Jermain Taylor podría enfrentar hasta 54 años en prisión, pero antes, pasará Navidades en familia

Un ciudadano que se declara culpable de casi una decena de cargos por agresión relacionados con tres sucesos violentos en un año, dos de ellos con armas de fuego, tiene pocas posibilidades de mantenerse en la libre comunidad antes de su sentencia.

A menos que su nombre sea Jermain Taylor.

El excampeón mundial llegó a un acuerdo con fiscalía y se declaró culpable de nueve cargos asociados a tres incidentes de agresión, incluyendo un caso en el que le disparó a un primo suyo en agosto del año pasado.

Los otros incidentes violentos son por disparar al aire y amenazar a una familia en medio de un desfile en enero pasado, y por enfrascarse en una trifulca en mayo con otro paciente en un centro de rehabilitación de drogas.

La lectura de sentencia quedó pautada para el próximo 19 de abril.

Su declaración llegó apenas dos días antes de que iniciara el primer juicio en su contra. Como parte del acuerdo, también se redujo a agresión en segundo grado el cargo más grave en su contra, por herir a su pariente. Tampoco le someterán cargos por el agravante de cometer un delito delante de menores y por posesión de drogas, relacionado al segundo incidente.

UNA AMENAZA LATENTE

Taylor pasó 116 días en prisión al ser arrestado por el primer incidente violento, antes de recibir autorización para entrenar en Florida bajo la supervisión de su entrenador Patt Burns, con miras a un futuro regreso al cuadrilátero, a pesar de no tener una fecha ni un oponente confirmado.

Si bien es cierto que cualquier ciudadano tiene derecho a gozar de libertad bajo fianza, en el caso de Taylor sus acciones denotan ser una amenaza real y constante, lo que rivaliza con el derecho de libertad condicionada.

Según publicó el diario Arkansas Democrat Gazette, a través de su portal arkansasonline.com, el 26 de agosto de 2014, Taylor y su primo, Tyrone DaWayne Hinton, discutían por el entrenamiento del boxeador cuando el excampeón mundial fue a su casa, buscó un arma y comenzó a dispararle, hasta herirlo. Del mismo modo, amenazó a su hijo con el arma.

Mientras gozaba de libertad bajo fianza por el primer incidente, fue arrestado nuevamente por ponerle un arma de fuego en la cabeza de un ciudadano identificado como Thelton Pegro Smith y disparar alrededor de su esposa y sus tres hijos en medio del desfile anual en honor a Martin Luther King en Arkansas. La razón de la agresión: Se molestó porque uno de los niños dejó caer la correa de campeonato que pertenecía a Taylor.

Durante el incidente, a Taylor le encontraron un empaque con marihuana, pero ese cargo tampoco fue incluido en el pliego acusatorio en su contra.

Sí fue enviado a un centro de rehabilitación, donde en mayo pasado se enfrascó a golpes con su compañero de cubículo, Jason Isaac Condon. La víctima cayó inconsciente al suelo y sufrió varias fracturas en el rostro.

Sin embargo, el juez Leon Johnson le concedió un pase de tres a cuatro días para pasar las festividades navideñas con su familia en Little Rock, Arkansas, con la condición de que permanezca en la residencia de una hermana. Luego podrá regresar a Florida y continuar con su entrenamiento.

¿LARGA CONDENA O LIBERTAD BAJO PROBATORIA?

En su comparecencia ante el tribunal, Taylor se declaró culpable de seis cargos de agresión agravada, dos cargos de amenaza atemorizante y uno de agresión en segundo grado.

Cada uno de ellos contempla una pena máxima de seis años, lo que podría elevar la condena hasta 54 años en prisión.

Sin embargo, por no contar con un récord criminal previo, el púgil podría cualificar para una probatoria si así lo recomienda la fiscalía y a cualquier sentencia que recaiga en su contra, tendrían que restarle los 116 días que ya pasó en prisión.

La última palabra la tendrá el juez el 19 de abril.

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