Sigue el melodrama de Josh Gordon

Uno de los jugadores más talentosos que hayan visto los Cleveland Browns en los últimos tiempos sin lugar a dudas es el receptor abierto egresado de la Universidad de Baylor, Josh Gordon. El espigado wide receiver  no tardó mucho en hacer click con una afición necesitada de ídolos, de figuras, de referentes, de héroes en el terreno de juego.

Sus 87 recepciones para 1,646 yardas y nueve touchdowns surgieron de la nada para irrumpir como sinónimo de esperanza, de tiempos de cambio en Cleveland, pero en 2014 esa producción se redujo notablemente porque sólo pudo jugar cinco encuentros, debido a que la mayor parte del tiempo estuvo castigado por ser pillado conduciendo en estado inconveniente.

Gordon se perdió toda la temporada de 2015 por la política de abuso de sustancias de la NFL, debido a que no pasó varios tests antidopaje y ello frustró al espigado receptor de siquiera poder poner un pie en las instalaciones de los Browns, mientras encallaban de la mano de Johnny Manziel y compañía, hundiéndose al estilo Cleveland.

Pero 2016 se perfilaba en el horizonte como una gran oportunidad para el telentoso pero conflictivo receptor, con la esperanza de volver a enderezar el rumbo. Cuando apenas hace unos días surgió la nota que difundió Mike Garofolo de Fox Sports, donde dice que obtuvo información de que recientemente Gordon falló otra prueba antidopaje y que en una de las muestras dio positivo por mariguana. Más tarde ESPN también confirmó el supuesto reporte.

Esto evidentemente a Josh Gordon no le hizo ninguna gracia, de manera que no lo pensó dos veces y manifestó su punto de vista en las redes sociales, específicamente en su cuenta de Twitter.

De acuerdo con información del destacado periodista de ESPN, Adam Schefter, Gordon necesita mantenerse limpio por un plazo de 60-90 días para que la NFL pueda levantarle la sanción y reintegrarlo a la liga, aunque si eso llegara a ocurrir, ahora serían los Browns quienes decidirían la suerte del atribulado WR.

Gordon es una pieza valiosa aún, a diferencia de Manziel, a quien Cleveland dejó en libertad no sólo por lo problemático que había resultado el supuesto quarterback del futuro de la organización, sino por el poco o nulo valor para un canje.

Habrá que estar pendientes de si Gordon logra enderezar su carrera, que puede ser muy exitosa, o si languidece y termina como muchos otros jugadores que tienen las herramientas pero acaban por echar a perder sus carreras.

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