Barcelona podría prohibir los 'souvenirs' homófobos o sexistas

Barcelona podría prohibir los 'souvenirs' homófobos o sexistas

Desde abridores de botellas fálicos hasta vasos de chupito de marca, nunca es difícil encontrar recuerdos de mal gusto en un lugar turístico. Pero hay una ciudad europea que está buscando introducir regulaciones sobre hasta dónde puede llegar el mal gusto en estos regalos pensados para el turismo masivo.

El Ayuntamiento de Barcelona estudia prohibir la exhibición y venta de 'souvenirs' que definen como "ofensivos o de mal gusto”" Esto incluiría productos que contengan contenido "homofóbico o sexista".

Los 'souvenirs' de Barcelona degradan la ciudad

Un concejal calificó los quioscos y tiendas que promocionan estos productos como un "desastre lamentable" que degrada la ciudad. El concejal Jordi Coronas ha criticado el mal gusto de los 'souvenirs' expuestos en las calles de Ciutat Vella, el barrio más antiguo de la ciudad de Barcelona.

Son un desastre lamentable, que degrada la imagen de Barcelona como destino turístico

Entre ellos se incluyen "penes con la marca Barcelona y camisetas con mensajes sexistas, homofóbicos o simplemente de mal gusto". "Devalúan las calles más visitadas de Barcelona", dijo Coronas.

Barcelona se plantea prohibir algunos 'souvenirs'

A principios de esta semana, Coronas y otros concejales presentaron su propuesta para regular los 'souvenirs'. La moción del grupo independentista Esquerra Republicana de Catalunya fue aprobada por la comisión económica del Ayuntamiento, lo que les permite estudiar la prohibición de 'souvenirs' "ofensivos".

Todo ello se produce apenas una semana antes de que comiencen las celebraciones del Orgullo en la ciudad. Según se informa, el teniente de alcalde de Economía de Barcelona, ​​Jordi Valls, apoya la iniciativa y ha prometido que el Gobierno de la ciudad examinará formas de limitar la exhibición y venta de 'souvenirs' de mal gusto.

¿Cómo se mide el mal gusto o la calidad estética?

Sin embargo, advirtió que sería difícil introducir reglas concretas ya que las regulaciones actuales no pueden establecer ningún "criterio regulatorio sobre el contenido o la calidad estética del recuerdo".

"Es difícil estandarizarlo porque lo que se considera de mal gusto es un tema de altísima subjetividad", afirmó. Coronas ha abogado por una solución imaginativa para superar las dificultades a la hora de introducir la prohibición.