Asocian el estrés en el embarazo con el riesgo de asma infantil

Por David Douglas 8 abr (Reuters) - El estrés durante el embarazo debido a situaciones como un divorcio, el desempleo o la muerte de un ser querido estaría asociado con un aumento del riesgo de asma y eczema infantil. Esto, para la doctora Petra Arck, "les permitiría a los médicos evaluar la predisposición futura de un bebé por nacer con un sencillo cuestionario sobre las experiencias de vida". El equipo de Arck, del Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf, Alemania, señala que aunque existen componentes genéticos potentes asociados con el asma y las enfermedades relacionadas, eso sólo no alcanza para explicar el aumento sin precedentes de esos trastornos respiratorios en los últimos años. Los autores analizaron información de 1.587 niños y sus madres que participaron de un estudio australiano sobre el embarazo. Las embarazadas respondieron sobre experiencias estresantes recientes durante la gestación y después del parto. A los niños se les realizaron evaluaciones para detectar asma, eczema y alergias a los seis y 14 años. Se obtuvieron resultados completos para 994 niños y sus madres. El equipo observó que la probabilidad de desarrollar asma o eczema en la adolescencia crecía significativamente en los hijos de las mujeres que habían vivido experiencias estresantes en el embarazo. Sus hijos eran dos veces más propensos a tener asma a los 14 años si sus madres habían padecido un solo hecho estresante, tras descartar otros factores que influyen en la aparición del asma. El riesgo era similar si las mujeres habían estado expuestas a múltiples causas de estrés. Y ese patrón se mantuvo sólo en los hijos de las mujeres sin asma. Pero los autores no detectaron una relación entre las experiencias estresantes en el embarazo y el riesgo de un niño de padecer asma o eczema a los seis años, según publican en Journal of Allergy and Clinical Immunology. Allí, aclaran que no contaban con información sobre cómo las embarazadas superaron esas vivencias o qué respaldo social tuvieron y que otros factores durante la gestación también podrían haber influido en el riesgo de desarrollar enfermedad en algunos niños. Un investigador ajeno al estudio consideró que estuvo bien diseñado y se ocupó de un asunto importante, aunque instó a interpretar los resultados con precaución. Alet H. Wijga, del Instituto Nacional de Salud Pública y Ambiente, Bilthoven, Países Bajos, coincidió en que el estrés, en sí mismo, podría no haber sido la causa del asma y el eczema infantil. "Vivencias como los problemas de dinero, la pérdida del trabajo o una mudanza por una separación o un divorcio durante el embarazo pueden tener un efecto prolongado en la situación socioeconómica de la madre y su hijo. Pero también podrían tenerlo, por ejemplo, las condiciones desfavorables en la vida de un niño dentro y fuera del hogar hasta la adolescencia", indicó Wijga por correo electrónico. "Este estudio aporta evidencia de una relación entre las experiencias prenatales adversas y el riesgo de desarrollar enfermedades alérgicas en la niñez", agregó. Y planteó que el desafío futuro será diferenciar los efectos potenciales del estrés en el embarazo del ambiente en el que los niños crecen. FUENTE: Journal of Allergy and Clinical Immunology, online 24 de marzo del 2014.