La radical transformación de la mujer que se ha ido a vivir con su hijo al Estado Islámico

Sahin Aktan muestra los retratos Asiya, antes (d) y después (i) de cruzar la frontera. (AP).
Sahin Aktan muestra los retratos Asiya, antes (d) y después (i) de cruzar la frontera. (AP).

Muchas son las historias de las atrocidades que está cometiendo el Estado Islámico en Irak y Siria, donde intenta asentar su dominio a sangre y fuego, arrasando pueblos y represaliando a sus habitantes. Los afortunados han podido huir a tiempo, los que no tuvieron tanta suerte han sucumbido ante los islamistas.

Sin embargo, también se está produciendo un fenómeno mucho más desconocido a la inversa: familias que llegan desde otros países, fundamentalmente Turquía, para estar en el Estado Islámico, con la esperanza de que vivir bajo la sharia (código legal islámico) garantizará la vida espiritual de los hijos alejados de placeres terrenales como el sexo, el alcohol o las drogas.

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Sahin Aktan muestra como era su relación con Asiya Ummi Abdullah antes del divorcio (AP Photo/Emrah Gurel)
Sahin Aktan muestra como era su relación con Asiya Ummi Abdullah antes del divorcio (AP Photo/Emrah Gurel)

Asiya Ummi Abdullah

es uno de los últimos ejemplos, pero ni mucho menos el único. La joven mujer, de solo 24 años, cruzó la frontera turca con su hijo a cuestas el mes pasado en busca del califato.

“Mi hijo conocerá a Dios y vivirá bajo sus reglas”, comenta a la agencia AP.

Y es que la desaparición de la madre con el pequeño a cuestas fue muy comentada en Turquía, después de que su exmarido, Sahin Aktan, un vendedor de coches de 44 años, acudiese a los medios para anunciar lo que acababa de hacer.

También contó la progresiva radicalización de su esposa hasta llegar a convertirse en una fundamentalista religiosa. Al principio todo iba bien en el matrimonio, pero tras nacer el niño, empezó a cubrirse el cabello y a orar cada vez con más frecuencia. Se sentía sola y estableció contacto con yihadistas a través de Facebook. El embarazo cambió la vida de esta pareja.

Aktan muestra varias fotos de familia (AP)
Aktan muestra varias fotos de familia (AP)

“No tenía amigos. Me sentía constantemente menospreciada por él y su familia. No era nadie a sus ojos”, relata Asiya. En un mensaje de Facebook acusó a Sahin de presionarla para abortar. Él no niega que se lo planteó al principio del embarazo, pero asegura que cuando ella insistió en tener al niño, él lo aceptó y amó a su hijo.

Quizás fuese ese el detonante o quizás no, pero lo que sabemos seguro es que poco tiempo después llegó el divorcio y madre e hijo cruzaron la frontera para vivir en el Estado Islámico.

No se sabe con certeza cuántas personas han hecho el mismo camino, aunque por ejemplo Aktan habla de que conoce el caso de los 15 miembros de una familia que fueron a Siria “como si fueran de vacaciones” y allí se han quedado, cumpliendo el ansia del Estado Islámico que lo que busca es que cada vez más gente se una a su causa y quiera vivir en su territorio.

Mientras tanto Aktan pide la vuelta de su hijo y exige que la decisión “egoísta” de la madre no afecte al pequeño.

“Si quieres morir puedes hacerlo. Pero no tienes el derecho de llevarte al niño contigo”, concluye.


Historia original: Yahoo España