Cómo convertirse en un genio después de un golpe en la cabeza

Se llama "síndrome de savant adquirido" y, aunque el titular lo resume de una forma un poco chusca, sirve para entender rápidamente en qué consiste. Aunque la mayoría de "savants" (personas con una capacidad cognitiva concreta que supera con creces la media) lo son de nacimiento, se conocen entre 30 y 50 casos en el mundo de personas que se han convertido en "sabios" después de algún tipo de accidente. Hace doce años, por ejemplo, Jason Padgett fue asaltado y golpeado en la cabeza por sus atracadores. Cuando despertó, en un bar de Tacoma (EEUU), sintió que veía el mundo de forma diferente, y ahora ha pasado de trabajar en una carpintería a estudiar física y matemáticas y dedicar su vida a los fractales.

Su caso está teniendo más atención estos días porque acaba de presentar sus memorias, 'Struck by Genius' (Golpeado por el genio), un libro en el que relata cómo una violenta contusión cerebral cambió su vida. Para conocer mejor qué le estaba pasando, Padgett viajo a Finlandia, donde el doctor Berit Brogaard le sometió a una serie de pruebas de neuroimagen. El resultado de las resonancias indicaba que el lóbulo parietal izquierdo, implicado en los cálculos matemáticos, estaba activado por encima de la media y es una prueba, según Padgett de que el golpe reconfiguró su cerebro.

Su caso es parecido al de Derek Amato, un vendedor de Dakota del Sur que en el año 2006 chocó violentamente con su cabeza contra el suelo de una piscina. Semanas después del traumatismo, Amato experimentó un interés súbito por la música y comenzó a asombrar a sus conocidos con un talento musical que hasta entonces no había desarrollado. Algo similar le ocurrió al quiropráctico Jon Sarkin, que se obsesionó con la pintura tras un accidente, y a Tony Cicoria, un ortopédico de Nueva York que decidió su vida al piano después de ser alcanzado por un rayo.

Los neurocientíficos que estudian este tipo de casos, como Darold Treffert, de la Universidad de Wisconsin, aún no conocen cuál es el mecanismo que desata estas capacidades extraordinarias, como el sentido musical o la memoria fotográfica, pero algunos empiezan a sospechar que más que activarse mágicamente, los talentos pasan de un estado de latencia a un primer plano al desactivarse (o ralentizarse) otras regiones del cerebro. Los experimentos más interesantes lo está realizando el australiano Allan Snyder, de la Universidad de Sídney, quien consigue que sujetos sanos desarrollen temporalmente una mejor capacidad para el dibujo o las matemáticas, desactivando regiones de su cerebro con estimulación magnética transcraneal. Snyder pide a un grupo de sujetos que resuelvan una prueba de habilidad espacial, por ejemplo, y los resultados son notablemente mejores cuando desactiva determinadas áreas cerebrales asociadas a capacidades cognitivas "superiores".

Aunque la idea está aún por explorar, sobre la mesa está la cuestión de si lo que sucede es que realmente cada uno de nosotros tiene un "genio" en su interior, que no sale a la luz porque tenemos otras muchas cosas en que “pensar”. Y aunque aún está "cogida con pinzas", no negaréis que resulta una idea más que estimulante.


Fuente: Yahoo España
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