Audiencias sobre altos cargos de la UE se estancan por disputas sobre alianzas con la ultraderecha

Teresa Ribera Rodríguez, candidata española a vicepresidenta ejecutiva de la Unión Europea para una transición limpia, justa y competitiva, asiste a su audiencia de confirmación en el Parlamento Europeo en Bruselas, Bélgica, el martes 12 de noviembre de 2024. (AP Foto/Virginia Mayo)

El proceso de evaluación de candidatos para algunos de los cargos más importantes de la Unión Europea se vio envuelto en discordias el miércoles, ya que la facción política más grande en el Parlamento del bloque fue acusada de colaborar con la extrema derecha.

Los altos legisladores llevan desde el 4 de noviembre interrogando a los 26 nuevos miembros de la cada vez más poderosa rama ejecutiva de la UE, la Comisión Europea, para ver si son adecuados para dirigir el bloque durante los próximos cinco años en políticas como comercio, agricultura o política exterior.

Las audiencias concluyeron el martes cuando los seis miembros más importantes de la comisión, que serán liderados nuevamente por la presidenta Ursula von der Leyen, fueron interrogados durante tres horas. Pero las votaciones clave sobre su desempeño se pospusieron a medida que las tensiones políticas aumentaban.

La líder de los Verdes proecologistas, Terry Reintke, acusó al gran grupo conservador en el Parlamento de “política barata y maniobras turbias”. Dijo que sus tácticas “están creando una inestabilidad dañina en las instituciones de la UE”.

Von der Leyen es integrante de ese grupo político paneuropeo, el Partido Popular Europeo (PPE). El PPE se mantuvo como la facción más grande en el Parlamento tras las elecciones europeas en junio, pero otras formaciones centristas como los Verdes perdieron terreno mientras la extrema derecha consolidaba su posición.

Esto significa que el PPE puede operar sin sus habituales aliados políticos convencionales. Catorce de sus miembros han sido nominados para la comisión.

El grupo ya se ha vuelto hacia la extrema derecha, hogar de partidos como el Hermanos de Italia de la primera ministra italiana Georgia Meloni, que tiene raíces neofascistas, y el Fidesz del primer ministro húngaro Viktor Orbán, marcadamente nacionalista, para forzar el calendario de las audiencias.

El segundo bloque más grande en la asamblea, los socialistas y demócratas de centroizquierda, acusaron al PPE de desafiar un entendimiento de que los grupos proeuropeos convencionales dejarían a la extrema derecha fuera de juego.

Los socialistas acusaron a la dirección del PPE de “comportamiento irresponsable” por colaborar con el partido populista español Vox para acusar a su candidata al máximo cargo de la UE en materia de clima y competencia, Teresa Ribera, de no hacer lo suficiente para evitar las catastróficas inundaciones en el este de España.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.