El apurado sector inmobiliario alemán pide a Berlín una ayuda multimillonaria

Por Tom Sims y John O'Donnell

FRANKFURT, 20 jul (Reuters) - El sector inmobiliario alemán pedirá al Gobierno una ayuda multimillonaria en una reunión con el canciller Olaf Scholz, según fuentes familiarizadas con el asunto, en un momento en que el sector inmobiliario atraviesa su peor crisis en décadas.

La reunión de políticos, ministros e industriales en la Cancillería está prevista para el 25 de septiembre y en ella se debatirá la escasez de viviendas en el país más poblado de Europa, una crisis inmobiliaria agravada por el desplome de los precios.

Los representantes de las empresas pedirán apoyo en forma de drásticos recortes fiscales y otras medidas, según se dijo, un paso que subraya la creciente sensación de alarma en el sector.

La mayor economía de Europa está experimentando un importante cambio de aires tras el fin de la era del dinero barato que alimentó un boom inmobiliario de una década de duración. El sector se enfrenta ahora a las insolvencias, el desplome de los negocios y la caída de los precios.

Alemania, cuya población ha crecido recientemente a medida que millones de personas acuden al país, pretende construir 400.000 apartamentos al año, pero ha tenido dificultades. Una fuente familiarizada con los preparativos de la reunión dijo que se discutiría el esfuerzo constructivo, que se ha visto obstaculizado por la guerra, la inflación y una crisis energética.

El presidente de la Federación Alemana de la Propiedad, Andreas Mattner, está presionando al Gobierno para que suspenda temporalmente un impuesto sobre la venta de propiedades y exige un programa de créditos a bajo interés para apoyar la nueva construcción residencial.

"Estoy preocupado porque estamos inmersos en una profunda crisis inmobiliaria. Y la crisis inmobiliaria necesita medidas claras, estructuradas y francamente radicales para solucionarla", declaró Mattner.

Tim-Oliver Müller, presidente de la Federación Alemana de la Industria de la Construcción, también abogó por un paquete de medidas de emergencia que incluya la venta a precio reducido de suelo público para el alquiler de edificios.

Müller dijo que las diversas medidas necesitan el respaldo personal de Scholz, porque se presentó a las elecciones con propuestas por alquileres asequibles y aumento de la construcción de apartamentos. "Debe actuar con urgencia", añadió.

El Ministerio de Vivienda alemán, que coordina la reunión de septiembre, dijo que ya ha inyectado miles de millones para ayudar al sector.

Sigue sin estar claro el apoyo a la supresión del impuesto sobre las ventas, que generó 17.000 millones de euros (19.000 millones de dólares) en 2022, lo que lo convierte en una de las fuentes de ingresos más importantes para Alemania.

Algunas voces destacadas se muestran indecisas. Danyal Bayaz, ministro de Finanzas del rico estado suroccidental de Baden-Wuerttemberg, con una de las mayores recaudaciones del impuesto sobre bienes inmuebles, dijo que no "conocía ninguna propuesta bien fundada de contrafinanciación".

La debilidad del sector inmobiliario comercial en Estados Unidos, donde las oficinas permanecen vacías tras la pandemia, y la quiebra en Suecia de uno de los mayores arrendadores del país han llamado la atención mundial sobre las dificultades del sector.

Durante años, el mercado inmobiliario alemán se ha considerado un refugio seguro, convirtiéndose en un gran atractivo para los inversores extranjeros. Pero los negocios se han desplomado, con un descenso del 59% en el primer semestre del año con respecto al año anterior, según la consultora inmobiliaria JLL.

Los precios de la vivienda cayeron un 6,8% en el primer trimestre, la mayor caída desde que la oficina de estadística alemana empezó a recopilar las cifras.

Está en juego la salud de la mayor economía de Europa, en la que el sector inmobiliario representa aproximadamente una quinta parte de la producción económica y uno de cada diez puestos de trabajo.

(1 dólar = 0,8919 euros)

(Información adicional de Emma-Victoria Farr en Fráncfort y Matthias Inverardi en Düsseldorf. Edición de Sharon Singleton, editado en español por José Muñoz)