La bendición de parejas del mismo sexo inquieta a los católicos africanos

La gente bordea el recorrido del papa Francisco hasta la Catedral de Santa Teresa para una reunión con líderes de la Iglesia católica romana, en Juba, Sudán del Sur, el 4 de febrero de 2023. (Jim Huylebroek/The New York Times)
La gente bordea el recorrido del papa Francisco hasta la Catedral de Santa Teresa para una reunión con líderes de la Iglesia católica romana, en Juba, Sudán del Sur, el 4 de febrero de 2023. (Jim Huylebroek/The New York Times)

MTHATHA, Sudáfrica — La reciente declaración del Vaticano en la que permite bendecir a las parejas del mismo sexo causó revuelo en todo el mundo, pero quizás más en África, un centro creciente del futuro de la Iglesia católica romana. En una declaración tras otra, los obispos de varios países hablaron del miedo y la confusión que la declaración ha causado entre sus feligreses y dijeron que no estaba en consonancia con la cultura y los valores del continente.

Los obispos también albergaban un temor más profundo: que en un lugar donde la Iglesia crece con mayor rapidez que en ninguna otra parte del mundo y donde muchas clases de cristianismo compiten por los fieles, la declaración pudiera frenar la expansión de la Iglesia en el continente.

El obispo John Oballa, de la diócesis de Ngong, cerca de Nairobi, dijo que una mujer le había escrito diciendo que un amigo le había dicho que quería una aclaración sobre el pronunciamiento o de lo contrario se convertiría a la Iglesia Metodista.

“Hay mucha vitalidad en muchísimas diócesis de África”, dijo Oballa en una entrevista. “Tenemos que protegernos de cualquier cosa que pueda descarrilar ese crecimiento”.

Dijo que aconsejaría a sus sacerdotes a dar bendiciones a las parejas del mismo sexo solo si buscaban la fortaleza de Dios para ayudarlos a “dejar de vivir en uniones del mismo sexo”.

Pero si la pareja solo quería una bendición y planeaba continuar viviendo de esa manera, “podría dar la impresión de reconocimiento”, dijo, y agregó que aconsejaría a los clérigos “no dar la bendición porque sería escandaloso para los demás… podría debilitar la fe de los demás”.

El papa Francisco, al centro, se reúne con líderes de la Iglesia católica romana en la Catedral de Santa Teresa en Juba, Sudán del Sur, el 4 de febrero de 2023. (Jim Huylebroek/The New York Times)
El papa Francisco, al centro, se reúne con líderes de la Iglesia católica romana en la Catedral de Santa Teresa en Juba, Sudán del Sur, el 4 de febrero de 2023. (Jim Huylebroek/The New York Times)

La semana pasada, el Vaticano trató de calmar a esos obispos alarmados por la nueva regla, con el argumento de que había que tener en cuenta la “cultura local”, pero que seguiría siendo política de la Iglesia. En un comunicado, el Vaticano señaló que los obispos que se oponen al cambio deberían tomarse un “largo periodo de reflexión pastoral” para entender por qué, según el Vaticano, la bendición de parejas del mismo sexo está en consonancia con la doctrina de la Iglesia.

África, hogar de 236 millones de los 1300 millones de católicos del mundo, representó más de la mitad de los 16,2 millones de personas que se unieron a la Iglesia en todo el mundo en 2021. Mientras los obispos y otros líderes de la Iglesia en el continente se ocupan de los efectos colaterales de la declaración entre sus feligreses, se han planteado preocupaciones más amplias sobre si podría conducir a una ruptura entre el papa Francisco y una región que es un punto demográfico en auge para el catolicismo.

“Creo que ya ha comenzado una rebelión que dice: ‘No vamos a aplicar esto’”, afirmó el padre Russell Pollitt, director del Instituto Jesuita de Sudáfrica, refiriéndose a las respuestas de los obispos de todo el continente.

Algunos clérigos africanos dijeron que esperaban que el Vaticano y los líderes eclesiásticos de África resolvieran sus diferencias. Pero la declaración ha complicado la relación y forzará conversaciones difíciles entre la autoridad central de la Iglesia y sus líderes africanos. Algunos obispos han insinuado incluso una ruptura entre los valores de las naciones africanas y los de Occidente, donde algunos clérigos llevan años incumpliendo las directrices del Vaticano al bendecir uniones del mismo sexo.

Los obispos de Malaui y Zambia ya dijeron que, para evitar confusiones, se instruirá a los clérigos a no dar bendiciones a las parejas del mismo sexo. La Conferencia Episcopal de Nigeria no adoptó una postura firme al respecto y afirmó en un comunicado que “pedir la bendición de Dios no depende de lo bueno que uno sea”. Pero añadió que “en la Iglesia no existe la posibilidad de bendecir uniones y actividades homosexuales”, un guiño al matiz de la declaración respecto a bendecir a las personas homosexuales, no a las relaciones.

La Conferencia Episcopal de África Austral reafirmó esta distinción en su declaración. Pero fue más allá al afirmar que la postura de la Iglesia era que “todas las personas, independientemente de su orientación sexual, deben ser tratadas con la dignidad que merecen, como hijos de Dios, sentirse bienvenidas en la Iglesia y no ser discriminadas ni agredidas”.

La declaración del Vaticano ha puesto de manifiesto una tensión para la Iglesia en África: ¿cómo puede acoger a los homosexuales sin molestar a los creyentes que defienden con firmeza la doctrina de la Iglesia que considera a la homosexualidad como un pecado?
Algunos líderes eclesiásticos africanos creen firmemente que ni siquiera deberían hablar de homosexualidad “porque no es africano”, afirmó el obispo Sithembele Sipuka, de la diócesis sudafricana de Mthatha y presidente de la Conferencia Sudafricana. Otros, añadió, no opinan lo mismo porque conocen personalmente a homosexuales. “No tenemos la experiencia de que sea algo que hayan heredado de Europa”, afirmó.

Su conferencia interpretó la declaración como que es posible bendecir a las personas que tienen una pareja del mismo sexo, dijo, pero por separado y nunca en conjunto.

Meses antes de la declaración del Vaticano, el obispo Martin Mtumbuka de la diócesis de Karonga en Malaui pronunció un apasionado sermón en el que acusaba a los pastores occidentales de intentar tergiversar la palabra de Dios para aceptar a los homosexuales con el fin de atraer a un mayor número de sacerdotes y otras vocaciones religiosas.

“Cualquiera de nosotros, pastores, que defienda esto solo está siendo un hereje y se está engañando a sí mismo”, dijo Mtumbuka, según una grabación de audio del sermón, que circuló de manera extendida por las redes sociales tras la declaración del Vaticano.

Sin embargo, Pollitt dijo que algunos líderes eclesiásticos en África eran hipócritas. Aunque critican duramente la homosexualidad, dicen poco sobre otras “uniones irregulares” identificadas en la declaración del Vaticano, como las parejas heterosexuales no casadas que viven juntas. El documento dice que los sacerdotes también pueden bendecirlas. También existen muchos casos en el continente de sacerdotes que rompieron las reglas del celibato al tener hijos, pero eso no recibe el mismo escrutinio entre los líderes de la Iglesia, dijo.

“Enfrentemos los hechos: hay mucha homofobia en África”, afirmó Pollitt.

c.2024 The New York Times Company