Balotaje: los desafíos de Macri y Scioli para suceder a Cristina

Los comicios del domingo pasado dejaron varias sorpresas. La derrota de Aníbal Fernández y el acercamiento de Mauricio Macri, el candidato presidencial de Cambiemos, a Daniel Scioli, del Frente para la Victoria, fueron las más destacables. Apenas se conocieron los números, incluso, el jefe de Gobierno porteño estaba por encima de Daniel Scioli. Los desafíos que enfrentarán uno y otro pueden pensarse, principalmente, a través de tres factores: el orígen de los votos, la conformación de la Cámara de diputados y la estrategia del FpV de cara a la cuenta regresiva al 22 de noviembre.

De dónde salieron, hacia dónde van

La elección terminó (aún sin el escrutinio final terminado) con 36,86 por ciento para el gobernador bonaerense y 34,33 para Macri. De 8,5 puntos en las PASO, el candidato de Cambiemos achicó el margen a 2,53. La pregunta que se impone es: ¿de dónde salieron esos votos para achicar tanto la diferencia?

Lo primero que hay que tener en cuenta, y que no hay que perder de vista, es que en las PASO se votaba una interna. Es decir, Macri competía con Elisa Carrió (CC-ARI) y Ernesto Sanz (UCR). Si bien es cierto que los rivales en la interna de Cambiemos quedaron muy por debajo de Macri, juntos sumaron un 5.7 por ciento de votos, lo cual ya engrosa el 24,2 de Macri en las PASO a 29.9.

Otro factor que altera los números de las primarias a las nacionales tiene que ver con el número de votantes: la participación fue mayor el pasado 25 de octubre. Del 74% se pasó a un 80,88% de electores, sumando en total 1.198.498 de votantes más.

Dentro del juego de los candidatos, Margarita Stolbizer perdió votos (162.246 en total, de un comicio a otro, bajando de 3,47 2,53). Y el voto en blanco fue menor en las elecciones pasadas: 1.216.645 no votaron de forma positiva en las PASO, el pasado domingo esa suma se redujo a 596.028.

Pero sin dudas, la gran incógnita es el voto de Sergio Massa. En tanto una parte de los votos delasotistas fueron para el candidato que ganó la interna de UNA, cabe la pregunta: ¿todo aquel que votó a Massa votará a Macri para oponerse al kirchnerismo, o bien el votante massista es afectado por el factor de voto rechazo que el líder de PRO también genera?

Sin poder precisar a ciencia cierta qué pasó con los votos, en función de la campaña que se polarizó entre los candidatos que pretendían hacerle fuerza a Daniel Scioli, puede intuirse que muchos votantes antikirchneristas interpretaron que la forma de evitar la llegada del gobernador bonaerense al poder pasó por el voto a Mauricio Macri.

Esto se torna crucial a la hora de pensar en el balotaje: de Scioli dependerá tener un discurso más posicionado y no tan ambiguo, como vino teniendo, confiado, en toda la campaña. El apretado margen quizás lo obligue a ser un poco más agresivo para con su contrincante.

Quizás el debate, esquivo en las PASO y forzado ahora por el Frente para la Victoria, influya en los votantes que todavía no tomaron una posición.

La cámara de Diputados: votos por bancas

Si bien el domingo pasado no se definió un presidente, una de las cuestiones que sí tomó forma fue la cantidad de bancas ganadas por cada fuerza. El Frente para la Victoria, con quórum propio desde hace años, obtuvo 61 escaños. Perdió 26 del total que ponía en juego (81). La UCR ganó 8 por encima de las 12 que ponía en juego, llegando a 20 lugares en la Cámara baja. El partido de Mauricio Macri ganó 21 bancas: ponía sólo en juego 5, llegando a las 26. Estos partidos deberían, en principio, tener asegurados a sus soldados en las filas legislativas. Pero hay otros que no.

El PJ no kirchnerista obtuvo 20 escaños, ganando 9 por sobre los 11 que ponía en juego. Esta fuerza se torna relevante, ya que, definidos quiénes son los nombres que ocuparán las bancas a partir del final del segundo mandato de CFK, algunos diputados podrían dar signos de regresar al kirchnerismo. ¿Qué hará la gente de Rodríguez Saá en el Congreso? Los massistas, sin Massa en la carrera presidencial, ¿seguirán con quien fue jefe de Gabinete durante el kirchnerismo?

En un campo político donde los votos se consiguen según el arrastre de los candidatos, los teléfonos de los diputados electos deben estar un tanto ocupados estos días.

La campaña y el rol de Cristina

La estrategia electoral que más incógnitas está generando es sin dudas la del Frente para la Victoria. El Pro, del otro lado y con la victoria a favor, parece estar haciendo todo bien: no sólo se regodea con haber desbancado a Aníbal Fernández de la Provincia de Buenos Aires, sino que da señales de conciliación hacia el kirchnerismo. Mauricio Macri le dijo que no al debate en TN, para ir sólo al de Argentina Debate en terreno neutral, y no hacer jugar a Scioli de visitante.

Cristina Fernández de Kirchner, por su parte, llamó a no dividir el movimiento y reconoció ciertas falencias en su movimiento, reprochadas desde hace tiempo por sus opositores: no utilizó la cadena nacional para hablar, dijo que “algunas veces” puede ser “un poco soberbia” y, fundamentalmente, no hizo algo que parecía central: ayer no mencionó a Daniel Scioli ni una sola vez.

Dentro de una interna entre kirchneristas más cercanos a Cristina y sciolistas más lejanos a la Presidenta, el así llamado “fuego amigo” que denunció Aníbal Fernández en la elección bonaerense podría trasladarse en el plano nacional. La tibieza de Scioli no parece ayudar en un escenario donde el gobernador bonaerense quedó como candidato luego del malestar de referentes kirchneristas como los intelectuales de Carta Abierta, y otros funcionarios más allegados a la Presidenta.

Puesto en números, el desafío de Macri y Scioli es concreto: el del FpV debe retener los 9 millones de votos, el jefe de Gobierno porteño saliente sus 8.3 millones, y danzar por esos 7 millones repartidos entre Massa, Del Caño, Rodríguez Saá y Stolbizer. ¿Cuál de todos los factores mencionados podría ser determinantes en una elección que se gana por la mínima diferencia de un voto?