aceptarías participar en un ensayo en el que durante cuatro semanas tuvieras que emplear exclusivamente a bacterias (Nitrosomas eutropha) en tu limpieza corporal, renunciando durante todo ese tiempo al champú y al jabón? La colaboradora del New York Times Julia Scott aceptó el reto y acaba de publicar su experiencia personal en un curioso artículo.

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La start-up tecnológica AOBiome, con sede en Cambridge, Massachusetts (EE.UU.) acaba de crear un tónico incoloro, inodoro e insípido llamado AO+, que se pulveriza sobre la piel, y que en realidad es un cultivo de miles de millones de Nitrosomas eutropha, una bacteria especializada en la oxidación del amoniaco que puedes encontrar allá donde haya basura o agua estancada.

Los científicos de AOBiome creen que esta bacteria vivía hasta no hace demasiado tiempo feliz y contenta sobre nuestra piel, actuando como una especie de desodorante "intransferible" al alimentarse del amoniaco presente en nuestro sudor y transformarlo en nitrito y óxido nítrico. Eso fue, claro está, antes de que empezáramos a aplicarnos desodorantes y a lavarnos con jabón, gel y champú.

Según cuenta Scott, la solución de esta bacteria que empleó en el experimento debía conservarse en la nevera, porque las inocuas bacterias que lo conforman están vivas. La "limpieza" consistía en humedecer dos veces por día la cara, cuero cabelludo y cuerpo con AO+. A finales de cada una de las 4 semanas, los científicos tomaban muestras de la piel de Julia (y del resto de participantes) para analizar el estado de su comunidad microbiana, también conocida como "microbioma".

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Algunos científicos comienzan ahora a plantearse si la guerra que estos últimos siglos hemos mantenido contra la microbiota históricamente asociada con el género humano podría estar detrás del aumento de las alergias. El caso de AOBiome es curioso, su inventor David Whitlock (que por cierto predica con el ejemplo hasta el extremo espolvoreando su producto AO+ dos veces al día, y reconociendo abiertamente no haberse ha duchado durante los últimos 12 años) recibió la inspiración al ver como los caballos se revolcaban por el suelo en verano para combatir el sudor.

Estaba claro que en la suciedad del suelo había algo interesante. Así fue como tras tomar muestras del lugar, llevarlas a su laboratorio y cultivarlas en una solución de amoniaco para simular el sudor, descubrió el papel de la N. eutropha, una delicada bacteria que no duplica su población cada 20 minutos, como hacen otras especies que habitan en nuestra piel, sino que requiere 10 horas para tal logro.

¿Cómo le fue a Julia en su experimento? Pese a reconocer que la peor parte fue aguantar los chistes de sus colegas (llegaron a dejarle una barra de desodorante en la mesa de trabajo), lo cierto es que cuando les pidió que la olieran tras los primeros días sin jabón, ninguno notó diferencia alguna. Pese a algún inconveniente (su nivel de grasa capilar creció por ejemplo) lo cierto es que pasada la primera semana los niveles de esta bacteria en su piel se estabilizaron, encontrando un nicho amistoso en el bioma de la periodista. Incluso después de asistir al gimnasio, aplicándose AO+ antes de salir de casa y al regresar, Julia se vio sorprendida al no percibir "efectos secundarios" partiendo de sus pies, un punto crítico con el sudor como todos sabemos.

Una semana después de pasar la prueba del mes sin jabón, y de retornar a los hábitos higiénicos anteriores, en el laboratorio le confirmaron que la colonia de N. eutropha había prácticamente desaparecido de su cuerpo. Necesitó un mes para "cultivar" su propio desodorante probiótico, pero solo tres duchas para acabar con las bacterias.

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¿Veremos pronto a L'Oreal y a otras potentes empresas del ramo de los cosméticos apostar por las bacterias amistosas en lugar de por el jabón?

Me enteré leyendo New York Times.