El rechinido de dientes (bruxismo) en los niños

El rechinido puede deberse al brote de los nuevos dientes / Foto: iStockphoto
El rechinido puede deberse al brote de los nuevos dientes / Foto: iStockphoto

El bruxismo es el hábito o la pulsión no controlada de apretar o rozar entre sí intensamente los dientes, produciendo alteraciones físicas como:

  • Desgaste en las piezas

  • Dolor en las encías

  • Dolor de los músculos faciales

  • Dolor al masticar

  • Dolor de cabeza

  • Alteraciones del sueño

  • Alteraciones psicológicas (irritación, nerviosismo y llanto)

[Galería: Bolsas periodontales, ¿qué son y cómo prevenirlas?]

El bruxismo en los niños suele aparecer entre los cuatro y seis años de edad, pero hay casos en que pueden comenzar a bruxar luego de terminada la dentición primaria, a partir de los 2 años. Normalmente, el bruxismo desaparece con el paso de los años, cuando salen las muelas y dientes permanentes, aunque en ocasiones, se sigue padeciendo en la edad adulta.

El bruxismo puede ser nocturno y diurno, pero durante el sueño, el problema es más grave, ya que no se es consciente de la acción, por lo tanto es todavía más difícil de controlar. Todavía no se conocen cuáles son las causas del bruxismo, pero se han relacionado los factores desencadenantes de este hábito a:

  • Estados de estrés emocional

  • Ansiedad

  • La posición durante el sueño

  • Los parásitos

  • Mal oclusión dental (dientes en posición anormal)

Estudios demuestran que los niños que sufren alguna parasomnia del sueño como el sonambulismo, temor nocturno, enuresis (mojan la cama), sueño inquieto, el movimiento de piernas o somnílocua (hablar dormido) son más propensos a ser bruxistas.

[Relacionado: Prevención del mal aliento matinal]

El tratamiento consiste en corregir los factores que propician este hábito mediante:

Ajuste oclusal. Desgaste de puntos de contacto dental cuando hay mal posición dentaria.

Guarda oclusal nocturna. Es un aparato rígido, que se ajusta perfectamente a los dientes y se coloca por la noche evitando el desgaste de los dientes y que disminuye la tensión muscular.

Ortodoncia u ortopedia. En el caso de que las deformidades dentales lo requieran y de la edad del niño.

Fisioterapia. Si hay situaciones de estrés se deben realizar ejercicios musculares para ayudar a su relajación y disminuir el dolor.

Psicoterapia. Si el bruxismo está relacionado con un problema de ansiedad o emocional

Homeopatía. Uso de medicamentos homeopáticos para calmar el estrés, nerviosismo, conciliar el sueño.

También puede favorecer que el niño no haga ejercicios extenuantes ni que vea violencia en la televisión. Un baño relajante antes de irse a dormir le ayudará a relajarse y si por la noche oyes el rechinar de sus dientes, procura cambiarlo de posición.

[Galería: Prevención y control de las manchas dentales]

Algunos padres no perciben que sus hijos son bruxistas, ya que los niños pueden o no tener dolor en las encías, dientes, músculos ni articulación de la región bucal, siendo el odontólogo el primero en diagnosticar tal hábito. Es importante llevar a los niños a consulta con el profesional de la salud, ya que el mejor tratamiento a cualquier padecimiento es la prevención.

Visita a tu odontólogo.

_

Juan José Aguilar es cirujano dentista por la Universidad de Guadalajara, México, y especialista en odontología estética y restauradora. Cédula: 5711438.