Cómo el aplastante triunfo de Trump en las primarias ocultó debilidades latentes

El expresidente Donald Trump habla en la reunión de la Conferencia de Acción Política Conservadora en el Hotel Gaylord en National Harbor, Maryland, el 24 de febrero de 2024. (Haiyun Jiang/The New York Times).
El expresidente Donald Trump habla en la reunión de la Conferencia de Acción Política Conservadora en el Hotel Gaylord en National Harbor, Maryland, el 24 de febrero de 2024. (Haiyun Jiang/The New York Times).

El sobrecogedor nivel de apoyo republicano para Donald Trump le ayudó a vencer a un grupo de rivales en las primarias presidenciales en menos de dos meses.

Pero aún no se ha ganado a un pequeño pero crucial grupo de votantes: los hombres y las mujeres que le costaron un segundo mandato en 2020.

Sus abrumadoras victorias en las primarias, incluyendo más de una docena el martes que sacaron a Nikki Haley de la contienda, han enmascarado sus problemas a largo plazo con los votantes que viven en los suburbios, los que se ven a sí mismos como moderados o independientes y los republicanos que apoyaron a Joe Biden en 2020.

El martes, Trump perdió circunscripciones suburbanas en Virginia a pesar de haber ganado el estado por una asombrosa diferencia de 28 puntos porcentuales. En Carolina del Norte, su victoria por 51 puntos se vio atenuada por márgenes mucho más estrechos en los suburbios a las afueras de Charlotte y Raleigh, que cuentan con un alto nivel educativo y de riqueza.

Aunque muchos estrategas republicanos prevén que la mayoría de los votantes de Haley acabarán apoyando al candidato del partido, el fracaso de Trump a la hora de atraer a estos votantes al redil (menos de cuatro años después de que contribuyeran a impedirle un segundo mandato en la Casa Blanca) plantea preguntas acuciantes sobre lo que puede hacer en los próximos ocho meses para ganárselos.

Él no se ha visto especialmente preocupado por este reto, ya que recientemente amenazó con excomulgar de su movimiento político a los donantes de su rival. El miércoles, publicó en las redes sociales que Haley “fue DESTROZADA anoche, de forma récord” e invitaba a “todos los partidarios de Haley a unirse al mayor movimiento en la historia de nuestra nación”.

Carteles de campaña del expresidente Donald Trump cubren sillas antes de un acto de campaña en Waterford, Míchigan, el 17 de febrero de 2024. (Emily Elconin/The New York Times).
Carteles de campaña del expresidente Donald Trump cubren sillas antes de un acto de campaña en Waterford, Míchigan, el 17 de febrero de 2024. (Emily Elconin/The New York Times).

La incapacidad de Trump para ampliar su base de apoyo es una de las mayores amenazas para los esfuerzos de su partido por recuperar la presidencia. Valga notar que Haley parecía ser una candidata más fuerte en noviembre: las encuestas, incluida una reciente de The New York Times/Siena College, sugerían que a ella le habría resultado más fácil quitar del cargo a Biden.

Pero los votantes republicanos no se resisten a los riesgos electorales de Trump; más bien están corriendo hacia ellos.

En las primarias republicanas y en las contiendas del Supermartes de esta semana, Trump acumuló márgenes de victoria aplastantes. Los votantes se unieron a él incluso cuando acumuló 91 cargos por delitos graves en cuatro causas penales y miraron más allá de las decepcionantes elecciones de su partido bajo su liderazgo en 2018, 2020 y 2022.

Su victoria el mes pasado en Iowa, la primera contienda por la nominación, fue declarada incluso antes de que muchos electores se hubieran pronunciado, una metáfora adecuada del aire de inevitabilidad que el expresidente llevaba con orgullo a la contienda. Las primarias republicanas en Nuevo Hampshire y Carolina del Sur registraron una participación récord, gracias sobre todo a los votantes de Trump, y él arrasó en todos los estados del Supermartes excepto Vermont, donde Haley ganó gracias al gran porcentaje de votantes con estudios universitarios que hay en el pequeño estado.

“Esa es la gran lección de las primarias en los estados hasta ahora: hay un número significativo de votantes republicanos que querían opciones de donde elegir en este proceso de primarias, y son personas a las que el expresidente tiene que ganarse para noviembre”, afirmó Rob Godfrey, que fue uno de los principales asesores de Haley cuando era gobernadora de Carolina del Sur y asesor principal de la campaña de reelección del gobernador Henry McMaster en 2022. “Puede hacerlo si lleva a cabo una campaña disciplinada basada en la política y no en la personalidad; una que se centre en los fallos percibidos de su oponente”.

La campaña de Trump espera centrarse sobre todo en conseguir que los simpatizantes acudan a las urnas, pero buscará formas de llegar a los republicanos enfadados. El expresidente ha tratado de calibrar de nuevo su posición sobre el derecho al aborto, pues los republicanos siguen sintiendo las consecuencias negativas de la anulación del caso Roe contra Wade por parte de una mayoría conservadora de la Corte Suprema que él ayudó a instaurar.

Dos candidatos poco populares

Biden, por su parte, está batallando para mantener unida a su coalición ganadora de 2020. Es significativamente menos popular que hace cuatro años y las encuestas muestran que los demócratas se sienten escépticos ante su segunda campaña.

Solo el 83 por ciento de los votantes que respaldaron a Biden en 2020 dijeron que volverían a hacerlo este año, un marcado contraste con el 97 por ciento de los votantes de Trump que planean seguir con el expresidente, según la encuesta del Times/Siena publicada la semana pasada.

La edad de Biden, su apoyo a Israel en su guerra en la Franja de Gaza y el persistente malestar económico han mermado su apoyo entre los jóvenes demócratas, los votantes negros y los progresistas.

“Podemos aprender un poco de estas primarias: por un lado, Trump ha revitalizado su base”, dijo Adam Geller, un veterano encuestador republicano que ha trabajado para campañas anteriores de Trump y super comités de acción política. “Pero más allá de eso, aún no se sabe, porque todas las encuestas públicas muestran que los votantes moderados de las elecciones generales no están listos para dar un ramo de rosas ni a Trump ni a Biden todavía”.

En los suburbios le rehuyen a Trump

Trump ha repelido a los moderados de los suburbios desde que se hizo con el control del Partido Republicano en 2016. Todavía no ha logrado atraerlos de vuelta.

En los suburbios, Trump se dividió los votos con Haley en Iowa y Nuevo Hampshire, aunque ganó ambos estados con facilidad. Ganó en los suburbios de Carolina del Sur, pero por un margen menor que su victoria general en el estado.

Esas tendencias continuaron el martes en Virginia, donde Haley ganó en los distritos suburbanos por 1,8 puntos porcentuales a pesar de perder el estado por 28 puntos.

En Carolina del Norte, donde Trump se anotó una fácil victoria con el 74 por ciento contra el 23 por ciento, terminó solo 7 puntos por delante en el condado de Mecklenburg, sede de Charlotte y sus suburbios. Haley también acortó mucho la ventaja de Trump en los condados de Durham, Orange y Wake, zonas suburbanas de alto nivel educativo y acomodadas donde los demócratas ven una oportunidad de competir en el estado.

“Trump no puede ampliar su alcance más allá de la base MAGA [Hagamos a Estados Unidos grandioso de nuevo]”, escribieron el miércoles en un memorando dos de las principales asesoras de campaña de Biden, Jennifer O'Malley Dillon y Julie Chávez Rodríguez. “En una encuesta a boca de urna tras otra, solo ha consolidado su apoyo entre los votantes más conservadores”.

La derrota de Trump en 2020 se debió en parte a los votantes independientes, que se disgustaron con él tras ayudarle a ganar su campaña de 2016. La encuesta más reciente del Times/Siena mostraba que los votantes independientes estaban divididos, del 42 por ciento al 42 por ciento, en una revancha entre Biden y Trump, pero los resultados de las primarias indican que el expresidente sigue teniendo problemas con estos votantes.

El desacuerdo sobre el aborto y las elecciones de 2020

Una pequeña pero significativa parte de los republicanos continúa expresando su preocupación por los casos penales presentados contra Trump, que siguen pendientes después de varios reveses que le han perjudicado económicamente en juicios civiles.

Las encuestas a boca de urna de CNN revelaron el martes que 1 de cada 5 votantes republicanos en las primarias de California y casi 1 de cada 3 en Carolina del Norte dijeron que Trump no sería apto para la presidencia si fuera condenado por un delito. Una abrumadora mayoría de estos votantes respaldó a Haley el martes.

“Hay muchos republicanos e independientes que están votando contra Trump, aunque saben que va a ganar”, dijo Sarah Longwell, una encuestadora republicana que se opone a Trump. “Eso me dice que hay una verdadera debilidad en el partido con respecto a Trump”.

Los resultados del Supermartes pusieron de relieve otra debilidad para Trump. Perdió ante Haley entre los votantes de las primarias republicanas en Virginia que se oponen a la prohibición del aborto a nivel nacional, un tema que ha llevado a los independientes e incluso a algunos republicanos moderados a aliarse con los demócratas, según muestran las encuestas a boca de urna.

Las mismas encuestas hallaron que Haley también ganó a los votantes de las primarias republicanas en California, Carolina del Norte y Virginia que dijeron que Biden había ganado limpiamente las elecciones de 2020, y a los ciudadanos que dijeron que a los inmigrantes que viven en el país ilegalmente se les debería dar la oportunidad de solicitar un estatus legal. La mayoría del partido no estaba de acuerdo con que la victoria de Biden fuera legítima y prefería la deportación como una solución a la inmigración. Trump se impuso en ambos grupos por márgenes abrumadores.

c.2024 The New York Times Company