Un artista italiano intenta recrear el 'Guernica' de Picasso en menos de 15 días

Cuando los nazis decidieron meterse en la Guerra Civil española en el año 1937 en apoyo al bando sublevado capitaneado por Francisco Franco, lo hicieron lanzando bombas indiscriminadamente sobre la ciudad vasca de Guernica.

Los que sobrevolaban la ciudad no distinguían entre civiles y combatientes: murieron cientos de personas, la mayoría mujeres y niños.

Fue un amargo anticipo de lo que estaba por venir. En los años siguientes, los bombardeos contra civiles se convirtieron en una seña de identidad de la guerra moderna, y el término 'blitzkrieg' pronto entró en el lenguaje internacional.

Pablo Picasso lo dejó plasmado en su cuadro

Desde su estudio de París, el artista español Pablo Picasso, que observaba el desarrollo de los acontecimientos a través de la prensa, ya podía prever, tal vez, esta omnipresencia creciente, este nuevo terror cotidiano de la violencia.

En respuesta a la carnicería de Guernica, Picasso se dispuso a crear la que quizá se convertiría en su mayor obra, un enorme paisaje infernal monocromo sobre lienzo que lleva el nombre de la ciudad.

En su momento, 'Guernica' se expuso en la Exposición Universal de París de 1937 y tuvo un impacto inmediato en el sentimiento internacional en torno a la Guerra Civil española. En los años transcurridos desde entonces, el 'Guernica' de Picasso se ha convertido en una piedra inamovible en la historia del arte antibelicista, con un alcance de influencia singularmente amplio.

Algo que probablemente contribuyó a que la obra alcanzara tal cima de visibilidad cultural fue la forma en que se expuso el cuadro. Estuvo de gira durante dos años, antes de refugiarse durante la guerra en el MoMA de Nueva York.

Allí permaneció hasta que Picasso intervino en 1953 para que el enorme lienzo volviera a exponerse en todo el mundo.

Una de las paradas de la consiguiente gira mundial de la obra fue el Palazzo Reale de Milán. La Sala de las Cariátides del museo, que por aquel entonces aún se encontraba en un estado de ruina, sin techo y asolada por las bombas, constituía un escenario apropiadamente ruinoso para el enorme lienzo antibélico.

Un nuevo giro en la historia

El 'Guernica' se encuentra ahora en Madrid, en el Museo Reina Sofía. Pero siete décadas después de que el original abandonara Milán, otro 'Guernica' vuelve a tomar forma en la Sala de las Cariátides del Palacio Real.

Y es que el artista italiano Ercole Pignatelli, que vio por primera vez el 'Guernica' a los 18 años durante su exposición en Milán, acaba de embarcarse en una performance de larga duración basada en la recreación y reinterpretación de la obra maestra de Picasso ante un público en directo.

A sus 89 años, Pignatelli ha sacado a la luz sus reflexiones de toda la vida sobre la obra en una improvisación a lápiz y pintura a la misma gran escala que el original. Su lienzo de 3,49 x 7,77 metros se ha instalado en la Sala de las Cariátides, frente a una copia del 'Guernica' de Picasso del mismo tamaño, para que dibuje y pinte en diálogo con ella.

La intervención, que comenzó el viernes 3 de mayo y finalizará el 16 de mayo, forma parte de una exposición y retrospectiva más amplia sobre la obra de Pignatelli titulada 'Memento Amare Semper' ('Recuerda siempre amar'), en la que se exponen 15 obras de gran formato realizadas en los primeros años de su carrera.

Pintará el cielo de color rosa

Como parte de la recreación, Pignatelli no pretende ser una imitación perfecta, y declaró al 'Times' que planea introducir motivos de esperanza en el original, así como terminar su actuación pintando el cielo de rosa para simbolizar un "amanecer de esperanza".

Pero en un mundo que nunca ha dejado de reproducir la tragedia que asoló la ciudad de Guernica, con innumerables civiles muertos y heridos desde 1937 en obscenas campañas de bombardeos urbanos, ¿acabará esta última interpretación de la obra de Picasso hablando de una esperanza renovada, o servirá en cambio para subrayar la lamentable continuidad de la brutalidad humana?

La representación podrá verse hasta el 16 de mayo en el Palazzo Reale de Milán. Las entradas son gratuitas y no es necesario reservar. Consulte los horarios en el sitio web del Palazzo Reale.