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Estudio ayuda a entender la misteriosa enfermedad de Kawasaki

En la década de 1960, un doctor japonés llamado Tomisaku Kawasaki, describía por primera vez los síntomas de una enfermedad que terminaría siendo conocida con su apellido: la enfermedad de Kawasaki. Afecta principalmente a niños y describe un cuadro de altas fiebres que se prolongan durante varios días, ojos enrojecidos, labios agrietados, erupciones cutáneas y una típica “lengua de fresa” como la que mostramos en la imagen superior.

Una de las mayores dificultades para diagnosticar Kawasaki es que sus primeros síntomas coinciden con otras enfermedades infantiles menos graves y puede pasar desapercibida si no se estudian a fondo todos los posibles indicadores.

A esto se une que el grave desarrollo de esta enfermedad puede causar la muerte del joven paciente cuando afecta al sistema circulatorio provocando aneurismas arteriales, problemas coronarios, insuficiencia cardiaca y en muchos casos, la muerte súbita.

Desde que se descubriese en 1967, han pasado ya casi 50 años y hasta ahora los especialistas aún no tienen una causa que explicase satisfactoriamente esta enfermedad. Tampoco contamos con una prueba segura que confirme el diagnóstico y ni siquiera sabemos cuál es exactamente el agente que la causa.

Lo que sí podemos saber ahora, gracias a un estudio publicado estos días en PNAS y realizado por el Instituto Catalán de Ciencias del Clima (IC3) es que sea cual sea el agente que causa la enfermedad de Kawasaki se traslada mediante el viento.

Un equipo de investigadores liderados por Xavier Rodó ha presentado los modelos de simulación de las corrientes de aire que trasportan los agentes patógenos lo cual explica cómo se distribuye este agente en lugares tan distantes como Japón, China o Estados Unidos.

Hace unos diez años, otro equipo de científicos descubrió que los brotes de esta enfermedad en Japón coincidían con patrones de vientos procedentes de una región concreta en el noroeste de China dedicada mayoritariamente a la agricultura. Desde aquel estudio se ha conectado el agente causante de la enfermedad a esa actividad agrícola, concretamente, al cultivo extensivo de cereales.

Los modelos presentados esta semana significan un avance en este sentido y ofrecen un detallado análisis de las corrientes de viento que trasportan las partículas desde su origen en esa zona agrícola de China hasta zonas tan remotas como Estados Unidos, país que ha visto incrementada esta afección en los últimos años.

Este proyecto lleva elaborándose desde hace años y desde 2011 el equipo de científicos del IC3 ha estado recogiendo muestras de estos vientos utilizando una avioneta que sobrevolaba a tres kilómetros de altura las corrientes de aire procedentes de esta región.

Las muestras recogidas parecen apuntar a que un hongo del género Candida, responsable también de otras enfermedades como la candidiasis, puede estar detrás del origen de la Kawasaki, aunque por supuesto, aún se necesitan más investigaciones para aclararlo definitivamente.

Para finalizar me gustaría apuntar una curiosidad: parte de este estudio realizado por el IC3 ha conseguido su financiación gracias a una “Telemaratón” benéfica realizada en la televisión catalana TV3 lo cual vuelve a resaltar la importancia de la generosidad popular a falta de una verdadera implicación política en los presupuestos de nuestros propios científicos.

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Referencias científicas y más información:

Xavier Rodó, Roger Curcoll, Marguerite Robinson, Joan Ballesterb, Jane C. Burns et al.

Tropospheric winds from northeastern China carry the etiologic agent of Kawasaki disease from its source to Japan” DOI: 10.1073/pnas.1400380111 PNAS May 19, 2014

Fuente: Yahoo España
Un estudio español ayuda a entender la misteriosa enfermedad de Kawasaki