Atacan y extorsionan a operadores de transporte
AMECAMECA, Méx., octubre 10 (EL UNIVERSAL).- Las agresiones no cesan contra operadores de transporte público en la región de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl que se oponen a pagar "cuotas" a presuntos extorsionadores. Este miércoles se registraron dos ataques a balazos contra conductores en Atlautla y Amecameca.
El primer hecho ocurrió la mañana del miércoles en el municipio de Atlautla, cuando el conductor de un taxi circulaba por el libramiento al centro y al llegar a la altura de la comunidad de San Juan Tehuixtitlán, fue interceptado por sujetos que abrieron fuego contra su vehículo en al menos cuatro ocasiones. El chofer resultó ileso.
El otro ataque se registró una hora después, cuando el operador de la unidad de transporte público de la Ruta 36, con número económico 2496, circulaba sobre la carretera federal México-Cuautla, con dirección a Morelos.
En la comunidad de San Antonio Zoyatzingo, municipio de Amecameca, fue interceptado por un sujeto a bordo de una motocicleta, el cual le disparó en varias ocasiones. El chofer resultó gravemente herido y fue trasladado a un hospital para su atención.
El martes pasado se reportó otro atentado contra un operador que también circulaba en su unidad de la ruta 85 sobre la carretera federal México-Cuautla, a la altura del poblado de Nepantla, en el municipio de Tepetlixpa.
El chofer recibió nueve disparos y fue llevado a un hospital de la zona en estado grave. Ese mismo día concesionarios de la ruta 36 dieron a conocer que varios sujetos armados intentaron incendiar una de sus unidades y amenazaron al chofer por negarse a pagar la "cuota".
Luego de los hechos, un grupo de operadores con sus unidades se dirigió a la Fiscalía Regional de Amecameca para demandar mayor seguridad para ellos y los usuarios.
Advirtieron con suspender el servicio en la zona suroriente del Valle de México para que se detenga a los responsables de los ataques al gremio en los últimos días.
En esa región se han registrado otros atentados a operadores de unidades concesionadas que se niegan a entregar dinero a los supuestos miembros de grupos delictivos dedicados a extorsionarlos, incluso han prendido fuego a sus vehículos para obligarlos a cumplir con sus demandas.