La cruel historia de Zhang Qi, la joven encerrada por sus padres durante 6 años

No aprobaban la relación sentimental que tenía y la tuvieron cautiva en casa alegando que tenía una enfermedad mental que la impedía salir.

Zhang Qi viviendo en unas condiciones miseables.
Zhang Qi viviendo en unas condiciones miseables.

Afortunadamente su durísimo cautiverio ha quedado atrás y la joven china, Zhang Qi, de 24 años, puede empezar a olvidar un prolongado encierro que la ha mantenido apartada de la sociedad desde los 18 después de que sus padres no aprobasen una relación sentimental que tenía. Están por ver aún las secuelas que le han quedado tras vivir entre basura y suciedad, mala alimentación y ningún tipo de contacto con otras personas.

Y es que los padres, una familia muy poderosa en el pueblo de Jingang (provincia de Hubei, China), la trataron peor que a un animal durante mucho tiempo hasta que un vecino decidió actuar y conseguir su liberación.

La historia se remonta a hace 6 años cuando Zhang, entonces con 18, empezó una relación con un muchacho que a los padres no les gustó. Por eso, tras varias tentativas fallidas de la joven por escapar de casa y su negativa a romper la relación con él, los progenitores decidieron encerrarla en casa y mantenerla apartada del resto del mundo.

Para hacerlo creíble hicieron circular el rumor de que tenía una enfermedad mental que la impedía salir de casa. Pero además del encierro, la chica tuvo que soportar unas condiciones miserables, rodeada continuamente de basura, excrementos y obligada a estar tumbada sobre un montón de paja.

Evidentemente todo sonaba muy extraño, pero los habitantes del pueblo decidieron no hacer nada por miedo. La familia es muy influyente allí y la gente tenía miedo a las posibles represalias que podían tomar. Hasta que apareció Chow Jen, un hombre de 50 años que llevaba ya tiempo sin vivir en el pueblo y que decidió acercarse a la casa y tomar algunas fotos que publicó en las redes sociales, lo que posibilitó una inmediata reacción de la policía china.

“Sus padres son gente poderosa aquí y todos me dijeron que no interfiriera. Durante mi última visita, cuando vi en qué condiciones estaba decidí que la situación había llegado a su fin y que era el momento de decir basta”, relata al Daily Mail.

Pese a que el tema ha conseguido un alcance nacional, lo cierto es que la censura china ya ha eliminado muchos de los artículos en los que se ve a la joven en una situación tan lamentable. Cierto es que soplan aires de cambio en el país y que cada vez hay una mayor apertura, pero en muchos pueblos se siguen empleando unas formas de actuar que son absolutamente indignas del siglo XXI en el que estamos.

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