Ayrton Senna, a 30 años de su muerte: Bernie Ecclestone lamentó haberle comunicado anticipadamente la noticia a la familia
El que fuera por entonces patrón de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone lamentó haber comunicado prematuramente a la familia de Ayrton Senna la muerte en el accidente del legendario piloto brasileño, ocurrida hace exactamente 30 años en el circuito de Ímola (Italia), lo que provocó “problemas innecesarios”, aseguró en una entrevista a la agencia AFP.
Coincidiendo con el trigésimo aniversario del accidente mortal de Senna que conmocionó a todo el mundo, Ecclestone explicó el episodio ocurrido con el grupo íntimo del brillante tricampeón. “Tan pronto como sucedió el accidente, fui a la torre de control. Sid Watkins (en esa época jefe médico de la categoría) estaba en el lugar del siniestro y creí que me había dicho ‘He is dead’ (‘Está muerto’, en inglés) y así se lo comuniqué a su hermano (Leonardo Senna). Pero de hecho lo que me dijo fue ‘It’s his head’ (‘Es su cabeza’, que en inglés suena muy parecido)”, explicó desde Portugal.
En rigor, Senna, que tenía 34 años, no moriría hasta unas cuatro horas y media después del accidente, ya en el hospital. “Eso provocó problemas innecesarios”, lamentó Ecclestone, que mantenía buenas relaciones tanto con el piloto como con su familia, y viajó a Brasil para su funeral, aunque a la ceremonia fue su entonces esposa Slavica Radic. “Ayrton solía llamar a mis hijos de madrugada en Brasil para charlar con ellos”, confesó el inglés, hoy de 93 años.
“La relación se deterioró un poco después del accidente con su hermana (Viviane) y la familia, quienes pensaban que nunca debería haber dicho que estaba muerto cuando no lo estaba. Viajé a Brasil, pero fue mi entonces esposa la que asistió al cortejo fúnebre, acompañada por el alcalde de San Pablo. Así de cerca estábamos de él”, recordó. “Me quedé en la habitación del hotel mirándolo por la televisión y después regresé a casa inmediatamente”, precisó.
Ecclestone, quien durante décadas transformó la Fórmula 1 en un evento comercial multimillonario a nivel planetario, destacó la personalidad de Senna: “Tenía sus principios y su propia manera de pensar, pero respetaba al que pensaba diferente”. Y como piloto, el inglés no tiene dudas: “Fue uno de los mejores de todos los tiempos, probablemente el mejor”. Eso en una época en la que Senna tenía mucha más competencia de lo que existe en la actualidad, “peleando con Alain Prost, Nigel Mansell y Nelson Piquet”. Fue más allá Ecclestone: “No creo que dominara nadie como lo hace ahora Max Verstappen en esos tiempos”, añadió en referencia al vigente triple campeón del mundo neerlandés.
La muerte de Senna se produjo al día siguiente de otro accidente mortal, el del piloto austriaco Roland Ratzenberger, en uno de los fines de semana más trágicos de la historia de la Fórmula 1, en el que el también brasileño Rubens Barrichello chocó violentamente contra un muro en los entrenamientos del viernes y Watkins le salvó la vida.
“Nunca ocurrió algo parecido a lo de aquel fin de semana, ni antes ni después. Fue terrible”, admitió Ecclestone. Sin embargo, no recuerda que nadie, ni los pilotos ni los promotores de la carrera, le pidiesen cancelar el Gran Premio. “No hubo ni una sola sugerencia en ese sentido”, sentenció, mientras en el mundo (y sobre todo en Ímola) se organizan recordatorios especiales.
30 years on.
Fans pay their respects and celebrate the
life of Ayrton Senna at Imola ❤️#F1 #Senna30 pic.twitter.com/pT3hLM6qZD— Formula 1 (@F1) May 1, 2024
Al día siguiente de la muerte de Ratzenberger, “fue a la reunión informativa matinal (con los pilotos) y todo el mundo hablaba como de costumbre; tuve que decir ‘Callaos y pensad en lo de ayer’. Incluso me costó que hicieran eso. Lo encontré un poco extraño, como si pensaran ‘eso no me va a pasar a mí’”, recuerda.
En cuanto a los promotores, Ecclestone asegura que habría sido demasiado complejo cancelar la carrera. “La verdad es que hubiese sido un gran drama. Es el promotor el que organiza la carrera y el que hubiese tenido que reembolsar las entradas. No existía un gran entusiasmo por hacerlo”.
El entonces presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) Max Mosley le dijo, no obstante, que temía por las consecuencias del dramático fin de semana. “Max temía que aquel fuera el fin de una Fórmula 1 tan popular como era entonces; resulta que estaba completamente equivocado, porque se hizo todavía más popular, hubo portadas en todo el mundo, una publicidad que no había tenido antes ningún deporte”.