¿Dónde viven los hombres más machistas?

Estimadas lectoras, ¿han calculado ustedes cuánto tiempo dedican sus esposos o novios a las tareas domésticas? Y los hombres que leen este artículo, ¿conocen el número de horas de trabajo semanal de una mujer, entre su empleo fuera de casa y los quehaceres del hogar? Aunque las respuestas difieran en dependencia del país y las costumbres de cada familia, en general ellas suelen laborar mucho más que sus parejas.

En las edición de 2013 del Índice de Inequidad de Género de Naciones Unidas, los países de América Latina no presentan resultados muy alentadores. Sin embargo, ¿es el "macho latino" la especie más reticente a participar en el trabajo doméstico no remunerado? Al parecer no. Otros países de Asia y África Subsahariana albergan a los varones más machistas del planeta.

“Macho latino”, alérgico al hogar

Antes de abrir el sobre y otorgar el “premio” al machismo mundial, hagamos un rápido análisis de lo que ocurre con los latinoamericanos. Si bien solo una de cada dos mujeres del continente participa en el mercado de trabajo, ellas mantienen sobre sus hombros la llamada “economía del cuidado”, que comprende actividades imprescindibles, pero no remuneradas ni contabilizadas en las estadísticas del Producto Interno Bruto. Se estima, por ejemplo, que el trabajo no pagado de las mexicanas representa la quinta parte del PIB de esa nación de Norteamérica.

La mayoría de las latinoamericanas realiza cotidianamente quehaceres como preparar el desayuno, alistar a los hijos antes de ir a la escuela, lavar la ropa de la familia, limpiar la casa, cocinar el almuerzo y la cena, atender las necesidades escolares de los pequeños, etc. Una lista extensa e invisible a los ojos de la macroeconomía, pero sin la cual sería imposible el funcionamiento de la sociedad.

Citemos algunas cifras. En México las mujeres dedican más de 50 horas semanales al trabajo no remunerado, mientras sus compañeros apenas sobrepasan las 17, según el informe “Mujeres en la economía digital. Superar el umbral de la desigualdad”, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en 2013. Los más perezosos en el hogar –en una lista que incluye además a Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay—son los costarricenses, quienes dedican menos de cinco horas semanales a los quehaceres domésticos, frente a 25 horas las mujeres de ese país centroamericano.

Además de estas disparidades, en las casas la división del trabajo favorece también a los hombres. Mientras sus compañeras se encargan de varias labores domésticas, ellos se limitan por lo general a la reparación de la vivienda, el acarreo de agua y la ejecución de trámites, señala el mencionado estudio.

Y el premio al “súper machista” es para…

El ranking de desigualdad de género de Naciones Unidas no incluye la comparación entre el trabajo no remunerado de mujeres y hombres. La lista considera, en cambio, parámetros como la participación política femenina –escaños en el parlamento—el acceso a la educación y la presencia en el mercado laboral.

De los 149 países analizados, solo uno de América Latina y el Caribe clasifica entre los peores: Haití, en el puesto 127. Cierran la escala de la inequidad naciones del mundo musulmán como Yemen, Afganistán, Níger y Arabia Saudita, donde el Islam impone serias restricciones al disfrute de los derechos humanos de las mujeres. Entre los latinoamericanos los peores ubicados son Guatemala, República Dominicana, Panamá, Honduras y Bolivia. A la cabeza del continente aparecen Trinidad y Tobago, Bahamas, Barbados, Costa Rica y Cuba, todos entre los lugares 50 y 100.

Visto de otra manera, un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reveló que indios, turcos, surcoreanos, japoneses y chinos exhiben los peores resultados en cuanto a la participación en las labores domésticas no remuneradas. Los primeros apenas consagran 19 minutos diarios a estas tareas no pagadas. En este ranking de naciones desarrolladas y emergentes, México ocupa el sitio 17 (entre 29).