Blancas, rosas o rojas: a qué tipo de manchas en la piel hay que prestarles especial atención y qué sugieren los especialistas

 “La prevención es la mejor herramienta para proteger nuestra piel”, indica Gabriel Noriega, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Británico
“La prevención es la mejor herramienta para proteger nuestra piel”, indica Gabriel Noriega, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Británico - Créditos: @Shutterstock

Con la llegada del verano y el aumento de la exposición solar, la prevención y el cuidado de la piel cobran especial relevancia. Identificar manchas que puedan ser riesgosas y saber cómo protegerse del sol no solo es clave para evitar problemas estéticos, sino también para prevenir afecciones más graves, como el cáncer de piel. En este contexto, es importante saber identificar diferentes tipos de manchas, cuáles son más comunes y qué medidas tomar para mantener un control adecuado y una piel saludable.

Corina Busso, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Austral, explica que existen diversos tipos de manchas que pueden aparecer en la piel debido a la exposición solar y otros factores. Entre las más comunes están los léntigos solares, que se presentan como manchas marrones en áreas expuestas al sol, como la cara y el dorso de las manos. “Estas manchas son benignas y están relacionadas con la exposición crónica al sol sin la protección adecuada”, detalla Busso. También menciona las hipomelanosis guttata, unas manchas blancas que suelen aparecer en las piernas y los antebrazos, y que también son benignas.

Cuidar la piel durante el verano no solo implica protegerla del sol, sino también prestar atención a cualquier cambio en su apariencia
Cuidar la piel durante el verano no solo implica protegerla del sol, sino también prestar atención a cualquier cambio en su apariencia - Créditos: @Pixabay

Además, Busso destaca la queratosis actínica, que se manifiesta como manchas rosadas, pequeñas, redondeadas y ligeramente ásperas al tacto. Estas lesiones suelen localizarse en la cara y la región pectoral, y aunque son benignas, “se consideran premalignas, ya que algunas pueden transformarse en carcinoma espinocelular si no se tratan a tiempo”, advierte la especialista.

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En cuanto a cómo diferenciar manchas benignas de aquellas que podrían ser indicio de algo grave, Busso señala que las manchas oscuras que crecen de forma asimétrica, tienen bordes irregulares, varios colores y aumentan de tamaño deben ser motivo de consulta inmediata con un dermatólogo. Además, cualquier herida que no cicatrice adecuadamente también requiere atención médica. “Las manchas causadas por el sol suelen aparecer en áreas de mayor exposición, como la cara, el cuero cabelludo en personas con alopecia, los hombros, la parte superior de la espalda y el dorso de las manos”, agrega Busso.

Por su parte, Gabriel Noriega, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Británico, define las manchas como cambios en la pigmentación de la piel, que pueden ser oscuras, rosadas o blanquecinas. “Frecuentemente, se generan por la exposición al sol y las encontramos en las áreas más expuestas, como la cara, el cuello, el escote, los hombros, los brazos y las manos”, explica. Noriega también destaca la importancia de la revisión por un especialista para diferenciar manchas benignas de aquellas que podrían tener potencial maligno. “Las manchas mayores a 6mm de diámetro, de bordes irregulares, asimétricas y con colores oscuros o moteados deben ser evaluadas”, subraya.

Si bien es importante cuidarse de los rayos UV durante todo el año, los expertos destacan la importancia de usar protector solar durante el verano
Si bien es importante cuidarse de los rayos UV durante todo el año, los expertos destacan la importancia de usar protector solar durante el verano - Créditos: @Mariano de Arriba

La detección temprana es clave, y Noriega resalta que el examen dermatoscópico y la evaluación dermatológica integral son esenciales para garantizar un diagnóstico adecuado. “En algunos casos, es recomendable realizar un mapeo corporal digital para monitorear los cambios en la piel a lo largo del tiempo”, señala el especialista. En cuanto a la prevención, Noriega coincide en que las manchas causadas por el sol aparecen principalmente en zonas expuestas a los rayos ultravioleta, como la cara, el cuero cabelludo, el cuello y los brazos.

Recomendaciones

Ambos especialistas enfatizan la importancia de los controles dermatológicos regulares. Busso recomienda que todas las personas se realicen un chequeo completo de la piel al menos una vez al año. “En personas con mayor riesgo, como aquellos con antecedentes familiares de cáncer de piel o muchas queratosis actínicas, los controles deben ser más frecuentes”, aclara. Noriega también sugiere una revisión anual, aunque en pacientes con patologías que predisponen al cáncer de piel, la frecuencia de los controles puede aumentar según la indicación del especialista.

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Además de los controles, la protección solar es fundamental para prevenir la aparición de manchas y otros daños en la piel. Ambos especialistas recomiendan el uso de protectores solares de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) adecuado, así como evitar la exposición al sol durante las horas de mayor radiación. Busso añade que es crucial reaplicar el protector solar cada dos horas, especialmente después de nadar o transpirar, para garantizar una protección continua. También sugiere el uso de ropa adecuada, como sombreros de ala ancha y gafas de sol, para complementar la protección.

En palabras de Noriega: “La prevención es la mejor herramienta para proteger nuestra piel”. Cuidar la piel durante el verano no solo implica protegerla del sol, sino también prestar atención a cualquier cambio en su apariencia. Cualquier nueva mancha, lunar o alteración en la textura de la piel debe ser evaluada por un especialista. Mantenerse informado y tomar medidas preventivas no solo ayuda a conservar una piel estéticamente cuidada, sino que también salva vidas.