Azerbaiyán arranca un oro en el primer día de Grand Slam de Yudo de Bakú

Primer día del Grand Slam de Yudo Heydar Aliyev en Bakú. Un evento de tres días de duración que quedaba oficialmente inaugurado por la Federación Internacional de Yudo y los funcionarios locales, dando todos ellos la bienvenida a público y yudocas al hermoso país de Azerbaiyán.

Ya sobre el tatami, la final de menos de 48 kilos enfrentaba a la número uno del mundo, Assunta Scutto con la favorita local, Leyla Aliyeva. Un hermoso combate en el que la superestrella italiana acabó imponiendo su veteranía para colgarse el oro.

La viceministra de Juventud y Deporte de Azerbaiyán, Mariana Vasileva, se encargó de entregar las medallas.

"Ganar estando cansada es un gran resultado para mí", decía Scutto tras recoger su presea, "porque significa que estoy mejorando y estoy muy contenta por este oro".

Oro para Azerbaiyán

En menos de 60, se veían las caras en el último combate Ramazan Abdulaev y Gamzat Zairbekov. Tras un reñido duelo, un waza-ari acabó decantando la balanza del lado de Abdulaev, que se subía a lo más alto del podio no sin antes abrazar a su compañero y amigo. Puro yudo.

El vicepresidente de la FIJ, Laszlo Toth, hizo los honores en los cajones.

En menos de 52 kilos, la japonesa Kisumi Omori tenía por delante un difícil obstáculo: ni más ni menos que la campeona olímpica Distria Krasniqi. Tanto fue así que la gran final tuvo que resolverse en el tiempo extra, con victoria táctica final para Omori.

El director general de la Federación Internacional de Yudo, Vlad Marinescu, colgaba las preseas.

En menos de 66 kilos, muchas de las esperanzas locales de este viernes estaban volcadas en Yashar Najafov, que en la gran final y en menos de 13 segundos llevaba el delirio a la grada con su victoria ante el japonés Takeshi Takeoka con un fantástico uchi-mata. Una auténtica exhibición de yudo.

Najafov recibía su oro de manos del secretario general del Comité Olímpico de Azerbaiyán, Azer Aliyev.

"Quería ganar esta medalla porque estoy en mi casa, y lo he conseguido", decía el campeón. "A los azerbaiyanos les encanta el yudo, y todo el mundo estaba pendiente, así que muchas gracias por el apoyo".

La última final del día, la de la categoría de menos de 57, pudo sobre el tatami a Eteri Liparteliani y a Nora Gjakova. La kosovar y campeona olímpica se llevaba la victoria con un waza-ari.

El director de Arbitraje de la FIJ, Florin Daniel Lascau, repartió los metales.

En un país lleno de pasión por el yudo, la presión era máxima para unos participantes azerbaiyanos que, no obstante, estuvieron sobradamente a la altura de su reputación.

El Grand Slam de Bakú concluye este domingo. Aún queda mucho yudo por ver.