Autos que vuelan, ¿son posibles?

El volar es solo para los pájaros. O, por lo menos, para los pájaros y los aviones. ¿Y qué pasa con los automóviles? ¿Tendremos autos voladores o híbridos que nos permitan recorrer calles y rutas y, además, levantar vuelo?

Esta idea de un coche que vuele no es nueva. Desde hace más de 60 años tenemos proyectos y prototipos que lo han intentado, aunque sin llegar a la fase de producción masiva. Veamos en este video, cómo era el Aerocar N-101D, desarrollado por Moulton Taylor en 1949 y del que llegaron a construirse solo cinco modelos.

Sobre este híbrido volador tenemos más información en el blog Paleofuture del Instituto Smithsoniano.

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En todos los modelos que se han creado, las alas son rebatibles. Obviamente, de lo contrario, ocuparíamos más del carril que nos corresponde en una ruta.

Diversos motivos, como costos de producción y tecnología de materiales, impidieron que se alcanzara el objetivo de que cualquiera pudiera ir volando de la casa al trabajo. Pero con la llegada de los ultralivianos, esos aparatos voladores que permiten llevar hasta dos personas, se zanjaron algunos inconvenientes constructivos.

Hoy encontramos dos o tres emprendimientos privados que están tratando de llevar a cabo la producción en serie de un automóvil que pueda volar. Tenemos, por ejemplo, la firma norteamericana Terrafugia, con sus modelos Transition y el TF-X. Este último es un híbrido por partida doble, ya que por momentos puede ser un automóvil, despega como un helicóptero y vuela como un avión.

Otra empresa es Moller International, que promete un vehículo con capacidad para tres personas, el Skycar M400.

Del otro lado del Atlántico, en Eslovaquia, el exdiseñador de Audi, VW y BMW Štefan Klein y su socio Juraj Vaculïk, fundaron Aeromobil, que ya hizo volar el prototipo 2.5 y está por hacerlo con el modelo 3.0. El Aeromobil 2.5 puede alcanzar velocidades de entre 200 y 160 km/h en el aire y en carretera, posee capacidad para 2 personas y tiene un alcance de entre 700 y 500 km. Quiere decir que si usted quería cruzar el océano con este aeroauto, olvídelo. En general, todos los autos voladores tienen la limitación del tanque de combustible.

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Es que el peso es un factor muy importante para tener en cuenta, como en los ultralivianos.

Pero no solo hemos visto aviones que vuelan. ¿Se acuerdan del film de James Bond La espía que me amó? Allí aparecía un coche que se hacía minisubmarino. El modelo fue subastado hace poco y adquirido por Elon Musk, el magnate de origen sudafricano, por cerca de un millón de dólares. Él quería usar el modelo de Lotus como aparecía en el film. Pero hete aquí que solo era un truco cinematográfico. De igual manera, el mentor de PayPal, no se amilana y promete que lo convertirá en un vehículo sumergible. Con sus antecedentes, el millón de dólares, seguramente, rendirá sus frutos.

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Manuel H. Castrillón es periodista especializado en tecnología, residente en la ciudad de Buenos Aires. @castri201