Así intenta el propio cuerpo detener el desarrollo del cáncer
A medida que envejecemos nuestro cuerpo activa un mecanismo natural para detectar y eliminar las células dañadas, ¿sabes que es la senescencia?
Nos volvemos locos con los alimentos y las dietas anticáncer pero en realidad no existe; podemos hablar de hábitos nutricionales saludables que nos ayudan a disminuir el riesgo pero la realidad es que la ciencia y la investigación son nuestra mejor baza
De hecho, un estudio arroja luz sobre cómo las células alertan al cuerpo cuando están en peligro de volverse cancerosas.
Científicos de la Universidad de Edimburgo han descubierto que las células normales pueden adquirir características de las células inmunitarias y enviar señales de advertencia cuando están estresadas o en peligro.
Este mecanismo, conocido como senescencia, es parte del sistema del cuerpo para eliminar las células más viejas, una parte natural del proceso de envejecimiento.
En este sentido, consideran que el sistema también puede ayudar al cuerpo a detectar las células cancerosas antes, para que puedan eliminarse antes de que se lleguen a formar los tumores.
La senescencia evita que las células se dividan y que las dañadas continúen creciendo. El proceso es impulsado por el estrés de la célula. También se desencadena cuando los genes que tienen el potencial de causar cáncer, llamados oncogenes, se activan.
Los investigadores han descubierto que las moléculas inmunitarias clave dentro de las células, llamadas TLR2 y TLR10, detectan cuándo se activan los oncogenes. Esto inicia una cascada de señales químicas que causan inflamación y activan las células inmunitarias para eliminar la célula dañada.
Se sabe que TLR12 y TLR10 son importantes para la detección de infecciones como bacterias y virus, pero esta es la primera vez que se ha descubierto que desempeñan un papel clave en el envejecimiento celular normal. El estudio, publicado en ‘Science Advances’, se llevó a cabo en el Cancer Research UK Edinburgh Centre de la Universidad de Edimburgo.
“Los resultados pueden conducir a nuevas estrategias para el desarrollo de terapias antiedad basadas en la manipulación del receptor inmune innato”, explica el doctor Juan Carlos Acosta.
“Las células dañadas que causan cáncer se vuelven senescentes y luego son eliminadas por el propio sistema inmunológico del cuerpo. Sin embargo, si el sistema inmunológico no destruye la célula senescente, el tejido circundante puede inflamarse, promoviendo el desarrollo del cáncer”, apunta el doctor Matthew Hoare, científico clínico y consultor honorario del Instituto de Investigación de Cáncer del Reino Unido en Cambridge:.
Así lo explica en este blog el biólogo español José Antonio López, de la UAM: “La célula senescente es la que “llama” al sistema inmune para su propia “retirada”, y así dejar todo como estaba antes del daño. Este equilibrio, activación de senescencia por daño y retirada de estas células, es fundamental y, cuando no funciona correctamente, la “llamada de socorro” se convierte en una puerta para la inflamación crónica y la enfermedad. Lo que era bueno al principio se convierte en malo. Todo este proceso puede dejar de funcionar si nuestro sistema inmune se debilita por enfermedad o, ya puestos, por envejecimiento, o si la acumulación de senescencia se acelera más de la cuenta”.
Por tanto, la senescencia tiene el potencial de detener el desarrollo del cáncer en las primeras etapas. Estos hallazgos muestran por primera vez que las células dañadas que causan cáncer utilizan la señalización de TLR2 / 10 para inflamarse, presentando posibles objetivos farmacológicos y eso podría ayudar al cuerpo a eliminar las células senescentes antes de que causen daño”, concluye el experto.
¿Qué te parecen estos avances? ¿Crees que debemos apoyar más la investigación?
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