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Jorge, un paciente que solo ve el lado derecho de la realidad

Imagina que tus ojos registran perfectamente lo que tienen delante, pero tu cerebro es incapaz de prestar atención al lado izquierdo de tu campo visual. Los pacientes que sufren este problema, llamado heminegligencia, se sientan a comer y dejan intacto el lado izquierdo del plato, si dibujan un reloj solo pintan el lado derecho y si se afeitan ante el espejo se dejan media barba sin afeitar.

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Este el caso de Jorge (nombre inventado para preservar su intimidad), un paciente que sufrió una lesión en el hemisferio derecho de su cerebro hace solo unos meses, en diciembre de 2012. Tiene 49 años y tiene dañado el lóbulo parietal derecho, una lesión que le produce una negligencia en el campo visual y una ceguera hacia todo lo que tiene a su izquierda. En exclusiva para Neurolab, aquí pueden ver una de las muchas pruebas que se realizan a este tipo de pacientes para comprobar la evolución del problema. En este caso se trata de copiar un dibujo, observen lo que sucede:

Como ven, Jorge solo ha copiado la parte derecha del dibujo hasta que su médico dibuja una línea a la izquierda. A partir de ese momento, su atención varía y puede ver un poco más allá en su campo visual. "Es un trastorno de atención más que de percepción", explica sobre este tipo de casos el neuropsicólogo del Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC) Álvaro Bilbao. "Al cerebro le llega toda la información, pero solo capta lo que está en la parte derecha de lo que está mirando, si le pongo el dibujo totalmente a la derecha seguirá dibujando el campo derecho".

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Pero, ¿por qué empieza a ver lo que hay a la derecha cuando el doctor dibuja una línea? "Cuando haces la línea", explica Bilbao, "presta atención a un área nueva y a partir de ahí todo lo que hay a la derecha entra ahora en su campo de atención". Jorge, por ejemplo, puede ver su brazo y puede decir que no es suyo. Esto les pasa a muchos pacientes, que dejan de utilizar este brazo; si tienen que abrir una botella la sujetan con las piernas, abren las puertas con la mano derecha, etc.

Porque el problema principal de estos pacientes no es que su cerebro pase olímpicamente de lo que tienen a la izquierda, sino que ellos no son conscientes de su problema y construyen todo tipo de explicaciones para justificar su ceguera lateral. Jorge, por ejemplo, es taxista y está convencido de que puede conducir, trabajar, jugar al fútbol o nadar en la piscina, a pesar de que no mueve ni el brazo ni la pierna izquierdas. Este problema se conoce como anosognosia y es un síndrome muy característico de pacientes con lesión en hemisferio derecho. "Si la heminegligencia fuera sólo no prestar atención al hemicampo izquierdo", explica el doctor Bilbao, "cualquiera en su sano juicio miraría un poco más a la izquierda para encontrar algo... Si a mí se me cae una chincheta al suelo, por ejemplo, y no la veo al primer golpe de vista, imagino que estará detrás de mí y me doy la vuelta. El paciente con anosognosia no se lo imagina por mucho que se lo digamos o le entrenemos. Simplemente no es consciente de que es heminegligente, y es muy difícil lograr que sea consciente de ese hecho".

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Una situación típica es que se le señale al paciente su brazo izquierdo y que éste diga que no es suyo, o que es de una tercera persona. En una prueba con otro paciente con heminegligencia, recuerda el doctor Bilbao estaba acompañado de una ayudante. Si ésta se ponía a la derecha, el paciente contaba tres personas en la habitación, mientras que si la ayudante se movía unos centímetros, el paciente contaba solo dos, aunque la tenía delante de los ojos.

¿Y la chica? - pregunta el doctor.

Pues no lo sé, estaba y ya no está.

¿Y eso?

No lo sé, porque estaba aquí hace un momento. Pero por alguna razón ya no está.

Por eso la estrategia del tratamiento consiste en intentar establecer rutinas para que hagan un barrido visual e interioricen que tienen un problema de visión. "También hay que intentar sentarle a la derecha de la televisión para que le quede en el lado izquierdo", explica Bilbao, "y forzar que la atención tenga que desplazarse más a la izquierda". Afortunadamente, en muchos pacientes el problema dura unos meses después del ictus o el traumatismo cerebral y su visión vuelve paulatinamente a la normalidad.

Por cierto, Álvaro Bilbao acaba de publicar su libro “Cuida tu cerebro… y mejora tu vida”. En su web pueden encontrar algunos tests para conocer cómo está su salud cerebral. En cuanto lo leamos, comentaremos el libro :-)

Fuente: Yahoo! España
Jorge, un paciente que solo ve el lado derecho de la realidad