Dos bateadores aún no terminan, pero el fin se acerca

Dos veteranos dioses del béisbol, superados desde hace tiempo por una nueva generación de estrellas, están conscientes de que sus días en el campo están contados. Pero Albert Pujols y Miguel Cabrera aún no están listos para partir, sin importar lo que hayas escuchado. Ambos tienen asuntos pendientes.

Para Pujols existe la remota posibilidad de que pueda convertirse en el cuarto jugador en alcanzar los 700 jonrones. Para Cabrera, hay una oportunidad mucho más realista de ser el séptimo jugador —Pujols es uno de los otros— en alcanzar la combinación de 3000 imparables y 500 jonrones. Con esas metas en mente, y con una suma combinada de 60 millones de dólares que ganar este año independientemente de cómo —o cuánto— jueguen, hace poco ambos jugadores hablaron de sus planes para 2021. Y cada uno descartó cualquier habladuría sobre el final de sus carreras.

Dos de los jugadores más consumados, no solo de esta época sino de cualquiera, Pujols y Cabrera dejarán un enorme vacío cuando cuelguen sus tacos. Ambos se ubican en las posiciones 1 y 2 en las listas activas de imparables, jonrones, dobles, carreras anotadas, carreras impulsadas y bases alcanzadas. Los dos tienen, en conjunto, tres títulos de Serie Mundial, cinco premios al jugador más valioso y 21 apariciones en el Juego de las Estrellas. Ninguno puede ser descrito como un “futuro miembro del Salón de la Fama”, hasta que estén dentro —vean a Roger Clemens y a Barry Bonds—, pero salvo novedades imprevistas, Pujols y Cabrera deberían ser elegidos fácilmente en sus primeras votaciones.

Aunque lo primero es lo primero. Durante el fin de semana, Pujols tuvo que referirse a una publicación en Instagram hecha por su esposa, Deidre, que sugería que la temporada de 2021 sería su última como jugador. Pujols está empezando el décimo y último año de su contrato de 240 millones de dólares con los Angelinos de Los Ángeles, cumplió 41 años en enero y fue relegado a una labor de medio tiempo durante la temporada pasada, así que no fue nada sorpresivo ver una publicación que comenzaba de la siguiente manera: “¡Hoy es el primer día de la última temporada de una de las más extraordinarias carreras en el deporte!”. La esposa de Pujols habló del jugador y de “su última carrera” y mencionó la meta de alcanzar los 700 jonrones, todo esto acompañado con la etiqueta #ÚltimaTemporada.

Los homenajes abundaron y las personas comenzaron a contemplar la meta establecida de los jonrones, la totalidad de la carrera de Pujols y sus credenciales para Cooperstown.

Entonces, Deidre Pujols editó su publicación para aclarar que ella había querido decir que esta era la última temporada de su contrato. Luego volvió a editar la publicación para decir enfáticamente: “ESTE NO ES UN ANUNCIO OFICIAL DEL RETIRO DE PUJOLS”.

El sábado, descartando las conjeturas e ignorando la contundente redacción de la publicación original, Albert Pujols habló al respecto en una videollamada con los medios informativos. El atleta dijo que estaba durmiendo cuando su esposa hizo la publicación original y aseguró que cuando vaya a anunciar su retiro, no será mediante Instagram. También cuestionó, mientras reía un poco, que los medios de comunicación hayan tratado la publicación de su esposa como una noticia de última hora.

“Así es la vida ahora en este mundo de redes sociales”, afirmó Pujols. “Es triste que todo el mundo lo haya asumido así”.

Y añadió: “Ni siquiera estoy pensando en eso. Estoy pensando en permanecer concentrado, saludable y, con suerte, tratar de ayudar a este equipo a ganar este año y eso es todo. Si al final del año decido que se acabó, lo anunciaré y me iré a casa”.

Cuando sea que Pujols y Cabrera —quien cumplirá 38 años en abril— decidan retirarse, la brecha que le dejan a los líderes activos de algunas categorías podría ser enorme. No solo están lejos de sus contemporáneos en muchas de las estadísticas, sino que algunos de los jugadores que están cerca de ellos también se acercan al final de sus carreras.

Pujols comenzará la próxima temporada con 3236 imparables. Cabrera, con 2866, tiene una oportunidad real de alcanzar su meta de los 3000. Los únicos otros bateadores con 2000 o más son Robinson Cano (2624), quien está suspendido por toda la temporada de 2021; Nick Markakis (2388), quien tiene 36 años y consideró retirarse en 2020, y Yadier Molina (2001), un cácher de 36 años que aparentemente no se dedicará mucho más tiempo al juego. Eso deja una posibilidad de que el líder de imparables para 2022 sea un jugador poco probable como Ryan Braun de los Cerveceros de Milwaukee (1963) o Joey Votto de los Rojos de Cincinnati (1908).

En jonrones, Pujols (662) y Cabrera (487) tienen una cómoda ventaja sobre Edwin Encarnación (424), Nelson Cruz (417) y Braun (352). El mejor jugador que aún podría decirse razonablemente que está en su mejor momento es Giancarlo Stanton, con 31 años, de los Yankees de Nueva York, cuyos 312 jonrones de por vida lo colocan a menos de la mitad del camino hacia la marca de Pujols.

Sin embargo, la cifra que puedan añadir Pujols y Cabrera a sus totales aún está en duda.

Se espera que Pujols divida el tiempo en la primera base con Jared Walsh y con Shohei Ohtani como bateador designado para los Angelinos en 2021. A pesar del mensaje optimista de los 700 jonrones de Deidre Pujols, Albert comienza el año con 662 y solo bateó seis en 39 juegos de la temporada pasada. Y como no ha bateado 30 o más jonrones en una temporada desde el año 2016, las probabilidades de que el jugador, de 41 años y de medio tiempo, conecte 38 cuadrangulares son remotas.

El declive de Cabrera también ha sido pronunciado, en gran parte debido a las lesiones, pero sus metas de 134 imparables y 13 jonrones no son tan extravagantes, siempre que pueda permanecer en el campo. En 2019, bateó 139 imparables y 12 jonrones.

“Mentalmente me siento fuerte”, aseguró Cabrera al referirse a esas metas personales en una rueda de prensa realizada el viernes. “Estoy tratando de vivir día a día y de jugar con intensidad”.

Pero, más allá de cualquier hazaña estadística o conversación sobre su futuro, Cabrera resumió por qué jugadores como él y Pujols siguen volviendo al juego, incluso cuando sus habilidades particulares comienzan a declinar. Es posible que, en gran medida, el juego se haya terminado para ellos, pero no están listos para decirle adiós.

“Me encanta jugar béisbol”, aseguró Cabrera. “Me encanta divertirme en el campo. Amo estar ahí todas las noches”.

This article originally appeared in The New York Times.

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