Aprendizaje y solidaridad. Alumnos de una escuela técnica porteña fabricaron desinfectantes para Bahía Blanca
Un poco de aceite de pino, detergente al 15 %, opacante, ortodiclorobenceno y alcanfor fueron necesarios para que los alumnos de una escuela técnica de la Ciudad de Buenos Aires fabricaran líquido sanitizante para enviarlo a Bahía Blanca, semanas después del trágico temporal que azotó a ese distrito del sur bonaerense el viernes 7 de este mes y dejó al menos 16 víctimas mortales.
“El sanitizante para pisos es un producto habitual en la línea de producción de la escuela. Este fue el primer producto que hicieron los chicos, ya que estábamos comenzando las clases. Así que fue una de sus primeras elaboraciones en la planta productiva y con un fin solidario”, explicó Carlos Villate, referente técnico de prácticas profesionalizantes de la Escuela Técnica N°27 Hipólito Yrigoyen, del barrio Villa Real, que fue quien impulsó esta acción solidaria que reunió a toda una comunidad educativa. En solo 48 horas, los 240 litros de sanitizante ya estaban listos para ser enviados a Bahía Blanca.
La escuela, donde cursó sus estudios secundario el hoy papa Francisco, cuenta con la especialización de técnico químico y, como el resto de las orientaciones de la educación técnica, todos los alumnos de 6° año realizan prácticas profesionales. Con la ayuda del rector, Oscar Lazbal, y en coordinación con el resto de docentes del establecimiento y los alumnos organizaron la producción de desinfectante para pisos para enviar a los damnificados de la inundación.
Decidieron acompañar cada bidón con una nota de aliento para quien lo recibiera. Fueron los alumnos de 1° y 2° años los encargados de esa tarea y dejaron mensajes como: “Esto que les pasó no durará para siempre. El sol ya está saliendo y ahí las cosas cambian. Siempre los vamos a apoyar”, decía uno de los mensajes que provocó la emoción de los docentes.
“Cuando leíamos las cartas nos encontramos que los chicos le escribieron a sus pares, a chicos de su edad. Empatizaron desde ahí poniéndose en el lugar de otros adolescentes, como si les hubiera pasado a ellos. Al leer esas notas los docentes nos llenamos de emoción”, describió Villate.
“Estamos muy agradecidos de ser partícipes de esta acción solidaria. En nuestro rol, como futuros técnicos químicos, podemos ayudar de esta manera con la tragedia que sufrió una ciudad entera”, dijo Nicolás, uno de los estudiantes que participó de la producción del sanitizante.
Los insumos necesarios para la fabricación del producto fueron provistos por la cooperadora de la escuela, que apoyó de inmediato la iniciativa solidaria.
El producto fue transportado hacia el Club Vélez Sarsfield por los mismos docentes en el auto de un profesor. Allí, hasta esta semana recibieron donaciones para los damnificados por el temporal. Según informó el club, en total enviaron a la ciudad bonaerense 11 camiones, tres ómnibus de larga distancia y un colectivo cargados de elementos. “Una vez más el pueblo argentino ofreció su ayuda ante un trágico panorama, como fueron las inundaciones sufridas en Bahía Blanca a partir de la madrugada del 7 de marzo. Miles de personas sufrieron la tragedia en carne propia y otras tantas tendieron redes y ayuda para intentar disminuir el feroz impacto de la naturaleza. A lo largo y a lo ancho del país, los clubes deportivos vehiculizaron la ayuda y en Vélez Sarsfield no podemos dejar de agradecer la enorme ayuda recibida”, difundieron desde esa institución deportiva en un mensaje en el que mencionaron a la escuela porteña entre los agradecimientos.
“No esperemos transporte, ni camioneta; esta gente no podía esperar, no había tiempo que perder”, recordó Villate orgulloso de la experiencia con la que lograron reforzar la unión comunitaria y el rol fundamental de la educación técnica en la formación de jóvenes capacitados y solidarios, capaces de responder y contribuir ante situaciones de emergencia y de la comunidad educativa.