Banamex ya no se venderá a Germán Larrea, ¿qué tanto tuvo AMLO que ver en eso?
Desde Nueva York llegó la determinación de Citi, de que su filial Banamex ya no se venderá al mejor postor. Su venta será vía Oferta Pública Inicial (OPI), estrategia contemplada por Citi como opción, que llevará a cabo en cuanto separe sus negocios de Banca de Consumo y Banca de Negocios, lo que sucederá, según sus previsiones, en 2024, en cuanto el banco generé su propio plan financiero, por lo que operará con las dos licencias. De acuerdo con Citi este proceso permanecerá hasta 2025, cuando termine la administración de Andrés Manuel López Obrador.
La determinación de Citi, significa que fue desechada la venta directa de Banamex a Germán Larrea, propietario de Grupo México. En días recientes el gobierno de López Obrador tomó control de un tramo de más de 120 kilómetros de vías de su empresa Ferrosur, en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Hace más de un año Citi anunció que estaba llevando a cabo la reestructuración de sus negocios en el mundo por lo que se desprendería de la Banca de Consumo para concentrarse sólo en la Banca de Negocios, por lo que puso en venta la parte de Banamex relacionada con el consumo. Su decisión fue comunicada al gobierno de López Obrador, que estuvo de acuerdo, pero planteó algunas reglas para que se llevara a cabo la transacción. Que de preferencia el comprador fuera capital mexicano. Que estuviera al corriente en el pago de sus impuestos. Que se pagara el impuesto por la operación. Que el acervo cultural de Banamex permaneciera integrado y en México, entre otros.
Diferentes empresarios y banqueros mexicanos hicieron propuestas y al final del proceso se perfilaba Germán Larrea, de Grupo México, para concretar la compra.
La semana anterior el presidente López Obrador, en su mañanera, comentó que en el caso de la venta de Banamex, tenía información de que las negociaciones iban bien y que un posible comprador “es el Grupo México y nosotros les hemos transmitido a los consejeros, directivos de Citibanamex que no hay, de parte del Gobierno de México, ningún problema en que se lleve a cabo esa operación” Comentó que no tenía ningún problema en que Germán Larrea realizara la compra y evocó diferencias con el empresario.
Dos días después López Obrador publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto por el que ordenó la ocupación “temporal inmediata” de tres tramos de las vías concesionadas a Ferrosur, consideradas de utilidad pública, propiedad del empresario Germán Larrea. Personal armado de la secretaria de Marina tomó las instalaciones.
La recuperación de la concesión, como la llamó López Obrador, causó extrañeza y fue cuestionada en medios de comunicación y organizaciones empresariales que la consideraron contraria al interés nacional de atraer la inversión privada interna y externa, para el desarrollo y la creación de empleos.
El empresario Germán Larrea no se manifestó al respecto, lo que posiblemente fue factor para que corriera el rumor en medios y redes sociales, en el sentido de que renunciaría a la compra de Banamex porque no veía garantías de que al adquirirlo no le sería arrebatado por el gobierno.
En su mañanera López Obrador fue cuestionado sobre ese rumor. Comentó que si Germán Larrea no compraba Banamex el gobierno estaría interesado "pues hay la posibilidad de crear una asociación público-privada. A la gente de México le interesaría tener acciones y otro tanto lo pondría el gobierno para que se tuviese mayoría y no hay pierde porque es un negocio redondo.”
Da la impresión de que las palabras de López Obrador se escucharon bien y lejos. Nueva York no está distante para los medios de comunicación. Al día siguiente de que expresara su interés por comprar Banamex fue cancelada la posibilidad de venta directa.
La directora global de Citi, Jane Fraser, informó que “después de un cuidadoso análisis, se concluyó que el camino óptimo para maximizar el valor de Banamex para los accionistas y avanzar en su objetivo estratégico de simplificar la firma es moverse en el camino dual a enfocarse solamente en una OPI del Negocio.”
Lo que significa que Citi abrió una pausa, en su filial Banamex, para su estrategia de separación de banca de consumo y banca de negocios. Los tiempos para cumplir sus metas contienen el mensaje latente de que dejaran las cosas como están y será hasta 2025, cuando López Obrador ya no sea presidente, entonces reanudaran su proyecto de venta, con otro gobierno.
Es posible interpretar la determinación de Citi de cancelar la venta de Banamex como una medida para evitar la confrontación entre dos clientes importantes. También admite que cierra la posibilidad de que la 4T entre en control de una poderosa infraestructura financiera que, según la experiencia histórica con López Portillo, fue ineficaz.
Lo que queda como lección es que Banamex no será de Germán Larrea, tampoco del gobierno de López Obrador y todo porque en el juego de la política esta transacción quedó justo en medio de la “no expropiación” de las vías de Ferrosur. La de Citi fue una acción de prudencia que no deja de tener su sesgo ideológico. Aplica el dicho beisbolero: Ni pichas, ni cachas, ni dejas batear. Todos perdieron gracias a Ya sabes quién.