Axel Kicillof sostiene a Sergio Berni pese a que Cristina Kirchner le marcó la cancha por los excesos en los operativos

LA PLATA.- El gobernador Axel Kicillof sostiene en su cargo al ministro de Seguridad, Sergio Berni, pese a las críticas públicas de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner sobre los excesos en el accionar del funcionario, que se autodefine “soldado de Cristina”.

Kicillof no pretende desplazar a Berni en el inicio de una campaña electoral. Hay una razón fundamental: no tiene otro nombre para ocupar el puesto más caliente en el gabinete de la provincia de Buenos Aires. “Totalmente confirmado en su puesto”, se informó hoy desde la Casa de Gobierno. “Todas las actuaciones se revisan permanentemente, pero no está en duda la continuidad de Berni”, se enfatizó ante la consulta de LA NACION.

Hay otros motivos subyacente: sacar a Berni hoy sería dejar expuesto a Kicillof, sin escudo ante la ola de violencia que se gesta en el Gran Buenos Aires y ante los cuestionamientos que lanzan sus adversarios.

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Berni, con su perfil alto y su protagonismo en el territorio es ante todo un pararrayos que ataja y atrae las descargas dirigidas, en última instancia, hacia el gobernador. Incluso de las críticas que llegan desde sectores sociales históricamente aliados al peronismo.

El mensaje de Cristina Kirchner el jueves pasado, tras los operativos para detener a la persona que golpeó a Berni mientras colectiveros protestaban por el crimen del chofer Daniel Barrientos, estaban dirigidas a contener a esa masa de trabajadores que fueron votantes del peronismo y que enfurecidos por un crimen casi linchan al ministro de Seguridad: “¿Era necesario la magnitud del operativo y el tratamiento que se dio al detenido, como si se tratara de aprehender a un narcotraficante en su búnker?, escribió la vicepresidenta en las redes sociales.

En el entorno de Kicillof afirman que los propios colectiveros pidieron un operativo de magnitud para detener a los agresores de Berni, ante la sospecha de ser personas infiltradas entre los trabajadores manifestantes movilizados por el dolor del homicidio de Barrientos.

Kicillof sostiene a Berni, incluso en la disputa con Nación por la llegada demorada de gendarmes, donde vuelve a necesitarlo como escudo. “No voy a renunciar. Prefiero que me rompan la cabeza por trabajar a que me hagan fiestas”, dijo hoy el ministro de Seguridad en Canal 9.

Berni aseguró tras el episodio de violencia que Cristina Kirchner fue la primera que lo llamó y se solidarizó por las agresiones recibidas. No volvió a hablar de la vicepresidenta luego del contrapunto por el operativo para detener a los agresores. Cristina Kirchner le marcó la cancha a uno de sus soldados más díscolos.

Berni tomó nota del embate. Sabe que si Cristina Kirchner lo pide, Kicillof no tendrá más remedio que expulsarlo. Actuó rápido: “Si alguien creyó que hubo excesos pido disculpas”, dijo en un mensaje que tuvo como destinataria principal a la vicepresidenta.

El ministro de Seguridad no será reemplazado en el corto plazo porque aún es útil no solo en el territorio dinamitado por la inseguridad. Los operativos se pueden revisar, pero Berni se queda, repitieron hoy en la Gobernación. Berni aún es útil en otra pulseada: la que Cristina Kirchner sostiene con el presidente de la Nación, Alberto Fernández.

Berni se plantó en público ante Fernández sin titubear para exigir el regreso del plan Centinela dispuesto durante la última presidencia de Cristina Kirchner (2011-2015), cuando él ocupaba el cargo de secretario de Seguridad de la Nación. Berni desconoce al actual ministro nacional, Aníbal Fernández, quien hoy cuestionó los cacheos a los pasajeros en el conurbano.

Reunión con La Gioiosa

Mañana habrá una reunión con la viceministra de Seguridad de la Nación, Mercedes La Gioiosa, y Berni confirmó que asistirá. El miércoles pasado había faltado a un primer encuentro citado con los secretarios de seguridad de los intendentes bajo el argumento de que no había sido invitado.

En el ministerio de Seguridad a cargo de Aníbal Fernández se quejaron. “La Nación ya envió 2000 gendarmes a provincia y si aún no envió más es porque Berni exige estar a cargo de todo el desplazamiento en territorio provincial”, dijeron.

Apretado por los últimos episodios de inseguridad, Berni cambió sutilmente de opinión y ahora se aviene a sentarse a debatir en un Comando Unificado del Conurbano “ Me invitaron y voy a ir. Vamos a escuchar. Cualquier ayuda de la que estamos solicitando desde 2019 es bienvenida. Queremos contar con cualquier tipo de apoyo. Uno, cien, mil gendarmes, bienvenidos sean” , dijo.

Si bien Kicillof lo sostiene, por lo bajo resuenan algunas críticas al funcionario tras su actuación en el operativo en la General Paz, la semana que pasó. “Berni hizo su show. Y no midió cómo podría reaccionar una masa de gente dolida por un homicidio”, dijo una persona que accedió al gobernador Kicillof en las últimas horas. “Pero Axel lo respaldó y le agradeció”, relató la misma fuente.

Reunión con empresas de colectivos

En la gobernación hubo una reunión a puertas cerradas este lunes para evaluar los pasos a seguir: se resolvió que Berni no se corra y ataje el malestar de las víctima del descontento social. En tanto, el gobernador sumó a su ministro de Seguridad a una mesa de trabajo con el ministro de Transporte, Jorge D’Onofrio, y empresarios a cargo de las flotas de colectivos. Buscan reforzar la seguridad en las unidades.

Durante el encuentro, que tuvo lugar a puertas cerradas en la Casa de Gobierno, se acordaron detalles para avanzar en la conexión al Centro de Monitoreo bonaerense de las cámaras que ya están instaladas en colectivos. Se acordó además la instalación de botones antipánico en aquellas unidades que todavía no cuentan con monitoreo de cámaras.

“El objetivo es que las 1800 cámaras instaladas empiecen a trasmitir”, dijo tras la reunión D’Onofrio. “Para eso se trabajará con el Enacom. Nos hemos reunido con representantes de cinco cámaras y acordamos poner en marcha una mesa de trabajo. Vamos a seguir multiplicando la cantidad de cámaras para que sirvan como elementos disuasivos, no solo para identificar a los agresores”.

Participaron, en representación de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el secretario general Roberto Fernández y Jorge Kiener; por la Cámara de Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA), Roberto Rodríguez, Luciano Mesina y Damián Andrieu; por la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP), José Troilo y Daniel Guolo; por la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires (CETUBA), Mario Vacca; por la Cámara de Empresarios Unidos del Transporte Urbano de Pasajeros de Buenos Aires (CEUTUPBA), Luis Brusca y Fabio Ferreira; y por la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), Luciano Fusaro y Mauro Coglianese.

“Agradecemos a las máximas autoridades provinciales y su compromiso, en especial al ministro de seguridad Sergio Berni por entender las zonas calientes de la seguridad”, dijo Troilo tras el encuentro.

Berni se mostró activo. “Se criticó por los cacheos que hubo el fin de semana largo. Cualquier noticia es buena para generar debate. Nosotros estamos en una situación estructural grave, endémica, en materia de seguridad. No bajamos los brazos, estamos trabajando. Convocamos a muchos actores que se hacen los distraidos, como la justicia. Todos sabemos que la exclusión es fuente de aumento del delito. Desde este ministerio de Seguridad hacemos todos los esfuerzos por mejorar el sistema policial. Los que crean que se trata de discutir un patrullero más o menos están mirando por el ojo de la cerradura. Mientras algunos se hacen los distraídos va a costar resolver este tema que se merece un debate a largo plazo en materia de seguridad. Dentro de la ley, todo. Fuera de la ley, nada. Todavía falta y falta mucho, pero hemos avanzando”, afirmó el ministro ratificado.