Investigación niega teorías de conspiración en asesinato de Kennedy


Cuando se acerca el 50 aniversario del asesinato del presidente John F. Kennedy, en Dallas, Texas, cunden el interés y las publicaciones que tratan sobre el dramático suceso y buscan explicarlo de diversas maneras. Algunas, con base en investigaciones más o menos rigurosas según el caso, insisten en la teoría de que Kennedy fue asesinado en el marco de una conspiración y de que hubo más de un tirador implicado y no solamente Lee Harvey Oswald.

Pero Larry Sabato, profesor de la Universidad de Virginia, decidió ir en otra dirección. Un reciente libro de su autoría concluye, tras cinco años de investigación, que no hubo varios tiradores y que Kennedy fue abatido únicamente por Oswald.

Según relata la televisora ABC, Sabato desacreditó un elemento que para algunos es evidencia de que existió un complot para matar a Kennedy: una grabación del sistema de la Policía de Dallas en el que se escuchan sonidos que parecen disparos de arma de fuego, sonidos que serían diferentes a los producidos por el arma de Oswald. Ese audio dio pie en 1979 a sospechas entre miembros del Congreso de que en efecto existió una conspiración contra Kennedy.

Pero en el libro de Sabato titulado ‘The Kennedy Half-Century: The Presidency, Assassination, and Lasting Legacy of John F. Kennedy’ el autor desmantela esa suposición tras un nuevo análisis de ese audio policial. Sabato afirma que los sonidos mencionados no son de un arma de fuego sino de una motocicleta de la policía. Además, el agente cuya grabadora captó esos ruidos se encontraba a dos millas del lugar del asesinato de Kennedy, por lo que no podría haber registrado ningún ruido proveniente de la plaza Dealey, donde aconteció el magnicidio.

Sabato no deja títere con cabeza en su desmantelamiento de teorías conspiratorias en el asesinato de Kennedy. Para empezar, según la cadena ABC, critica severamente a la Comisión Warren, que investigó el crimen y emitió un reporte en 1964, por haber realizado un trabajo que dejó dudas de credibilidad, y por ello sus fallas propiciaron la efervescencia de teorías de múltiples tiradores o sobre la participación de instancias adicionales en el asesinato. Desde luego, critica a los legisladores que en 1979 hablaron de disparos adicionales tras escuchar el audio de la Policía de Dallas y afirma que ninguna de las dos investigaciones oficiales, la de la Comisión Warren en la década de los 60 y la del Congreso en a finales de la de los 70, tuvieron éxito en clarificar lo que realmente sucedió y que por sus afirmaciones o sus omisiones abrieron la puerta a la floración de teorías conspiratorias de toda índole, incluso las que mencionan la supuesta participación de la mafia, o de la KGB, o de Fidel Castro o hasta de la propia CIA en el crimen.

Para Sabato, la evidencia disponible comprueba que Oswald fue el único tirador en el asesinato de Kennedy. Aunque, por las circunstancias del crimen, el asesinato de Oswald y las deficiencias de la investigaciones iniciales, el propio Sabato reconoce que nunca podrá saberse con 100% de certidumbre si Oswald actúo realmente solo.