Los ataques de embestidas con vehículos se han convertido en algo habitual
En un atentado el día de Año Nuevo en Nueva Orleans murieron al menos 15 personas. El suceso es el más reciente de una larga serie de ataques realizados con vehículos.
Al menos 15 personas murieron y 30 resultaron heridas en Nueva Orleáns en las primeras horas del día de Año Nuevo, cuando un hombre con una camioneta arrolló deliberadamente a una multitud en Bourbon Street, dijeron las autoridades locales. Las autoridades están investigando el ataque como un acto de terrorismo.
El suceso es el más reciente de una larga serie de ataques contra grupos grandes de personas utilizando vehículos, que se remontan a décadas atrás. La embestida con vehículos no empezó como táctica terrorista, pero organizaciones extremistas e individuos radicalizados la han utilizado con frecuencia para matar, herir e infundir miedo.
¿Por qué se utilizan los vehículos como armas?
Los coches y camiones están en todas partes, especialmente en el mundo desarrollado, y pueden convertirse fácilmente en armas mortales.
Los agresores con “acceso limitado a explosivos o armas” pueden utilizar vehículos para causar grandes daños “con un entrenamiento o experiencia previos mínimos”, según un folleto del FBI sobre “Uso terrorista de tácticas de embestida con vehículos”.
Los ataques de embestidas con vehículos transforman “un objeto anodino y cotidiano en un arma letal y semiestratégica”, escribieron los investigadores Vincent Miller y Keith Hayward en un estudio de 2019 publicado en The British Journal of Criminology. La táctica da a los “actores marginales” la capacidad de “golpear en el corazón de los centros urbanos y sembrar el miedo en la sociedad en general”, añadieron.
Después de que objetivos potenciales como aeropuertos y edificios públicos se hicieran más seguros, especialmente tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, algunos terroristas y otros agresores empezaron a utilizar vehículos contra objetivos más vulnerables, como grupos de personas congregadas en espacios públicos.
¿Cuál es la historia de este tipo de atentados?
El uso de vehículos para atacar indiscriminadamente a personas tiene una larga historia, en su mayor parte no relacionada con el terrorismo organizado, como el de una mujer checoslovaca de 22 años que mató a ocho personas en 1973, alegando su descontento contra la sociedad.
Los grupos terroristas empezaron a utilizar los ataques de embestida en la década de 1990, según un estudio del Instituto de Transporte Mineta, perteneciente a la Universidad Estatal de San José. La mayoría de los 184 atentados de embestida con vehículos entre 1963 y mediados de 2019, cuando se publicó el estudio, sucedieron en Israel y Cisjordania.
Grupos islamistas: En un artículo de 2010 en su revista Inspire, Al Qaeda animaba a sus seguidores a utilizar vehículos “para segar las vidas de los enemigos de Alá”. Pero la táctica no se comenzó a utilizar realmente entre los aspirantes a terroristas hasta varios años después, cuando el Estado Islámico empezó a pedir públicamente atentados con vehículos.
Ciudad de Nueva York: En 2017, un hombre embistió con una camioneta un carril para bicicletas atestado de gente junto al río Hudson, en Manhattan, matando a ocho personas e hiriendo al menos a 11 antes de ser abatido por la policía. Unos mensajes encontrados cerca del lugar de los hechos indicaban la lealtad del atacante al Estado Islámico, dijeron las autoridades.
Israel y Cisjordania: El uso de vehículos como armas se ha convertido en algo habitual, con decenas de atentados perpetrados por palestinos contra soldados y civiles israelíes en las últimas décadas. La táctica se hizo más prominente en la década de 2010, durante una oleada de atentados de “lobos solitarios” palestinos que, en su mayoría, no estaban afiliados a grupos armados organizados.
Niza, Francia: Más de 80 personas murieron y cientos resultaron heridas cuando un hombre arrolló con un camión de 19 toneladas a una multitud de espectadores que presenciaban los fuegos artificiales del Día de la Bastilla en el sur de Francia. El Estado Islámico se adjudicó la autoría del atentado; los investigadores dijeron que el conductor se había autorradicalizado viendo videos yihadistas, sin que hubiera pruebas que lo vincularan directamente con el grupo terrorista.
Charlottesville, Virginia: Un hombre arrolló con su automóvil a una multitud que protestaba contra una reunión de supremacistas blancos, matando a una mujer e hiriendo a casi 40 personas más. Fue condenado por asesinato en primer grado.
Protestas en torno a George Floyd: Durante las manifestaciones por los derechos civiles posteriores al asesinato de Floyd a manos de la policía de Minnesota en 2020, se produjeron al menos 66 ataques con vehículos contra manifestantes, según Ari E. Weil, director adjunto de investigación del Proyecto Chicago sobre Seguridad y Amenazas de la Universidad de Chicago. A veces era difícil determinar si los ataques eran espontáneos o premeditados.
China: En noviembre de 2024, 35 personas murieron después de que un hombre condujera un vehículo contra una multitud en un centro deportivo de la ciudad meridional de Zhuhai. Una semana después, otro hombre embistió a un grupo de personas con un automóvil cerca de una primaria en la ciudad central de Changde, hiriendo a varios estudiantes.
Mercados navideños de Alemania: En 2016, un hombre mató a 12 personas al embestir con un camión a una multitud en el centro de Berlín. El mes pasado, un hombre arrolló a una multitud en Magdeburgo, ciudad en el este de Alemania, matando al menos a cinco personas, entre ellas un niño de 9 años.
¿Cómo detener estos ataques?
A medida que los atentados con vehículos se han hecho más frecuentes, la policía y las fuerzas de seguridad han intentado hacer de los espacios públicos un objetivo más difícil, erigiendo barreras como bolardos, postes cortos y resistentes diseñados para detener un coche o un camión antes de que pueda alcanzar a una multitud o un edificio.
En 2018, la ciudad de Nueva York dijo que instalaría 1500 bolardos metálicos en algunos de los lugares más visitados de la ciudad y colocaría grandes maceteros en otros puntos vulnerables, tras dos ataques con vehículos de gran repercusión el año anterior.
Pero los últimos acontecimientos han demostrado lo difícil que puede ser eliminar por completo la amenaza.
Alemania empezó a reforzar las medidas de seguridad alrededor de sus mercados navideños estacionales tras el atentado de 2016 en Berlín. Pero el agresor de Magdeburgo eludió las medidas de protección e irrumpió en un mercado abarrotado, hiriendo a cientos de personas, además de las que murieron.
“El problema en el caso más reciente es que el responsable del atentado utilizó un carril reservado para las ambulancias”, dijo Nicolas Stockhammer, profesor de estudios de seguridad en la Universidad del Danubio de Krems, Austria. “Se acercó a la zona por un lado donde no había protección”.
La ciudad de Nueva Orleans estaba mejorando los bolardos de seguridad a lo largo de un tramo de Bourbon Street en la zona donde se produjo el atentado, según su sitio web. El superintendente de policía de la ciudad dijo en una conferencia de prensa que el agresor “rodeó nuestras barricadas” para llevar a cabo el ataque.
Aaron Boxerman, Joseph Goldstein, Lynsey Chutel, Neil MacFarquhar, Kate Selig, Devlin Barrett y Emily Cochrane colaboraron con reportería.
Eve Sampson
es reportera de información internacional e integrante de la generación 2024-25 del Times Fellowship, un programa para periodistas que inician sus carreras. Más de Eve Sampson
Aaron Boxerman, Joseph Goldstein, Lynsey Chutel, Neil MacFarquhar, Kate Selig, Devlin Barrett y Emily Cochrane colaboraron con reportería.
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