El Big Boy de Cuba estremece a Miami con un nocaut de reversa y sin balance para enviar mensaje a la UFC

Robelis Despaigne lució como un gigante. Más allá de su impresionante estatura de más de dos metros, el cubano dejó su marca imborrable y un mensaje para la división pesada del mejor circuito de artes marciales mixtas: a partir de hoy conmigo hay que contar.

Con su poder destructor, Despaigne no perdió mucho tiempo para despachar el sábado en la noche por la vía del nocaut en el mismo primer asalto a Josh Parisian, para provocar un rugido de admiración en la afición que abarrotó el Kaseya Center de Miami para presenciar la UFC 299.

“Este es algo que había esperado durante mucho tiempo, pero ya es algo hecho realidad’’, comentó Despaigne. “Quiero agradecer a todos mis cubanos, a la gente de Miami, a la gente de Cuba que me han apoyado desde el primer día’’.

Mucha expectativa había generado el debut de Despaigne y los aficionados preguntaban si esa cadena de nocauts impresionantes que le abrieron las puertas de la empresa de Dana White continuaría ahora con un mayor nivel de oposición y en un escenario que achica a aquellos de corazón débil, pues el mundo entero estaba contemplando.

Pero Despaigne no decepcionó y superó a Parisian, un veterano de 23 peleas profesionales, pero que ya acusaba una derrota contra un cubano, pues en la edición The Ultimate Fighter: Heavy Hitters que tuvo lugar el 27 de septiembre del 2018, perdió por nocaut ante Michel Batista.

Parisian sorprendió en principio a Despaigne, quien dio un tropiezo tras pegar una patada y se vio obligado a retroceder, pero ese mismo proceso de ir hacia atrás y sin balance para desarrollar todo su poder, el santiaguero logró conectar a los 18 segundos del round una derecha tremenda que puso fuera de servicio a su oponente y desató la locura de los miles de aficionados que asistieron a la velada.

La llegada de de Despaigne pone de relieve los continuos esfuerzos de la UFC por atraer a luchadores de talento, y de diversos estratos y caminos de las artes marciales mixtas y otros deportes de combate, en un momento donde se requieren nuevas figuras en la categoría máxima.

De esta manera, Despaigne se convierte en el último peleador que participó en Juegos Olímpicos y llega a la UFC, como sucedió con los laureados Henry Cejudo, ganador del oro en la cita de Beijing, y la exreina del peso gallo Ronda Rousey, quien fue la primera mujer en conquistar una medalla en ese tipo de eventos con su plata igualmente en la capital china.

Nacido en Santiago de Cuba, Despaigne se adjudicó la medalla de bronce en taekwondo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, además de sumar dos preseas del mismo metal en campeonatos mundiales, así como el oro en los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe en México 2014.

Robelis Despaigne habla con Joe Rogan tras vencer por nocaut a Josh Parisian el sábado en Miami.
Robelis Despaigne habla con Joe Rogan tras vencer por nocaut a Josh Parisian el sábado en Miami.

Con una altura de 6.7 pies y en el límite de las 265 libras, Despaigne intentará ese mismo camino de Cejudo y Rousey en una categoría algo turbulenta que posee un campeón regular en Jon Jones y otro interino en Tom Aspinall, además de hombres importantes como Ciryl Gane y Jailton Almeida.