"Maté a mi mejor amigo... hace 25 años"

La comisaría de Chelmsley Wood en la que se perdieron las pruebas (Carl Baker)
La comisaría de Chelmsley Wood en la que se perdieron las pruebas (Carl Baker)

La muerte de Anthony Pryke no debería estar en titulares durante estos días. Era un caso simple. Este chaval inglés había muerto hace 25 años, a los 17, en un claro accidente. Había aparecido en las tuberías de un desagüe cuatro meses después en agosto de 1987 y todo apuntaba a que el joven se había escondido ahí y los gases le habían noqueado hasta que perdió la vida. Es lo que se dio por hecho. Cuando fue hallado era diciembre, y el cuerpo estaba tan descompuesto que no hicieron ni autopsia. Alguna relación guardaría con la reciente muerte de su padre, pero eso era algo que tenía que resolver la familia. Caso cerrado. A otra cosa.

Adelantemos hace unos años que el hermano del difunto, David Pryke, ahora de 43 años, había estado con el que fuera mejor amigo de su hermano, Mark Masefield. En un estado de clara inebriación, Masefield le había confesado que él había matado a su hermano, en una discusión que él zanjó atizándole con un tubo de hierro en la cabeza. Luego había escondido su cuerpo en las tuberías.

David fue, evidentemente, a la policía a relatar el nuevo giro. Habían pasado 24 años, pero esto lo cambiaba todo. Ya no era un accidente, era un asesinato. Ahora había que hacer justicia. La policía tomó nota del asunto y fue a buscar a Mark Masefield. El hombre, que entonces ya no estaba bajo los efectos del alcohol, lo negó todo. Si el caso estaba frío antes de volver a abrirlo, ahora se había quedado helado: el cuerpo de Anthony había sido cremado y toda la documentación relativa a su muerte se había perdido en la inundación que había sufrido la comisaría de Chelmsley Wood a principios de los 90. Masefield quedó libre.

Pero algo debió pasar entonces. Igual la historia tocó la fibra sensible de Masefield, igual se hartó de vivir con la culpa, o igual el miedo de ser capturado se volvió insoportable. El caso es que en julio se presentó de nuevo en la comisaría y lo confesó todo. Que había discutido con Anthony y que le había golpeado con el tubo metálico que iba a formar parte de un andamio de la casa en obras.

Según Victoria Jones, la abogada que lleva el caso para la policía: "Confirmó que había tirado el cuerpo de Anthony por un agujero en el jardín. Aseguró que era en defensa propia, que Anthony iba a atacarle y él sólo se defendió. Hemos apuntado que cuando fue entrevistado en 1987, dio un testimonio falso. Había dicho que no había visto a Anthony en mucho tiempo, desde el funeral de su padre.

La pregunta es: "si actuó en defensa propia, ¿por qué escondió el cuerpo?"

Masefield ha aclarado que su cargo no es de asesinato; es solo de homicidio. Tiene a su favor la errada autopsia, la falta de documentación y de otras pruebas. Es más, sin su testimonio no habría ningún indicio en su contra. Por eso la policía va a aceptar su versión de los hechos. Y en función de ellos saldrá el veredicto esta semana.

Fuente: Daily Mail