La CIA tiene un manual de monstruos peligrosos

El vestíbulo de la sede de la CIA en Langley (Virginia, EEUU)
El vestíbulo de la sede de la CIA en Langley (Virginia, EEUU)

La CIA es una fuente extraordinaria de historias estrambóticas -algunas más serias y graves que otras. Esta semana se ha sabido que en los pasillos de su sede en Langley hay uno de los Starbucks más activos del país. Es el único en que los clientes no dan su nombre al pedir su café.

Los nueve empleados no pueden chulear en las fiestas del lugar de su trabajo. Pueden decir solo que está “un edificio federal”: nadie trabaja en la CIA. El hijo de uno de los directores de los años 70 de la agencia, Richard Helms, siempre decía que su padre trabajaba “en el Departamento de Estado”.

Hace unos días se han desclasificado 200 documentos del archivo histórico de la CIA. Un ex empleado está en juicio porque quiere que la agencia saque a la luz más de sus documentos caducados. Aquí hay una lista con seis de las mayores revelaciones.

El 11 de septiembre de 2001, el entonces vicedirector de la agencia, Michael Morell, llevó el informe de inteligencia diario al presidente. Cuando George W. Bush oyó a Morell, dejó el periódico y le preguntó: “¿Algo de interés esta mañana?” Es una pregunta que merece un mejor lugar en la historia. Morell no llevaba nada importante: era un día con un informe “sin incidentes”.

*

Entre estos 200 documentos hay un manual de monstruos que se esconden en algún sótano de Langley. No son monstruos vivos, sino lingüísticos. Dos agentes -cuyos nombres siguen siendo secretos- hicieron en 1982 una lista de tópicos sin sentido que sus colegas usaban demasiado. Cada uno era un monstruo sobrenatural con su dibujito. Este es por ejemplo el “análisis multidisciplinar”:

Ilustración del monstruo del análisis multidisciplinar según un manual de dos agentes de la CIA.
Ilustración del monstruo del análisis multidisciplinar según un manual de dos agentes de la CIA.

Esta es la definición que dan:

Un análisis multidisciplinar es como dos o más análisis convencionales unidos. Parece más bien descuidado, con cabos por atar por aquí y por allí, y sus superficies tienen una sustancia pegajosa que permite que materiales raros se adhieran. Por su aspecto nuevo, parece que tiene más profundidad que sus primos de una sola dimensión.

Es todo sorna para reírse de expresiones vacías que esconden confusión. Un informe puede decir “análisis multidisciplinar” para ocultar que se ha hecho lo de siempre sin nuevos resultados. “Algunos prefieren las líneas limpias del análisis convencional y no están seguros de que esta [nueva] tendencia sea buena”, dicen los autores. Claro.

Estos son el resto de animales mitológicos del manual de la CIA:

Alternativas viables
Crisis creciente
Parámetros
Tensión elevada
Situación desesperada
Implicaciones a largo plazo
Evidencia disponible
Futuro predecible
Casi inevitable
Sin posibilidad de éxito
Apuros económicos
A grandes trazos
Efecto neto
Mayoría aplastante

En todos los casos son palabras que quieren decir menos de lo que aparentan. Es un mal típicamente académico y político, que la CIA también sufre. Dos agentes supieron reírse del lenguaje de los informes de la agencia.

La definición de “Alternativas viables” es maravillosa:

Los analistas a menudo confunden alternativas viables con sus primos más comunes -simples alternativas- y a menudo tientan a funcionarios preocupados con soluciones falsas. Al contrario que alternativas viables, las alternativas normales son menos tímidas y nunca desaparecen, incluso aunque los funcionarios sigan rechazándolas. A veces tanto analistas como funcionarios no son capaces de distinguir entre las dos subespecies hasta que han sido probadas y juzgadas.

Es un ejemplo perfecto de las consecuencias reales del lenguaje: confundir una alternativa viable -por tanto, no segura sino solo posible- con una opción real, puede llevar a errores de juicio.

El animalejo que representa a “crisis creciente” es una muestra de que los diseños no son casuales: una crisis creciente no es una crisis real. Igual que el monstruito: un dinosaurio hippy, con toques de mariposa. Parece una amenaza pero no lo es.

Ilustración del monstruo crisis creciente según un manual de dos agentes de la CIA.
Ilustración del monstruo crisis creciente según un manual de dos agentes de la CIA.

Los “parámetros” son otro gran dibujo: un dragón sin patas.

Ilustración del monstruo parámetros según un manual de dos agentes de la CIA.
Ilustración del monstruo parámetros según un manual de dos agentes de la CIA.

Tiene su explicación:

Los parámetros, queridos por los especialistas en defensa y los burócratas en general, son el “perro guardián" de los analistas a quienes les gustan “las grandes ideas”. Son criaturas sin piernas.

No tienen piernas porque no van a ningún lugar. Es una extensión de la palabra común: “límites”. Además, dicen los autores, “algunos de los supuestos efectos disuasorios de los 'parámetros’ proceden del asombro que inspiran en el analista y -espera él- en el lector”.

Pero como todos los demás monstruos son solo lenguaje engalanado, un decorado vacío para ocultar la incapacidad de ser precisos o parecer más profundos de lo que la realidad permite. Es tranquilizador que la CIA tuviera agentes así en 1982. Espero que tengan herederos o que al menos los monstruitos tiendan a desaparecer. Aquí están el resto de sus creaciones.


Historia original: Yahoo España.