Arrestan en Haití al principal sospechoso del asesinato del presidente Jovenel Moïse

Un sospechoso clave en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse, prófugo desde el audaz atentado del 7 de julio de 2021 en las colinas de Puerto Príncipe, fue arrestado el jueves en Haití.

Joseph Felix Badio, ex funcionario del gobierno que había sido despedido de su cargo contra la corrupción dos meses antes, fue arrestado por la Policía Nacional de Haití a última hora del jueves en Petionville, confirmó al Miami Herald el portavoz de la Policía Nacional, Garry Desrosiers. Vestido con una saco negro y una camisa a cuadros, Badio fue detenido mientras compraba víveres en un mercado popular.

Badio es uno de varios sospechosos de alto perfil que permanecían ocultos más de dos años después del asesinato. Durante mucho tiempo se ha especulado que él fue la persona clave entre bastidores o un posible autor intelectual. Si coopera, podría ayudar a los investigadores de Haití y de Estados Unidos, donde se está llevando a cabo una investigación paralela del FBI, para conocer la verdad sobre el complot para matar a Moïse, quién ordenó el asesinato y por qué.

Lo más probable es que el juez encargado de la investigación haitiana, Walther Wesser Voltaire, quiera interrogar a Badio, a menos que ya se haya llegado a un acuerdo con las autoridades estadounidenses para extraditarlo a Miami para que enfrente cargos.

El año pasado, Badio publicó una grabación de audio en que negaba su implicación en el plan de asesinato. Dijo que no temía a las autoridades estadounidenses y que había escrito a la embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe, presentándoles documentos sobre los haitianoamericanos y los comandos colombianos acusados en el caso.

Aunque en Haití se ha arrestado a más de 40 personas, entre ellas miembros de la guardia presidencial y un grupo de mercenarios colombianos, todavía no se ha acusado formalmente a ninguno. En Estados Unidos, 11 personas han sido acusadas en el caso dirigido por el FBI de confabularse para asesinar a Moïse o apoyar el delito.

En los días posteriores al asesinato, antes de ocultarse, Badio se había identificado como representante de Counter Terrorist Unit Security (CTU). La empresa de seguridad del área de Miami estuvo detrás de la contratación de más de 20 colombianos con experiencia militar a los que se acusa de irrumpir en la residencia privada de Moïse en mitad de la noche para matarlo.

Un informe de la policía de investigación haitiana, obtenido por primera vez por el Miami Herald, lo considera una pieza clave en la trama y afirma que estuvo en contacto con varios sospechosos que han sido arrestados o son buscados en relación con el asesinato.

Entre las acusaciones:

▪ Badio debía robar un fusil militar de la unidad anticorrupción en la que trabajaba como parte de un plan inicial para detener a Moïse a su regreso de un viaje a Turquía a mediados de junio, semanas antes de su muerte. La Policía haitiana dijo que su información se basaba en el interrogatorio a James Solages, uno de los haitianoamericanos encarcelados que dijo estar trabajando como traductor con el grupo que asaltó la casa del presidente en las colinas de la capital. Solages, según la Policía, dijo que habían planeado usar los servicios de miembros de una fuerza rebelde de policías en activo y ex policías conocida como Fantom 509, proporcionándoles siete fusiles militares.

▪ Entre mayo y junio, Badio registró 290 llamadas con un tal Cinéus Francis Alexis, cuyo teléfono móvil transmitía desde Pétionville a las 2:04 a.m. de la noche del atentado y más tarde en las inmediaciones del Palacio Nacional.

▪ Solages y Joseph Vincent, otro haitianoamericano encarcelado por la trama, declararon a la Policía que Badio dijo al grupo que Jean Laguel Civil, coordinador de seguridad del presidente, actualmente encarcelado en Haití en relación con la trama, tenía $80,000 a mano para sobornar a 80 guardias del palacio. El abogado de Civil, Reynold Georges, negó previamente la acusación al Herald, calificándola de intento de “perseguir” a su cliente, quien, dijo, no tuvo nada que ver con el atentado.

La Policía haitiana afirma que Badio llevaba meses vigilando a Moïse, e incluso había alquilado una casa cerca de la residencia del presidente. La noche del asesinato, los registros telefónicos muestran que Badio habló por teléfono con varios de los sospechosos, entre ellos un ex comisionado de Policía que recibía información de uno de los guardias de Moïse. El ex policía, Marie Jude Gilbert Dragon, murió posteriormente en prisión tras contraer COVID-19 durante su encarcelamiento.

Horas después de la muerte de Moïse, Badio llamó al actual primer ministro Ariel Henry, que en aquel momento había sido designado para el cargo pero aún no había jurado su cargo, lo que llevó a preguntas sobre si existía una conexión entre ambos hombres en la trama.

Henry ha negado categóricamente cualquier implicación en el asesinato y dijo que no recordaba haber hablado con Badio la noche del asesinato del presidente. Henry declaró que él y Badio habían estado en comunicación antes del 7 de julio porque Badio le estaba asesorando sobre cómo abordar el problema de las pandillas que afectaba Haití. Moïse había considerado en alguna ocasión a Badio para el cargo de ministro del Interior.

Joseph Félix Badio, acusado del asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse, fue arrestado el jueves 19 de octubre de 2023 por la Policía Nacional de Haití en un supermercado de Petionville. Estaba prófugo desde el 7 de julio de 2021.
Joseph Félix Badio, acusado del asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse, fue arrestado el jueves 19 de octubre de 2023 por la Policía Nacional de Haití en un supermercado de Petionville. Estaba prófugo desde el 7 de julio de 2021.

En grabaciones realizadas mientras estaba en la clandestinidad, Badio atacó a Henry y amenazó a periodistas, activistas de los derechos humanos y policías. Se cree que estaba bajo la protección de uno de los jefes de pandilla más poderosos del país, Vitelhomme Innocent, y que se movía con policías como guardaespaldas.

El arresto de Badio supone un gran avance para la investigación de la muerte de Moïse, la cual actualmente está en su quinto juez investigador.

El caso ha cobrado impulso en Estados Unidos, donde varios sospechosos están a la espera de sentencia y un juicio está previsto para el año que viene.

A principios de este mes, el ex senador haitiano Joseph Joël John, que había estado detenido en Jamaica antes de ser trasladado a Miami el año pasado, se declaró culpable ante un tribunal federal de Miami de cargos de conspiración en el asesinato del líder de Haití.

John reconoció ante agentes del FBI que se había reunido con algunos conspiradores justo antes de que “se embarcaran en la misión de asesinar al presidente Moïse” en su casa de las afueras de Puerto Príncipe, según los registros judiciales.

John también asistió a reuniones en el sur de la Florida y Haití con sospechosos clave e intentó adquirir armas y municiones para ellos, según su declaración de los hechos firmada y otros registros judiciales. Se cree que fue un enlace entre los distintos grupos. La noche de la matanza estuvo en comunicación con varios de los principales sospechosos.

John, de 52 años, admitió que ayudó a obtener vehículos de alquiler, hizo presentaciones con miembros de pandillas haitianas e intentó conseguir armas de fuego para la operación de los confabulados dirigida contra el presidente, según una declaración presentada con su acuerdo de culpabilidad.

El objetivo de Joseph era convertirse en primer ministro del sucesor de Moïse tras la destitución del líder.

John se declaró culpable de confabularse para proporcionar apoyo material en el asesinato y confabularse para matar o secuestrar a una persona fuera de Estados Unidos. Enfrenta una pena de cadena perpetua en la sentencia que se dictará el 19 de diciembre ante el juez de distrito José Martínez, pero está cooperando con la fiscalía federal y pudiera recibir una sentencia menor en el futuro.

Además de John, hay otros dos acusados que anteriormente se declararon culpables de la conspiración de asesinato. Uno es el oficial retirado del ejército colombiano Germán Alejandro Rivera García, alias “Coronel Mike”, de 45 años, quien admitió el mes pasado que se reunió con varios conspiradores de Haití y el sur de la Florida antes de dirigir a un grupo de ex soldados colombianos a la casa del presidente haitiano para matarlo. Rivera enfrenta cadena perpetua en la sentencia que se dictará a finales de este mes.

El otro es el empresario haitiano Rodolphe Jaar, de 51 años, quien admitió haber proporcionado armas, alojamiento y dinero en la conspiración para asesinar al presidente de Haití. Jaar, con doble nacionalidad haitiana y chilena, fue sentenciado en junio a cadena perpetua, pero espera que se le reduzca la pena si coopera. Anteriormente había sido condenado por tráfico de drogas en Estados Unidos.

John, que también se hace llamar John Joël Joseph, fue trasladado en mayo de 2022 a Miami desde Jamaica, donde había estado encarcelado por una infracción de inmigración. John fue miembro del Senado haitiano entre 2009 y 2015 y trabajó como consultor político y de seguridad.

Según un informe de investigación de la policía haitiana, John alquiló cinco vehículos para la misión cinco semanas antes de que se llevara a cabo el complot de asesinato. A él se unieron el líder de la pandilla, Innocent, y un ex líder rebelde conocido como “el Torturador”, Miradieu Faustin.