“Tengo que hacer algo para ayudarles”: la lucha de Alejandra Cuevas para apoyar a mujeres dentro y fuera de Santa Martha Acatitla

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“Tengo que hacer algo para ayudarles, tengo que hacer algo para ayudarles, tengo que hacer algo para ayudarles”. Como si de un mantra religioso se tratara, Alejandra Cuevas repite una y otra vez esta frase.

Recuerda que lo mismo hizo durante los 528 días que permaneció en la cárcel para mujeres de Santa Martha Acatitla. Así se lo repite día con día desde que salió de ahí y no ha sido en vano. 

Por si no lo recuerdas: En octubre de 2020, Alejandra Cuevas ingresó al penal de Santa Martha Acatitla tras ser acusada por el fiscal Alejandro Gertz Manero del delito de homicidio contra su hermano Federico Gertz. Sin embargo, Cuevas pasó más de un año privada de su libertad bajo una figura penal que no existe. Acá toda la cronología del caso Gertz-Cuevas.

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“¿Podré ayudar tanto como quiero cuando salga?”

Desde aquél 28 de marzo de 2022, día en que salió en libertad tras una votación unánime de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Alejandra Cuevas ha conseguido la liberación de 13 mujeres privadas de su libertad, la donación de 600 colchones y más de mil despensas.

Todo esto gracias a un esfuerzo colectivo que ha logrado coordinar a través de redes sociales desde el exilio.

“La idea de ayudarlas no me surge cuando salgo, sino más bien estando dentro. Cuando estoy dentro digo «es que esto no puede ser, o sea, alguien tiene que ayudar a estas personas»”, dice en entrevista a Animal MX.

“Cuando veo que duermen en el suelo, que no hay despensas, que la gente no tiene toallas sanitarias, que no hay jabón, que no hay champú, que no hay nada… empiezo a pensar «tengo que hacer algo cuando salga»”, resalta .

En octubre de 2023, Alejandra Cuevas publicó el libro El Verdugo. El delito que inventó el Fiscal General de la República para cobrar una venganza personal, mismo que escribió en una libreta dentro de su celda y en la que justamente un 25 de diciembre de 2020 escribió la pregunta “¿Podré ayudar tanto como quiero cuando salga?”.

Han pasado poco más de tres años y ahora puede responder que la acción que “más satisfacciones me da es ayudar a que regresen a la libertad”, misma que ha conseguido colectivamente, con ayuda de amistades, familiares y personas que conoció a través de redes sociales desde su encarcelamiento.

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“Así te das cuenta de que de la nada, se van sembrando semillitas y semillitas y semillitas y más gente se va interesando, pero necesitamos eso, gente que escriba, gente que promueva y gente que diga. Esta es la mejor y la mayor satisfacción que he tenido”, dice.

Los logros: 13 liberaciones, 600 colchones y más de mil despensas

Uno de los primeros impactos que tuvo Alejandra Cuevas al llegar a Santa Martha Acatitla fue que tenía que dormir en el suelo.

“No estás en un hotel de cinco estrellas, estás en Santa Martha”, le respondió la custodia con la que se quejó y le aclaró que en el lugar no hay colchones, algo que comprobaría con su experiencia.

Aunque su pesadilla personal inició el 29 de agosto de 2015, cuando el ahora fiscal general de la República Alejandro Gertz Manero acusó a su mamá, Laura Morán, de intentar matar a su hermano Federico Gertz, su pesadilla colectiva inició con aquel colchón en Santa Martha.

alejandra cuevas colchones santa martha
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“Ahí es donde decido que hasta que no duerman todas las internas en colchón no voy a parar y ha sido una labor titánica”, explica.

Menciona a Animal MX que hay más de mil 300 internas en Santa Martha “y apenas llevo 600 colchones”.

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Aunque sigue decidida a cumplir su meta, acepta que conseguir el apoyo de otras personas no ha sido sencillo. “Mis amigas, mi familia pues ya no quieren seguirme dando dinero para para colchones, pero con la labor hormiga, que yo le llamo, poco a poquito voy haciendo, comprando y mandando a hacer y así estoy dando colchones”, dice.

Ayudando una despensa a la vez

En entrevista, nos platica que la primera idea que tuvo fue conseguir quién le ayudara a armar y donar despensas.

Recuerda principalmente a una señora que conoció a través de Twitter. Y es que ayudó en la difusión de su caso a tal grado que se hizo amiga de sus hijos. Esta mujer habló con Alejandra tiempo después de su liberación para decirle que su marido trabajaba en una empresa y que quería donar despensas.

“Fue una labor maravillosa en la cual esta persona habló con los empleados de toda su fábrica y los que hicieron la donación fueron los empleados, no fue el empresario”, explica.

Además, este señor encontró una forma muy llamativa de hacer que participaran pues organizó la rifa de un celular para la que solo necesitabas donar 5 kilos de arroz para entrar.

“Y así se juntaron tres toneladas de ayuda con las que se hicieron mil 400 despensas”, explica Alejandra Cuevas.

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La ayuda siempre sale de forma inesperada. Pues igual relata a  Animal MX que otra persona que conoció en Twitter también le donó 120 despensas que se llevaron al penal de Tepepan, lugar donde están las mujeres que están enfermas.

“Claro, la idea mía es cada mes conseguir un empresario que haga eso, pero ha sido muy complejo”, dice.

alejandra cuevas carcel
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Proporcionar la libertad de las internas

Como ya mencionamos, desde que salió de Santa Martha Acatitla, Alejandra Cuevas hace mucho más que donar colchones y despensa. También se ha enfocado en buscar la libertad de internas que están privadas de su libertad por delitos menores.

“Es increíble que lo que se castigue en este país sea la pobreza”, explica. “No se está castigando la delincuencia”.

Lo que también hace es pagar las multas que ella llama “pequeñas” porque van de los tres mil a los ocho mil pesos.

Aclara que esto NO es una mordida, “es una multa que pone el gobierno y que se paga en el Banco del Bienestar.(…) A los tres días que se paga, la interna sale libre”.

Alejandra Cuevas también ha pedido a las autoridades penitenciarias del país que en lugar de esas multas y pisar la prisión, se permita el trabajo comunitario para permitirle a las personas juntar el dinero y evitar así que pasen años privadas de su libertad.

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Lo que dice Alejandra sobre el trabajo comunitario es una alternativa que diferentes países, como en Europa, han realizado para combatir las problemáticas que existen en el sistema penitenciario, pero que no necesariamente recaen en el Gobierno sino también en empresas y sociedad civil.

Alejandra Cuevas ayuda a mujeres de Santa Martha desde el exilio

Debido al caso que tuvo donde fue privada de su libertad durante más de un año, Alejandra Cuevas no puede estar en México.

“Acuérdate que estoy exiliada, entonces todo es «a control remoto»”, menciona y añade que por eso su trabajo “ha sido un poco complicado, pero ha funcionado de maravilla”.

Por ejemplo, para la donación de los colchones tuvo que conseguir una segunda fábrica, porque la primera se los vendía más caros. Sin embargo, gracias a otra seguidora en Twitter se enteró de otra donde se los dejaban a mejor precio.

¿Y cómo es el proceso para donar? Como tal, Alejandra Cuevas no recibe dinero, sino que busca a otras personas, organizaciones o empresas que estén dispuestas a apoyar.

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En el caso de la fábrica de colchones, ella pone en sus redes sociales la hoja de los datos de la empresa para que les depositen directamente lo de los colchones.

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Cuenta del fabricante de los colchones que hace donaciones a mujeres en Santa Martha. Foto: X @AleCuevasMoran

“Entonces se deposita el dinero y la empresa me manda la ficha o el comprobante para que yo lleve control y voy monitoreando con la fábrica cuánto dinero va”.

Igualmente para pagar las multas, cuenta a Animal MX que reciben donaciones a través de la fundación de una amiga para que después, a través de pagos y recibos del Banco del Bienestar, se puedan pagar y comprobar los pagos de las multas.

Otra alternativa que tienen es que sus amigas o las personas que quieran donar depositen directamente a nombre de la persona interna en el Banco del Bienestar el total de la multa a pagar para que pueda salir en libertad, labor con la que ya han podido sacar de prisión a 13 mujeres.

“O sea, es increíble que, con una infraestructura de nada, con ningún valor, se pueda dar soluciones con el mínimo dinero posible”.

Lo mejor de todo es que el esfuerzo de Alejandra Cuevas es tan solo uno de tantos. Ella misma nos platica que para el pasado 6 de enero, la mujer que le ayudó a donar 120 despensas, planeaba llevar juguetes para el Día de Reyes a las infancias que viven con sus mamás en Santa Martha.

Asegura que ha conocido personas que han donado rompecabezas, medicinas y hasta libros.

“Entonces imagínate cómo no va a ser importante y cómo no va a causar un impacto en la sociedad si todos ayudamos”, dice.