Argentinos en Israel: “Es el fin”, las últimas palabras del sobrino de León Gieco antes de ser secuestrado por Hamas

Ron Sherman tiene 19 años y hace un año estaba destino en una base israelí junto a Gaza
Ron Sherman tiene 19 años y hace un año estaba destino en una base israelí junto a Gaza

Están al lado de la puerta, no puedo más. Estoy terminado, es el fin, los quiero mucho, chau”, le dijo Ron Sherman a su familia en la mañana del sábado 7 de octubre, durante el feroz ataque de Hamas, y desconectó su teléfono. “Desde ese día, cambió nuestra vida”, sentencia a LA NACION su padre, el argentino radicado en Israel Alex Sherman.

Con 19 años, Ron es soldado en una base israelí en el límite con la Franja de Gaza. No combate, sino que se ocupa de los permisos para la entrada de mercadería. Hacía un año que el adolescente, que tiene nacionalidad israelí-argentina, estaba en el ejército, dado que en Israel es obligatorio para todos los mayores de 18. Como es asmático, después de hacer un pequeño entrenamiento lo asignaron como coordinador de esa base por donde pasaban mercaderías, medicina y personas que necesitaban ser hospitalizadas. “Ese es uno de los problemas, lo raptaron sin su medicamento”, señala su padre, que se mudó a Israel cuando tenía los 13 años.

A las 6.30 del día del ataque, Ron llamó a su madre para relatarle lo que estaba sucediendo. Lo habían despertado las explosiones, que eran cada vez más fuertes. Durante la comunicación, se escucharon tiroteos y gritos en árabe, hasta que el joven les transmitió que había terroristas en la base. A los pocos minutos, volvió a conectarse por WhatsApp porque ya no podía hablar. Y luego se despidió.

El soldado Ron Sherman, israelí-argentino secuestrado por Hamas
El soldado Ron Sherman, israelí-argentino secuestrado por Hamas

Cuatro horas después, sus padres vieron cómo se llevaban a su hijo en un video difundido por Hamas. Se enteraron de que estaba vivo, o al menos que se lo habían llevado vivo. “Yo estoy suponiendo que está vivo porque no lo mataron en el momento del secuestro. Es mi lógica, pero no se puede saber lo que pasa ahí. Quiero creer que, como es un soldado, para ellos es importante que quede vivo para la negociación después, pero es solamente una esperanza que yo tengo”, aclara Alex, e intenta convencerse de su argumento.

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Ese mismo día un oficial del gobierno israelí fue a su casa, a unos 40 kilómetros de la Franja de Gaza, y les informó que su hijo estaba en manos de los terroristas. “Más que eso no me pudieron decir”, recuerda Alex, a insiste: “Se lo llevaron los terroristas, hasta hoy día no se más, eso es todo lo que se”. Las Fuerzas Federales de Israel informaron que son 126 los rehenes israelíes confirmados en Gaza.

Ron es el mayor de tres hermanos; le sigue un varón de 17 años y una mujer, de 15.

“Estamos en estado de shock. Cuando vimos el video por lo menos algo nos dio de esperanza que estaba vivo, que no lo mataron en el momento. Porque hay gente que no sabe eso, que le desaparecieron familiares y no saben si están vivos o muertos. Por lo menos yo sé que está vivo, o estaba vivo en el momento que se lo llevaron. La lógica dice que, si se lo van a llevar vivo, lo van a meter en un sótano o en un túnel”, relata Alex.

Él participa de un grupo con familiares de secuestrados argentinos, que suman al menos 15. ”Tenemos entendido que el Presidente [Alberto Fernández] está tratando de hacer lo que él puede por la situación. Estoy en contacto con la Cancillería [argentina] y siento que nos apoyan”, afirma.

Ron es, además, el sobrino nieto del músico León Gieco, que está casado con la hermana del padre de Alex. “Pido por una salida pacífica de este conflicto milenario y cruel”, sostuvo Gieco en un video que compartió en la red X. Y agregó: “Pido por el regreso de todos los rehenes a sus lugares. En mi caso particular, pido por la vuelta de mi sobrino Ron Sherman, por el amor que nos une como familia y por el amor universal”.

Hacía un año que Ron estaba en esa base, llamada Cogat –por la sigla en inglés del nombre Coordination of Government Activities in the Territories–, encargada de implementar la política civil del gobierno israelí hacia la Franja de Gaza. Su padre cuenta que le gustaba porque tenía contacto cotidiano con la población árabe.

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“Tenía amigos ahí. El trabajo estaba bien, no había mucho peligro, pensábamos que como ese lugar no era como de combate, entonces estaba bien cuidado. ¿Quién iba a pensar que iba a pasar una cosa así?”, se pregunta.

“Yo voy a ir hasta el fin del mundo para que la gente sepa lo que está pasando acá y que hay un chico que se llama Ron Sherman que está tirado en un sótano oscuro ahora y no sabe lo que va a pasar con él”, relata su padre y pide por “presión internacional”.

“Cuando veía en Siria lo que pasa con ISIS, esperaba que eso nunca pasara en mi país, porque la mente humana no puede digerir una cosa así, lo que se ve, las atrocidades que hacen. Y llegó a mi casa”, agrega Alex.

Foto de álbum familiar de Ron Sherman, con su padre y su hermano
Foto de álbum familiar de Ron Sherman, con su padre y su hermano

Quiere que el pueblo argentino sepa lo que hizo Hamas. “Es un grupo terrorista, y espero que la gente en la Argentina y en toda Sudamérica entienda que acá no hay algo balanceado. No es una ecuación. Lo que ellos hicieron no pasa cuando un ejército nuestro ataca. Si nuestro ejército ataca a Gaza, dos días antes piden que los chicos salgan, no tenemos ninguna intención de que un niño quede herido en nuestra invasión”, señala.

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“Para nosotros, un chico herido es un fracaso. No tenemos nada contra la población. Nosotros no queremos que muera gente, no queremos que nadie muera del pueblo. Ellos quieren que la gente acá muera, que la raza judía desaparezca. Para ellos si matan chicos es un éxito, lo pasan por televisión. Estamos acá en nuestro país angustiados por cada chico de Gaza que muere”, insiste.

Y cierra: “Es un desastre, es una tragedia lo que está pasando, pero no podemos como pueblo dejar que lo que nos pasó esta vez pase otra vez, así que Hamas como organización tiene que desaparecer, no solamente por nosotros, sino también por todo el mundo. No sé lo que va a pasar acá, pero no se puede seguir así”.