Después del ataque de Hamas, las tácticas de represalia Israel reavivan temores de invasión a Gaza

Foto de archivo de casas y edificios destruidos en Gaza tras ataques con cohetes de Israel

Por Jonathan Saul y Nidal al-Mughrabi

JERUSALÉN/GAZA, 10 oct (Reuters) - El Ejército de Israel se ha recuperado tras el caos inicial para detener un ataque del grupo palestino Hamas y está tomando represalias con ataques aéreos en carreteras, edificios y otros sitios en la Franja Gaza mientras envía refuerzos hacia el enclave.

Para muchos de los 2,3 millones de residentes de la franja costera que las fuerzas israelíes abandonaron en 2005, la movilización y los intensos bombardeos resultan siniestramente familiares: el preludio de una invasión terrestre que puede igualar, o incluso eclipsar, las incursiones de 2008 y 2014.

Una fuente de seguridad israelí dijo a Reuters que ahora la ofensiva terrestre parece inevitable.

"La gente temía que el bombardeo de la zona fronteriza fuera una táctica para crear tierra arrasada antes de que avancen los tanques", dijo Yamen Hamad, quien huyó con su familia y otras personas de Beit Hanoun, cerca de la frontera norte de Gaza, donde los cráteres de las explosiones dejaron caminos intransitable y edificios reducidos a escombros.

Fuentes de seguridad israelíes dijeron que se necesitaron más de 48 horas para restaurar la cohesión militar, detener las infiltraciones y expulsar a los combatientes de Hamas de las ciudades que atacaron el sábado en una operación que tomó por sorpresa al Ejército más poderoso de Oriente Medio.

Utilizando distracciones y con transporte en motocicletas, parapentes y otros equipos básicos, los combatientes de Hamas mataron a más de 1.000 israelíes y tomaron decenas de rehenes, una medida que potencialmente complica cualquier respuesta israelí.

Con todo, las represalias de Israel han sido feroces. El número de muertos por los ataques aéreos en Gaza era de al menos 830 personas el martes y, según cifras de la ONU, más de 180.000 personas se quedaron sin hogar.

Una fuente de seguridad israelí, que al igual que otras declinó ser identificada, dijo que creía que una invasión terrestre "no se podía prevenir debido al alto precio que pagamos. Esto ocurrirá después de los ataques aéreos de la fuerza aérea".

"NO PUEDES ENTRAR SIMPLEMENTE"

La fuente dijo que el objetivo era "moderar al otro bando y dentro de este, hacer que la gente huya (áreas construidas). También se trata de desarrollar fuerza, estrategia y tácticas de sorpresa. No se puede simplemente entrar".

Destrozar carreteras ha sido una táctica típica en el preludio de dos ataques terrestres israelíes anteriores en Gaza, interrumpiendo las comunicaciones y el movimiento de Hamás y otros grupos militantes. Cuando Israel ingresa, los residentes dicen que sus fuerzas a menudo abren nuevas rutas para evitar las minas terrestres en las carreteras existentes.

Pero enviar tropas a un entorno urbano densamente poblado no es una elección fácil, incluso cuando el primer ministro Benjamín Netanyahu ha advertido de una "venganza poderosa" ante el enorme número de muertos causados ​​por los combatientes de Hamás, en la mayor brecha en las formidables defensas de Israel desde el ataque de ejércitos árabes en 1973.

Giora Eiland, ex jefa del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, dijo que los ataques aéreos en Gaza "parecían muy similares a operaciones israelíes anteriores", pero que estas tácticas no habían neutralizado a Hamás en el pasado.

Una ofensiva terrestre podría matar más eficazmente a los combatientes de Hamás y destruir la cadena de mando, dijo Eiland, pero añadió: "El Gobierno todavía se muestra reacio a tomar esa vía porque podría implicar muchas, muchas más bajas israelíes".

La guerra en zonas urbanas erosiona la abrumadora superioridad de Israel en potencia de fuego, enfrentándolo a un grupo que está más curtido en la batalla por conflictos anteriores y cada vez mejor equipado por Irán.

Hamás, que tomó el poder en Gaza en 2007, también ha tenido años para construir una red de túneles, que ayuda a que los combatientes escapen. Las tropas israelíes a veces lo llaman el "Metro de Gaza".

En 2008, Israel perdió nueve soldados durante su incursión. En 2014, el número de sus muertos ascendió a 66.

Esta vez, Hamas también tiene decenas de rehenes que tomó en la operación del 7 de octubre, algunos soldados pero muchos civiles.

La situación representa un enorme desafío para un país cuyo principio es no dejar a nadie atrás. En 2011, Israel acordó intercambiar cientos de prisioneros palestinos por uno solo de sus soldados, Gilad Shalit, quien estuvo cautivo durante cinco años.

"UN PRECIO ALTO"

"Israel conoce la gran preparación de las facciones de la resistencia y su capacidad para manejar incursiones terrestres", dijo Talal Okal, un analista en Gaza que escribe para el diario Al-Ayyam, quien dice que el país de todas formas tiene dudas sobre si lanzar o no la invasión.

"Israel quiere que Gaza pague un precio muy alto, pero no creo que esté dispuesto a los sacrificios que suponen entrar en Gaza", añadió.

Incluso mientras Israel concentra fuerzas en la frontera de Gaza y moviliza a cientos de miles de reservistas, el Gobierno no ha dicho si enviará tropas o no.

Cuando se le preguntó sobre una posible invasión, el portavoz militar israelí, el mayor Amir Dinar, dijo: "Estamos atacando la infraestructura de Hamás y vamos a seguir haciéndolo".

No dio más detalles. La oficina del primer ministro israelí y el Ministerio de Asuntos Exteriores declinaron hacer comentarios.

Dos portavoces de Hamas no estuvieron disponibles para hacer comentarios para este artículo.

Un funcionario militante palestino, que no quiso identificarse, dijo: "Hay una historia entre 2008, 2014 y 2023. La resistencia ya no es la misma ni está tan mal equipada".

"Siempre estamos preparados. Si Israel envía más soldados, se convertirán en cadáveres o en rehenes", añadió. Hamas ya ha demostrado ser una fuerza más sólida y capaz de lo que Israel esperaba al lanzar su ataque el 7 de octubre.

La operación palestina representó un fracaso de inteligencia para Israel, que se enorgullece de su capacidad para infiltrarse y monitorizar a los militantes. También expuso las debilidades del comando militar sur.

"La comunicación y el comando en el sur colapsaron. Tomó tiempo comprender el panorama completo", dijo David Tzur, ex jefe de la policía fronteriza de Israel que también comandaba la unidad antiterrorista de élite Yamam de la policía.

Pero dicha fuerza ahora se había recuperado. "Una vez que todas las fuerzas entran en alerta, hay una reacción rápida", expresó.

(Reportes de Nidal al-Mughrabi en Gaza y Jonathan Saul en Jerusalén. Editado en español por Marion Giraldo)