Argentina enfrenta la inesperada oposición de Nicaragua para presidir la Celac

Foto tomada el 5 de septiembre del 2018 del presidente nicaragüense Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta del país, Rosario Murillo, en Managua. (AP foto/Alfredo Zuniga, File)
Foto tomada el 5 de septiembre del 2018 del presidente nicaragüense Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta del país, Rosario Murillo, en Managua. (AP foto/Alfredo Zuniga, File)

Al principio parecía casi una broma, propia de algún opositor malintencionado. Más tarde llegó la confirmación: con la voz y la firma de la pareja presidencial que componen Daniel Ortega y Rosario Murillo, y a modo de revancha por lo que consideran “falta de apoyo” de la Casa Rosada, Nicaragua propone a San Vicente y las Granadinas , pequeño conjunto de islas del Caribe, como nuevo titular de la Celac, la entidad que reúne a 33 países y que el presidente Alberto Fernández prevé asumir el mes próximo, como parte de su política de “liderazgo regional” de tinte progresista.

“El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua, por este medio tiene el honor y el gusto de comunicar a la Presidencia Pro Témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) radicada actualmente en México, el orgullo que sentimos de respaldar la merecida candidatura de San Vicente y las Granadinas para ostentar la PPT/CELAC en el período 2022”, reza la nota oficial enviada por Managua a la Celac.

“Apoyamos a San Vicente, respaldamos su candidatura, reconociendo el derecho histórico del Caribe a coordinar nuestra CELAC , Derecho que consideramos debe respetarse, así como también relevamos los méritos, la consecuencia, la valentía y la firme defensa de la Dignidad y Soberanía de nuestros Pueblos en la Patria Grande, que siempre hemos visto y admirado en nuestro hermano, el primer ministro Ralph Gonsalves”, justifica la nota, que termina “con nuestro Saludo de Patria Grande”. El texto fue publicado en el diario oficial La Voz del Sandinismo, con una foto de Gonsalves, quien se recupera de una agresión con piedras que recibió días atrás, mientras ingresaba al parlamento de su país.

Algo perplejos, desde el Gobierno combinaban el enojo y la ironía. “La verdad es que pagamos un costo político y ahora nos responden de esta manera. Están enojados”, afirmó una fuente diplomática oficialista, que juraba que la Venezuela de Nicolás Maduro estaría también detrás de la iniciativa. Esta sospecha tiene una base cierta: Argentina fue excluida de las negociaciones que, con la intermediación de Noruega, llevan a cabo Maduro y el opositor Juan Guaidó para alcanzar una salida democrática en el país caribeño.

Tal como informó LA NACION, las relaciones con Nicaragua volvieron a tensarse esta semana, cuando Ortega y Murillo decidieron llamar a consultas a su embajador en Buenos Aires, al igual que sus diplomáticos en México, Colombia y Costa Rica. A los cuatro países los acusa de favorecer la política “injerencista” de Estados Unidos y la UE, que han criticado duramente el encarcelamiento de al menos ocho candidatos opositores de cara a las elecciones de noviembre, en la que el sandinismo es amplio favorito. Ya en junio, y en acuerdo con México, el Gobierno llamó a consultas a su embajador en Nicaragua, Mateo Daniel Capitanich, que está en Argentina desde entonces, sin fecha cierta de retorno.

En la última reunión de cancilleres de la Celac, a fines de julio pasado, el canciller Felipe Solá se llevó el apoyo de distintos países a la postulación argentina, no sólo de aliados como Bolivia, sino también de Colombia y Ecuador, fuertemente críticos de los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua en los foros internacionales. Estados Unidos y Canadá no forman parte de la Celac, y Brasil no participa de sus deliberaciones, que tienen un tono opuesto al de la OEA que encabeza Luis Almagro y dónde Washington sí tiene participación plena.

La idea del Gobierno sigue siendo plantear, desde la Celac, “otro diálogo” con Estados Unidos, con quien el vínculo parece en vías de normalizarse, como lo demuestra la reciente visita del asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, Jake Sullivan. ¿ Se puede perder la elección? “Una cosa es perder el BID con Estados Unidos, o la CAF con Colombia. ¿Pero te imaginás perder con San Vicente?”, bromeaba una fuente diplomática, casi sin poder creer la inesperada oposición surgida de “amigos enojados”, como Ortega y Maduro.