Bayern Munich agravó su crisis con una dolorosa derrota en Bochum: el campeón vigente de Alemania registró su tercera derrota consecutiva en una semana, al perder 3-2 en el campo del Bochum, en el cierre de la 22ª jornada de la Bundesliga.

Con 50 puntos, el Bayern sigue segundo en el campeonato alemán, pero ve alejarse todavía más al líder Bayer Leverkusen (58 puntos), que el sábado había ganado 2-1 con cierto sufrimiento, pero con la eficacia habitual, en el terreno del Heidenheim.

Los últimos días están siendo una pesadilla para el club más poderoso del fútbol alemán, ganador de las once últimas Bundesligas, pero que parece tener complicado sumar la duodécima. El descalabro en el BayArena de Leverkusen del pasado fin de semana (3-0), en un partido que se presentaba como una ‘final’ anticipada entre los dos grandes candidatos al título, se vio acompañado el miércoles por una derrota 1-0 en Italia ante la Lazio, en la ida de los octavos de final de la Champions League.

En el partido de este domingo en el Vonovia Ruhurstadion, al que el Bayern llegó muy presionado por la victoria en la víspera del Leverkusen, Jamal Musiala adelantó a los bávaros a los 14 minutos, pero antes del descanso los locales dieron vuelta la situación con los goles del japonés Takuma Asano (37) y de Keven Schlotterbeck (44), este último de cabeza en un corner.

Lo mejor del partido

A los 31 del segundo tiempo, el francés Dayot Upamecano fue expulsado por cometer un penal y dejó al Bayern con diez. A continuación, Kevin Stöger (33 ST) transformó la pena máxima y distanció al Bochum. Fue una pésima semana para el defensor de la selección francesa, que ya había sido expulsado en la Champions por cometer un penal el miércoles contra Lazio.

Herido en su orgullo, Bayern Munich tuvo una reacción tardía. Harry Kane, asistido por el francés Mathys Tel, acortó a tres minutos del final del tiempo reglamentario y estuvo a punto de igualar con una gran ocasión en el descuento, aunque sin éxito.

El astro inglés tiene el triste consuelo de consolidarse al frente de la tabla de goleadores del torneo, ahora con 25 conquistas, siete más que el segundo, el guineano del Stuttgart Serhou Guirassy.

“Esto parece una película de terror que no se termina”, admitió el mediocampista Leon Goretzka. “Todo se nos pone en contra en este momento, es difícil encontrar una explicación”, comentó con amargura. Los últimos días están siendo una pesadilla para el club más poderoso del fútbol alemán.

Pelotas de tenis, en repudio a inversiones privadas

Eliminado de la Copa de Alemania, distanciado ahora en la Bundesliga y contra las cuerdas en su eliminatoria de octavos de Champions, el equipo de Thomas Tuchel está viviendo una situación a la que está muy poco acostumbrado. “La derrota de hoy no es merecida. Tuvimos dos o tres ocasiones muy claras, hemos dominado el juego y nunca nos rendimos (...) Si volviéramos a jugar el partido, estoy seguro de que lo ganaríamos”, estimó Tuchel. El DT fue claro sobre las chances de desbancar a Leverkusen, todavía invicto en 22 fechas: ”Por el momento no es algo muy realista, pero la pasada temporada creímos hasta el final y es lo que vamos a hacer ahora”.

Bochum, que era decimoquinto antes de este partido, dio un gran salto y se puso undécimo, alejándose de la zona de peligro. El partido estuvo interrumpido en dos ocasiones, en la primera y en la segunda parte, durante varios minutos. El motivo fue el lanzamiento de pelotas de tenis y otros objetos desde la grada, dentro de la campaña de protestas de los aficionados alemanes, que han perturbado el desarrollo de todos los partidos de la jornada salvo el Heidenheim-Leverkusen del sábado.

Los hinchas protestan contra la llegada al capital de la Liga de Fútbol Alemán (DFL) de inversores privados tras un acuerdo cerrado en diciembre y, de manera más general, contra lo que consideran una comercialización creciente del fútbol de su país.

En el otro partido del domingo hubo un festival de goles, con un empate 3-3 entre Friburgo (8º) y Eintracht Fráncfort (6º). Friburgo consiguió evitar la derrota en el minuto 90, con un gol del austríaco Michael Gregoritsch.