Con ayuda de un robot, la reina Máxima inauguró un original puente en el barrio rojo de Ámsterdam

La reina de Holanda apretó un botón verde y un robot se encargó de cortar la cinta inaugural del nuevo puente (Remko de Waal/ANP/AFP)
REMKO DE WAAL

ÁMSTERDAM.- Apretó un botón verde y el robot hizo lo suyo para cortar las cintas. Así inauguró hoy la reina Máxima de Holanda un puente, ubicado en la zona roja de la capital de Holanda.

El cruce peatonal fue construido en acero con tecnología de punta, a través de la impresión 3D. También con un sistema de avanzada, la reina nacida en la Argentina comandó un robot para que cortara con tijeras la cinta inaugural y así estrenar la obra de ingeniería.

El puente fue inaugurado este jueves en el barrio rojo; es una apuesta para poner en valor la zona (Remko de Waal/ ANP/AFP)
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El puente fue inaugurado este jueves en el barrio rojo; es una apuesta para poner en valor la zona (Remko de Waal/ ANP/AFP) (REMKO DE WAAL/)

El puente tiene 12 metros y un peculiar diseño de líneas curvas, que fue materializado por medio de una técnica de impresión en 3D capaz de combinar robótica y soldadura. “Para conseguir un puente muy decorado o con una estética muy refinada, es una buena opción imprimirlo”, aseguró Tim Geurtjens, CEO de la empresa MX3D, contratada por el gobierno holandés.

Geurtjens, quien estuvo presente junto a la reina Máxima en el evento de este jueves, precisó: “No solamente se trata de producir cosas de forma más barata y eficiente, se trata de darles a los arquitectos y diseñadores una nueva herramienta, una técnica genial, en la que ellos pueden reconsiderar el diseño de su arquitectura”.

La estructura de seis toneladas será equipada con sensores que, desde el Imperial College de Londres, un grupo de expertos usará para monitorear el puente y evaluar cómo reacciona al tráfico peatonal. Estará en funcionamiento de manera transitoria, por dos años, mientras se remodela el anterior puente que cruzaba el canal.

Las autoridades del municipio de Ámsterdam confían en que la original obra de acero pueda convertirse en un foco de atracción para el turismo, y sirva para potenciar el barrio rojo, desvalorizado por el despliegue de clubes nocturnos y fiestas ruidosas.

“Esto podría atraer a un nuevo tipo de visitante, más interesado en la arquitectura y el diseño, que ayude a cambiar la forma en que es percibido el barrio a un lugar que uno quiere visitar de una forma más respetuosa”, dijo Micha Mos, concejala de la capital holandesa.