Baja inversión en Colombia por incertidumbre política eleva riesgos sobre crecimiento y panorama fiscal

Por Nelson Bocanegra

BOGOTÁ, 21 mar (Reuters) - La propensión del presidente colombiano Gustavo Petro a dar bandazos políticos ha contribuido a una fuerte caída de la inversión en el país, creando una atmósfera de incertidumbre entre los empresarios, que se quejan de que cada vez es más difícil hacer una planeación estratégica.

Las alarmas se dispararon con el desplome de 24,8% en la inversión el año pasado, medida por la formación bruta de capital, que contribuyó a que la cuarta economía de América Latina desacelerara a un 0,6%, la mitad de lo esperado.

Empresarios y analistas alertaron que la menor inversión, que amenaza con seguir en rojo este año, provocará implicaciones negativas sobre el crecimiento potencial de la economía y un peligroso deterioro fiscal.

En el último año Petro cambió la estructura de asignación de subsidios del principal programa público de vivienda, que impactó las ventas de los constructores; amenazó con intervenir los precios de la electricidad y congeló temporalmente los precios de los peajes en concesiones viales.

Aunque los empresarios están acostumbrados a diversas trabas, varios dijeron a Reuters que los comentarios de Petro y su Gobierno han complicado más el panorama.

"Todos los días salen pronunciamientos, esto afecta, estamos parando la inversión a ver qué pasa porque no sabemos con este Gobierno", dijo el empresario Mario Hernández, quien tiene negocios en los sectores de construcción, comercio y agro, en los que emplea unas 1.000 personas en el país y otro tanto en el exterior.

"La meta nuestra es sostener el empleo, estamos haciendo malabares para eso", agregó.

Las iniciaciones de construcción de nuevas viviendas cayeron un 39,1% interanual en los dos primeros meses del año, según el gremio Camacol.

Además, el Gobierno anunció en febrero el cambio en la estructura de financiamiento de las obras de infraestructura que dejaba sin presupuesto grandes proyectos, como el sistema metro de Bogotá, que amenazó con dejar de recibir unos 200 millones de dólares este año, una decisión que tras las quejas de los empresarios fue revertida.

Esta semana Petro volvió a sugerir renegociar contratos como el del metro.

"La modificación que propone el presidente es jurídicamente imposible y técnicamente inviable", dijo el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán. "Existe un contrato firmado y en ejecución", agregó, tras advertir que el país podría ser demandado si no cumple.

La inquietud aumentó en febrero tras un borrador de decreto que permitiría al presidente hacer cambios en inversiones que comprometan vigencias futuras de recursos estatales, visto como facultades extras al mandatario para destinar el presupuesto.

"Si una empresa no tiene la seguridad jurídica, física o política de que su negocio va a perdurar en el tiempo pues efectivamente hay un freno en el sentido de esperar a ver qué sucede", dijo María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana y de Aliadas, que agrupa más de 7.000 empresas.

"GENTE ASUSTADA"

"Tenemos un Gobierno que todos los días cambia el panorama, que ha sembrado muchísima incertidumbre con algunas decisiones que toma y con otras que deja de tomar", opinó Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis, advirtiendo que esa situación aumenta costos, el valor de aseguramiento y genera inestabilidad en inversión.

El presidente de la asociación empresarial ANDI, Bruce Mac Master señaló que es crucial respetar las reglas de juego. "Colombia tiene que hacer un esfuerzo por producirle confianza a su gente y a los inversionistas, la gente está asustada", dijo.

Además, Petro tramita ante el Congreso reformas al sistema de salud, al régimen laboral y a las pensiones, que han despertado inquietudes, e incluso amenazó con tramitar una asamblea constituyente si el Congreso no aprueba esas leyes.

"Nadie por muy loco que sea invertiría en este momento en hacer una clínica si no sabe cómo va a ser su relación con el sistema", afirmó Mac Master.

El panorama no luce alentador.

"El sentimiento es negativo", dijo Felipe Klein, economista para América Latina de BNP Paribas, tras reunirse en Bogotá con empresarios y banqueros, quienes le expresaron que el nerviosismo está ligado a incertidumbre política y regulatoria.

La inversión en Colombia "está claramente por debajo del comportamiento de México, de Brasil y en menor medida de Chile", sostuvo Klein, quien proyecta una caída del 4% este año.

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, atribuyó gran parte de la caída de la inversión a la salida de inventarios en construcción, industria y comercio acumulados en 2021 y 2022, así como a las altas tasas de interés y la elevada inflación.

Pero según el centro de pensamiento económico Fedesarrollo, solo la inversión bruta de capital fijo, que excluye los inventarios, cayó un 8,9% en 2023 a su nivel más bajo en 18 años y como proporción del PIB fue inferior que Argentina, México, Chile, Perú y solo equiparable con Brasil.

¿ESPEJISMO O REALIDAD?

El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña, desestimó las preocupaciones y en cambio resaltó el desempeño de la inversión extranjera directa, que en 2023 aumentó 1,53% a 17.446 millones de dólares y sobre la que proyectó un crecimiento de hasta 4% este año.

"Hay un espejismo de corto plazo que nada tiene que ver con el crecimiento de largo plazo (...), casi que uno diría que confían más los extranjeros en el país que los nacionales", dijo Umaña a Reuters.

No obstante, la menor inversión pondría en aprietos a la economía, que estancaría su crecimiento potencial a entre un 2% y un 3% a mediano plazo, insuficiente para atender las necesidades del país.

"Eso tiene implicaciones fiscales, porque si el crecimiento económico es más bajo, naturalmente el ingreso tributario es más bajo y la deuda pública es más alta", dijo Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.

Un comité autónomo que evalúa las finanzas públicas alertó que Colombia incumpliría por primera vez la regla fiscal este año debido a menores ingresos tributarios por el bajo crecimiento económico, así como por una mayor deuda.

El ministro Umaña pidió un voto de confianza en las políticas gubernamentales.

"Hay que darles la oportunidad a los cambios políticos", dijo. "En el mediano plazo estamos transformando el modelo de desarrollo que no se había transformado en los últimos 30 años".

(Reporte de Nelson Bocanegra, editado por Luis Jaime Acosta)