Por qué médicos de EEUU recomiendan que el sexo sea eliminado de los certificados de nacimiento

Es un problema punzante y frecuente para las personas no binarias y trans que no se identifican con la denominación de “varón” o “mujer” que se les asignó al nacer en su certificado de nacimiento.

Dado que se trata de un documento oficial y expedido cuando no tenían capacidad ni posibilidad de intervenir en ello (eran bebés), las personas trans y no binarias se topan con impedimentos burocráticos y, sobre todo, ven con frecuencia en ese documento una invalidación de su identidad.

Una solución ciertamente es enmendar ese certificado para remover la indicación de sexo, y algunos estados permiten realizar ese trámite y elegir que en el documento aparezcan las letras M (male, para varón), F (female, para mujer) o X (neutro). Pero solo 12 estados y Washington DC lo permiten y para ello se requiere realizar trámites.

Algunos estados establecen que se deben tener 18 años para realizar la petición de cambio, algunos permiten que los padres asistan a menores de esa edad para hacerlo y también hay estados que permiten a los padres modificar el certificado de los bebés para seleccionar la letra X poco después del registro.

Enmendar su certificado de nacimiento es clave pues ese documento es necesario para obtener licencias de conducir y otras identificaciones. Y el solo hecho de dar a la persona la capacidad de reflejar en su documentación oficial su identidad de género es importante para su autoestima.

Todo ello, empero, solo ofrece soluciones parciales. Para tratar de resolver el problema a mayor escala, narra Anne Branigin en The Washington Post, la Asociación Médica Estadounidense (AMA por sus siglas en inglés) ha recomendado, asesorada por su comité LGBTQ, que se eliminen del todo los identificadores de sexo de los certificados de nacimiento en Estados Unidos.

Ello porque, se afirma, “designar el sexo en los certificados de nacimiento como varón o mujer, y hacer esa información disponible en la porción pública [del certificado], perpetúa la visión de que la designación de sexo es permanente y falla en reconocer el espectro médico de la identidad de género”, señala la AMA.

Y se añade que “este tipo de sistema de categorización impone el riesgo de sofocar la expresión e identificación de una persona y contribuye a la marginación y la minorización”.

La AMA es una de las más importantes asociaciones de médicos de Estados Unidos, por lo que su posición de promover que se elimine la identificación de sexo en los certificados de nacimiento estadounidenses tiene peso e influencia, si bien solo se trata de una recomendación.

La declaración de la AMA, además, indica que existe un “espectro médico de la identidad de género”, lo que implica que la noción de que no existe solamente una dicotomía varón-mujer y que hay una multiplicidad de identidades tiene una base científica y no es, como señalan los detractores, una distorsión. Y la comunidad no binaria es, cabe señalar, muy numerosa: cifras de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Los Ángeles citadas por el Post señalan que en Estados Unidos viven 1.2 millones de personas LGBTQ adultas no binarias.

Con todo, políticos conservadores rechazan con frecuencia esa multiplicidad (que consideran contradice la biología por razones ideológicas) y, como señala Branigin, en varios estados han establecido legislaciones que afectan las posibilidades de menores no binarios o trans de participar en deportes estudiantiles, uso de baños según su identidad de género o acceso a terapias médicas de afirmación de género y otros servicios.

Varias figuras conservadoras han, en ese sentido, rechazado la recomendación de la AMA sobre eliminar los marcadores de sexo de los certificados de nacimiento. Y entre otras actividades se ha lanzado una campaña de recolección de firmas en contra de la recomendación de esa agrupación médica.

Pero la comunidad LGBTQ considera la posición de la AMA (una asociación médico-científica de primera magnitud) como un primer paso importante contra la discriminación y en favor del respeto a las identidades y la dignidad de las personas trans y no binarias.